EL CAIRO, 7 enero 2010 (AFP) - "Tres desconocidos en un automóvil dispararon contra los cristianos en un barrio comercial cuando éstos hacían sus compras para celebrar la Navidad" en la localidad de Nagaa Hamadi (sur), según una fuente de la seguridad egipcia citada por la agencia oficial MENA.
Seis cristianos y un policía musulmán murieron y otros nueve coptos resultaron heridos en el tiroteo, dirigido contra miembros de esta comunidad que celebra la Navidad el 7 de enero, precisó.
Varios testigos afirmaron que el ataque estuvo dirigido primeramente contra coptos que salían de la misa de Nochebuena celebrada en la principal iglesia de Nagaa Hamadi (700 Km al sur de El Cairo).
"Terminamos la misa a las 23H00 (21H00 GMT) y yo me dirigí hacia el obispado, donde vi a un hombre a bordo de un vehículo que estaba disparando con arma automática contra todos los coptos que pasaban delante del edificio del obispado", declaró a la AFP Anba Kirolos, obispo copto de la ciudad.
El hombre "siguió disparando después en las calles de la ciudad contra los coptos", agregó monseñor Kirolos, que dio cuenta de cinco heridos en grave estado.
El jueves por la mañana se registraron enfrentamientos entre la policía y unos 2.000 manifestantes coptos que se habían agrupado cerca del hospital al que fueron llevados los muertos, indicaron testigos y fuentes policiales.
Los manifestantes, que gritaban "no a la opresión" y "¡Oh cruz, te defenderemos con alma y sangre!", lanzaron piedras contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua.
La situación se calmó a últimas horas de la mañana, antes de los funerales, que empezaron a primera hora de la tarde y a los que asistían unas 5.000 personas.
Este crimen avivará sin duda las inquietudes de la comunidad cristiana copta de Egipto, que constituye una minoría de aproximadamente 8% de la población egipcia.
Desde hace más de 20 años, los coptos denuncian que son objeto de discriminación y de actos de acoso sistemáticos, protestando, por ejemplo, por su exclusión de ciertos puestos importantes del ejército, la policía, la justicia y las universidades.
Según la policía, "el principal atacante sería un habitante de la ciudad llamado Mohamed Ahmed Husein y fichado por la policía".
Monseñor Kirolos sostuvo, por su parte, que el hombre está ya fichado, pero que goza de protecciones políticas.
El tiroteo podría estar relacionado con el secuestro a principios de noviembre de una niña musulmana de 12 años por un copto, que la habría agredido sexualmente, según fuentes de la policía.
Ese caso, ocurrido en Farchut, cerca de Nagaa Hamadi, provocó entonces la ira de los musulmanes, que incendiaron casas y farmacias pertenecientes a coptos de la ciudad.
Al respecto, monseñor Kirolos indicó que desde hace una semana cristianos de la ciudad recibían amenazas en sus teléfonos celulares. Se les decía que los musulmanes "vengarían la violación de la niña durante la fiesta de Navidad".
En los últimos años se registraron varias veces enfrentamientos entre musulmanes y coptos en diversas regiones de Egipto, a menudo a raíz de la oposición de los musulmanes a la construcción o ampliación de iglesias, pero también frecuentemente a consecuencia de relaciones amorosas entre jóvenes de las dos comunidades.
Los coptos fueron también uno de los blancos principales de la ola de violencia islamista registrada en Egipto en la década de 1990.
Seis cristianos y un policía musulmán murieron y otros nueve coptos resultaron heridos en el tiroteo, dirigido contra miembros de esta comunidad que celebra la Navidad el 7 de enero, precisó.
Varios testigos afirmaron que el ataque estuvo dirigido primeramente contra coptos que salían de la misa de Nochebuena celebrada en la principal iglesia de Nagaa Hamadi (700 Km al sur de El Cairo).
"Terminamos la misa a las 23H00 (21H00 GMT) y yo me dirigí hacia el obispado, donde vi a un hombre a bordo de un vehículo que estaba disparando con arma automática contra todos los coptos que pasaban delante del edificio del obispado", declaró a la AFP Anba Kirolos, obispo copto de la ciudad.
El hombre "siguió disparando después en las calles de la ciudad contra los coptos", agregó monseñor Kirolos, que dio cuenta de cinco heridos en grave estado.
El jueves por la mañana se registraron enfrentamientos entre la policía y unos 2.000 manifestantes coptos que se habían agrupado cerca del hospital al que fueron llevados los muertos, indicaron testigos y fuentes policiales.
Los manifestantes, que gritaban "no a la opresión" y "¡Oh cruz, te defenderemos con alma y sangre!", lanzaron piedras contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua.
La situación se calmó a últimas horas de la mañana, antes de los funerales, que empezaron a primera hora de la tarde y a los que asistían unas 5.000 personas.
Este crimen avivará sin duda las inquietudes de la comunidad cristiana copta de Egipto, que constituye una minoría de aproximadamente 8% de la población egipcia.
Desde hace más de 20 años, los coptos denuncian que son objeto de discriminación y de actos de acoso sistemáticos, protestando, por ejemplo, por su exclusión de ciertos puestos importantes del ejército, la policía, la justicia y las universidades.
Según la policía, "el principal atacante sería un habitante de la ciudad llamado Mohamed Ahmed Husein y fichado por la policía".
Monseñor Kirolos sostuvo, por su parte, que el hombre está ya fichado, pero que goza de protecciones políticas.
El tiroteo podría estar relacionado con el secuestro a principios de noviembre de una niña musulmana de 12 años por un copto, que la habría agredido sexualmente, según fuentes de la policía.
Ese caso, ocurrido en Farchut, cerca de Nagaa Hamadi, provocó entonces la ira de los musulmanes, que incendiaron casas y farmacias pertenecientes a coptos de la ciudad.
Al respecto, monseñor Kirolos indicó que desde hace una semana cristianos de la ciudad recibían amenazas en sus teléfonos celulares. Se les decía que los musulmanes "vengarían la violación de la niña durante la fiesta de Navidad".
En los últimos años se registraron varias veces enfrentamientos entre musulmanes y coptos en diversas regiones de Egipto, a menudo a raíz de la oposición de los musulmanes a la construcción o ampliación de iglesias, pero también frecuentemente a consecuencia de relaciones amorosas entre jóvenes de las dos comunidades.
Los coptos fueron también uno de los blancos principales de la ola de violencia islamista registrada en Egipto en la década de 1990.