El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció una "intensificación de los ataques" aéreos. Por su parte, Washington afirma que el 90% de estos ataques no fueron contra objetivos yihadistas, sino contra grupos armados moderados opositores a Damasco.
No obstante, Moscú también dijo estar dispuesta a establecer contactos con el Ejército Sirio Libre (ESL), compuesto precisamente por opositores al presidente Bashar al Asad que cuentan con el apoyo de las potencias occidentales.
"El ejército sirio y fuerzas aliadas iniciaron una operación terrestre en partes del norte de la provincia de Hama con cobertura de la fuerza aérea rusa", indicó una fuente militar a la AFP.
Esta fuerte implicación rusa permitió al ejército sirio, que acumulaba reveses en los últimos meses ante el grupo yihadista Estado Islámico (EI), lanzar este miércoles "una vasta operación terrestre en el norte de la provincia de Hama", según esta fuente de Damasco.
Por primera vez, buques de guerra rusos dispararon el miércoles 26 misiles de crucero contra posiciones del EI, sumándose a la ofensiva aérea, indicó el ministro ruso de Defensa.
Los disparos fueron efectuados por cuatro navíos de la flota del Mar Caspio contra 11 objetivos, que "fueron destruidos", señaló el ministro, Sergei Shoigu.
En una semana, Rusia bombardeó 112 objetivos yihadistas.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), las fuerzas rusas bombardearon al menos cuatro sitios en la provincia de Hama (centro), y tres en la de Idleb (noroeste).
La provincia de Idleb está en manos del Ejército de la Conquista, una coalición rebelde compuesta por el brazo de Al Qaida en Siria, y el Frente Al Nosra, que busca reforzar su presencia en la provincia de Hama.
Los bombardeos, que se produjeron por la noche y temprano en la mañana, eran "más intensos que de costumbre", añadió la ONG con sede en Gran Bretaña.
"Por primera vez, los bombardeos fueron acompañados de combates terrestres entre las fuerzas del régimen y rebeldes", precisó el director del OSDH Rami Abdel Rahman.
El Observatorio informó de 30 ataques rusos sobre Hama y 16 sobre la provincia de Idleb. Dio también un balance de seis muertos en Maret al Noman, en Idleb, en uno "de los numerosos ataques, seguramente rusos".
Las fuerzas del régimen no lograron avanzar hacia las posiciones rebeldes y el Ejército de la Conquista envió refuerzos contra el asalto, señaló la fuente.
Por otra parte, Rusia dijo este miércoles que podría implementar propuestas estadounidenses para coordinar sus bombardeos con la coalición internacional liderada por Washington para minimizar los riesgos.
También precisó que estaba informando "a sus socios en países que tienen vínculos con el Ejército Sirio Libre su disposición para establecer contactos con la dirigencia de esta estructura".
No obstante, el Pentágono afirmó este miércoles que Estados Unidos no coopera con Moscú en sus ataques aéreos. El secretario de Defensa, Ashton Carter, calificó los ataques rusos como un "error fundamental".
A su vez, el portavoz del departamento de Estado, John Kirby, afirmó que "más del 90% de los ataques (rusos) que hemos visto no fueron contra el EI o contra terroristas de Al Qaida. En su gran mayoría fueron contra grupos opositores".
Previamente, Putin había asegurado que su homólogo francés Francois Hollande había sugerido una alianza entre el régimen sirio y el ESL, pero la presidencia francesa desmintió inmediatamente esa versión.
Los rebeldes sirios y quienes los apoyan en el extranjero acusan con insistencia a Rusia de atacar principalmente a otros grupos y no al EI, con el fin de defender al régimen en lugar de luchar contra los yihadistas del EI.
Así, según Moscú, sus aviones bombardearon el martes por la noche 12 objetivos del EI en los alrededores de la ciudad de Deir Ezzor (este) y en las provincias de Damasco, Idleb y Latakia.
Sin embargo, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, aseguró el miércoles que "sólo dos de los 57 ataques aéreos rusos han sido dirigidos contra Daesh" (el acrónimo árabe del EI) y los otros contra la oposición apoyada por Turquía y Estados Unidos.
La guerra en Siria ha dejado más de 240.000 muertos y obligado a millones de sirios a huir del país, provocando una crisis migratoria y humanitaria sin precedentes.
No obstante, Moscú también dijo estar dispuesta a establecer contactos con el Ejército Sirio Libre (ESL), compuesto precisamente por opositores al presidente Bashar al Asad que cuentan con el apoyo de las potencias occidentales.
"El ejército sirio y fuerzas aliadas iniciaron una operación terrestre en partes del norte de la provincia de Hama con cobertura de la fuerza aérea rusa", indicó una fuente militar a la AFP.
Esta fuerte implicación rusa permitió al ejército sirio, que acumulaba reveses en los últimos meses ante el grupo yihadista Estado Islámico (EI), lanzar este miércoles "una vasta operación terrestre en el norte de la provincia de Hama", según esta fuente de Damasco.
Por primera vez, buques de guerra rusos dispararon el miércoles 26 misiles de crucero contra posiciones del EI, sumándose a la ofensiva aérea, indicó el ministro ruso de Defensa.
Los disparos fueron efectuados por cuatro navíos de la flota del Mar Caspio contra 11 objetivos, que "fueron destruidos", señaló el ministro, Sergei Shoigu.
En una semana, Rusia bombardeó 112 objetivos yihadistas.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), las fuerzas rusas bombardearon al menos cuatro sitios en la provincia de Hama (centro), y tres en la de Idleb (noroeste).
La provincia de Idleb está en manos del Ejército de la Conquista, una coalición rebelde compuesta por el brazo de Al Qaida en Siria, y el Frente Al Nosra, que busca reforzar su presencia en la provincia de Hama.
Los bombardeos, que se produjeron por la noche y temprano en la mañana, eran "más intensos que de costumbre", añadió la ONG con sede en Gran Bretaña.
"Por primera vez, los bombardeos fueron acompañados de combates terrestres entre las fuerzas del régimen y rebeldes", precisó el director del OSDH Rami Abdel Rahman.
El Observatorio informó de 30 ataques rusos sobre Hama y 16 sobre la provincia de Idleb. Dio también un balance de seis muertos en Maret al Noman, en Idleb, en uno "de los numerosos ataques, seguramente rusos".
- Coordinación con EEUU -
Las fuerzas del régimen no lograron avanzar hacia las posiciones rebeldes y el Ejército de la Conquista envió refuerzos contra el asalto, señaló la fuente.
Por otra parte, Rusia dijo este miércoles que podría implementar propuestas estadounidenses para coordinar sus bombardeos con la coalición internacional liderada por Washington para minimizar los riesgos.
También precisó que estaba informando "a sus socios en países que tienen vínculos con el Ejército Sirio Libre su disposición para establecer contactos con la dirigencia de esta estructura".
No obstante, el Pentágono afirmó este miércoles que Estados Unidos no coopera con Moscú en sus ataques aéreos. El secretario de Defensa, Ashton Carter, calificó los ataques rusos como un "error fundamental".
A su vez, el portavoz del departamento de Estado, John Kirby, afirmó que "más del 90% de los ataques (rusos) que hemos visto no fueron contra el EI o contra terroristas de Al Qaida. En su gran mayoría fueron contra grupos opositores".
Previamente, Putin había asegurado que su homólogo francés Francois Hollande había sugerido una alianza entre el régimen sirio y el ESL, pero la presidencia francesa desmintió inmediatamente esa versión.
- Acusaciones de Turquía -
Los rebeldes sirios y quienes los apoyan en el extranjero acusan con insistencia a Rusia de atacar principalmente a otros grupos y no al EI, con el fin de defender al régimen en lugar de luchar contra los yihadistas del EI.
Así, según Moscú, sus aviones bombardearon el martes por la noche 12 objetivos del EI en los alrededores de la ciudad de Deir Ezzor (este) y en las provincias de Damasco, Idleb y Latakia.
Sin embargo, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, aseguró el miércoles que "sólo dos de los 57 ataques aéreos rusos han sido dirigidos contra Daesh" (el acrónimo árabe del EI) y los otros contra la oposición apoyada por Turquía y Estados Unidos.
La guerra en Siria ha dejado más de 240.000 muertos y obligado a millones de sirios a huir del país, provocando una crisis migratoria y humanitaria sin precedentes.