El gobierno anunció el martes que después de su victoria sobre los rebeldes del M23, el ejército lanzará una ofensiva contra los rebeldes hutus ruandeses del FDLR presentes en el este de la RDC.
Los últimos combatientes del M23 fueron expulsados durante la noche de las dos últimas posiciones que ocupaban en las montañas de Kivu Norte, fronterizas de Ruanda y Uganda.
Esta provincia del Este del país, rica en recursos naturales, es un foco histórico de múltiples rebeliones que han desestabilizado a la RDC desde hace unos veinte años.
De ahí salió en 1996 el AFDL de Laurent-Désiré Kabila (padre del actual presidente Joseph Kabila) quien, con ayuda del Ruanda vecino, derrocaría el año siguiente a la dictadura de Mobutu Sese Seko y tomaría el poder en Kinshasa.
El Kivu Norte fue luego epicentro de la gran guerra africana de 1998 a 2003, involucrando uno a uno a decenas de países en todo el territorio congoleño.
Desde entonces, varios grupos rebeldes no han cesado de agitar el oriente de la RDC y amenazar la estabilidad regional.
Estos movimientos, esencialmente compuestos de tutsis congoleños, se constituyeron en barreras contra los exgenocidas hutus ruandeses de las FDLR presentes en la región desde 1994.
Derrotado en el terreno, el M23 anunció el martes por la mañana que ponía un "términó a la rebelión".
El gobierno congoleño proclamó por su lado una "victoria total" contra un último reducto de 200 a 300 rebeldes - según los cálculos - que se habían atrincherado en las colinas de Mbuzi, Chanzu y Runyonyi, a unos 80 km al norte de Goma, capital de Kivu Norte.
En unos diez días, al concluir una ofensiva en dos ejes y apoyado por los cascos azules de la Monusco, el ejército leal retomó la integridad del territorio que ocupaba el M23 desde hace dieciocho meses.
Los últimos rebeldes "huyeron en su mayoría hacia Ruanda", afirmó el ministro de Comunicación y portavoz del gobierno congoleño, Lambert Mende.
"Quemaron 42 vehículos y sus depósitos de municiones; se dispersaron por todos lados, fue un sálvese quien pueda", se congratuló un oficial de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC). Según otro oficial, unos cincuenta combatientes rebeldes se rindieron.
El gobernador de Kivu Norte, Julien Paluku, afirmó que el jefe militar del M23 Sultani Makenga "huyó hacia Ruanda", donde muchos rebeldes pudieron refugiarse, así como en Uganda.
Cuando estaba en lo máximo de su poder, el Movimiento del 23 de marzo (M23) ocupó Goma durante varios días en noviembre de 2012, antes de replegarse a unos kilómetros bajo la presión de la comunidad internacional.
Este movimiento, apoyándose en poblaciones ruandófonas locales, surgió de un amotinamiento de ex rebeldes, tutsis en su mayoría, integrados en el ejército tres años antes de un acuerdo de paz.
La derrota del M23 significa la primera victoria del ejército congoleño sobre una rebelión importante desde el fin de la secesión de Katanga en 1963.