La lista de estos bancos e instituciones financieras se hará pública en la cumbre del G20 que se celebrará en Cannes, sur de Francia, los días 3 y 4 de noviembre, informó el ministro francés de Finanzas, François Baroin, cuyo país preside actualmente esta instancia.
Estas nuevas normas prevén fondos propios todavía mayores para las grandes entidades cuya eventual quiebra pudiera tener repercusiones en el conjunto del sistema financiero internacional. Tendrán un impacto "modesto" en la economía y serán incluso benéficas, aseguraron esta semana los reguladores, que están en el origen de estas disposiciones.
Según estos, "las debilidades de las grandes instituciones financieras a menudo han desempeñado un papel en la activación y propagación de crisis financieras sistémicas" que afectan al conjunto del sistema financiero internacional, como la de 2008-2009, cuando los Estados se vieron obligados a rescatar a los bancos.
Las denominadas reglas de Basilea III imponen a todas las entidades ratios de fondos propios "duros" (capital social y beneficios en reserva) de al menos 7% de sus compromisos.
El comité de Basilea había identificado el 28 de julio 28 bancos de importancia sistémica y les había impuesto una reserva de fondos propios duros adicionales de 1 a 2,5 puntos de porcentaje en relación a las exigencias de base.
Los grandes bancos critican regularmente estas nuevas normas, que juzgan demasiado costosas.
Estas nuevas normas prevén fondos propios todavía mayores para las grandes entidades cuya eventual quiebra pudiera tener repercusiones en el conjunto del sistema financiero internacional. Tendrán un impacto "modesto" en la economía y serán incluso benéficas, aseguraron esta semana los reguladores, que están en el origen de estas disposiciones.
Según estos, "las debilidades de las grandes instituciones financieras a menudo han desempeñado un papel en la activación y propagación de crisis financieras sistémicas" que afectan al conjunto del sistema financiero internacional, como la de 2008-2009, cuando los Estados se vieron obligados a rescatar a los bancos.
Las denominadas reglas de Basilea III imponen a todas las entidades ratios de fondos propios "duros" (capital social y beneficios en reserva) de al menos 7% de sus compromisos.
El comité de Basilea había identificado el 28 de julio 28 bancos de importancia sistémica y les había impuesto una reserva de fondos propios duros adicionales de 1 a 2,5 puntos de porcentaje en relación a las exigencias de base.
Los grandes bancos critican regularmente estas nuevas normas, que juzgan demasiado costosas.