Libia está sumida en el caos y está dirigida por dos gobiernos que se disputan a distancia el poder: uno es afín a la milicia islamista de Fajr Libya (Amanecer de Libia) y el otro es reconocido por la comunidad internacional y tiene su sede en el este del país, cerca de la frontera egipcia.
El ministro egipcio de Exteriores Sameh Shukri exhortó al Consejo de Seguridad de la ONU "a revisar las restricciones impuestas al gobierno libio sobre la entrega de armas y de cualquier otro recurso necesario para el restablecimiento de la estabilidad y la lucha contra el terrorismo", según un comunicado del ministerio.
Shukri se entrevistó en Nueva York con los embajadores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido).
Egipto debe oficialmente pedir este miércoles al Consejo de Seguridad que adopte una resolución para la intervención militar de una coalición internacional, tras haber bombardeado en solitario el lunes posiciones del EI en Libia, en represalia por la decapitación de egipcios cristianos.