El domingo, 31 yihadistas y ocho civiles murieron en 43 operaciones aéreas contra posiciones del EI. Se trata de la campaña aérea más intensa del gobierno contra este grupo radical que está sembrando el terror en Siria y en el vecino Irak, donde controla varias regiones.
En la provincia de Raqa, uno de los principales bastiones del EI en Siria, los aviones efectuaron 14 nuevos bombardeos contra los yihadistas, según el OSDH, que de momento no pudo facilitar un balance de muertos.
Si bien cuando bombardea zonas rebeldes el ejército lanza barriles de explosivos desde sus helicópteros, que afectan de forma indiscriminada a los civiles, en sus operaciones contra el EI emplea cazabombarderos capaces de disparar misiles mucho más precisos.
Los ataques del régimen de Bashar al Asad contra el EI en Siria coinciden con los que desde hace diez días efectúa Estados Unidos contra este mismo grupo en el norte de Irak, para detener su avance.
En la guerra multiforme que desde marzo de 2011 desangra Siria, el régimen combate también a otros grupos rebeldes que están en conflicto con los yihadistas del EI.