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El entierro del rabino
Las Fuerzas Armadas israelíes cerraron los accesos a varios pueblos situados en los alrededores de la ciudad de Nablus y trasladaron tropas a la región. El jefe del Estado Mayor israelí, Gadi Eisenkot, visitó en la mañana de hoy el lugar del atentado.
Los atacantes, presuntamente palestinos, abrieron fuego en la noche del martes contra el automóvil en el que se desplazaba el rabino, un hombre de 35 años y padre de seis niños originario del pequeño asentamiento judío de Javat Gilad.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó el ataque y expresó sus condolencias a la familia de la víctima. El presidente Reuven Rivlin escribió en Twitter que "el Estado de Israel no permitirá al terrorismo levantar la cabeza".
Por el contrario, el movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, elogió el atentado calificándolo como "una respuesta a los crímenes contra nuestro pueblo en Cisjordania", según informó un portavoz de esta organización palestina.
El enviado de Naciones Unidas para Cercano Oriente, Nikolai Mladenov, condenó el atentado en Twitter. Nada justifica el terrorismo, escribió Mladenov, quien criticó a quienes "aprueban, elogian o enaltecen" actos terroristas.
El ministro de Defensa de Israel, Avigdor Liberman, dijo haber ordenado a su ministerio que estudie la posibilidad de convertir Javat Gilad, un puesto de avanzada, en un asentamiento permanente. Israel hace una distinción entre asentamientos ilegales, como Javat Gilad, y los que se han construido con permiso oficial, como la ciudad de Ariel.
Después de que Estados Unidos reconociera Jerusalén como capital de Israel, a principios de diciembre, se desataron disturbios, en algunos casos violentos, en Cisjordania y la Franja de Gaza. Sin embargo, la situación se había calmado en las últimas semanas.
El Consejo de Seguridad de la ONU exigió a finales de 2016 a Israel que paralice totalmente la expansión de los asentamientos judíos construidos en los territorios palestinos conquistados durante la Guerra de los Seis Días, en 1967. Según la ONU, los asentamientos contravienen al derecho internacional y constituyen un gran obstáculo a un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos.
Los atacantes, presuntamente palestinos, abrieron fuego en la noche del martes contra el automóvil en el que se desplazaba el rabino, un hombre de 35 años y padre de seis niños originario del pequeño asentamiento judío de Javat Gilad.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó el ataque y expresó sus condolencias a la familia de la víctima. El presidente Reuven Rivlin escribió en Twitter que "el Estado de Israel no permitirá al terrorismo levantar la cabeza".
Por el contrario, el movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, elogió el atentado calificándolo como "una respuesta a los crímenes contra nuestro pueblo en Cisjordania", según informó un portavoz de esta organización palestina.
El enviado de Naciones Unidas para Cercano Oriente, Nikolai Mladenov, condenó el atentado en Twitter. Nada justifica el terrorismo, escribió Mladenov, quien criticó a quienes "aprueban, elogian o enaltecen" actos terroristas.
El ministro de Defensa de Israel, Avigdor Liberman, dijo haber ordenado a su ministerio que estudie la posibilidad de convertir Javat Gilad, un puesto de avanzada, en un asentamiento permanente. Israel hace una distinción entre asentamientos ilegales, como Javat Gilad, y los que se han construido con permiso oficial, como la ciudad de Ariel.
Después de que Estados Unidos reconociera Jerusalén como capital de Israel, a principios de diciembre, se desataron disturbios, en algunos casos violentos, en Cisjordania y la Franja de Gaza. Sin embargo, la situación se había calmado en las últimas semanas.
El Consejo de Seguridad de la ONU exigió a finales de 2016 a Israel que paralice totalmente la expansión de los asentamientos judíos construidos en los territorios palestinos conquistados durante la Guerra de los Seis Días, en 1967. Según la ONU, los asentamientos contravienen al derecho internacional y constituyen un gran obstáculo a un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos.
