Nueva York, 6 may (EFE).- A través de 80 trabajos de alta costura y de "prêt-à-porter", así como de fotografías de moda y de pasarela, anuncios publicitarios o vídeos, entre otros soportes, los expertos del Instituto de Costura del Metropolitan han preparado la muestra titulada "La modelo como musa: plasmando la moda", que se puede visitar hasta el 9 de agosto.
La exposición, patrocinada por el diseñador estadounidense Marc Jacobs, muestra los ideales estéticos que las modelos de pasarela representaron para la sociedad desde 1947 hasta 1997.
En ella se pueden contemplar algunos de los diseños más famosos de Giorgio Armani, Cristóbal Balenciaga, Pierre Cardin, Karl Lagerfeld, André Courrèges, Christian Dior, John Galliano, Marc Jacobs, Donna Karan, Calvin Klein, Helmut Lang, Ralph Lauren, Prada, Paco Rabanne, Yves Saint Laurent o Gianni Versace.
El comisario de la muestra, Harold Koda, explicó a la prensa que con ella se ve "el poder del vestido, de la fotografía de moda y de la modelo que se proyecta como el talante de una época". "Con un mero gesto, una verdadera modelo estrella puede representar la actitud de su época y convertirse no solo en una musa para diseñadores y fotógrafos, sino también para toda una generación", agregó Koda.
También se refleja en la exhibición el cambio cultural que la fotografía introdujo en la presentación de las creaciones de moda, ya que en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial las maniquíes, como entonces se les llamaba, eran apenas conocidas del gran público y solo se las veía en los salones de las casas de costura. Se daba entonces, señalaron los expertos, más importancia a su exquisito porte que a su fotogenia.
El cambio se produjo tras el lanzamiento que en los años cincuenta hizo la casa Dior, mostrando un nuevo "look" de la mujer, unido al nacimiento de las agencias de modelos, al resurgimiento de la industria de la moda estadounidense y el sector de la publicidad.
Los expertos del Metropolitan recordaron también que con ese cambio "surgieron destacadas personalidades", como la de la sueca Lisa Fonssagrives, acreditada por ser la primera supermodelo.
Retratadas en posados glamourosos como el nuevo ideal femenino por fotógrafos como Irving Penn, Richard Avedon o Cecil Beaton, "personificaron la edad de oro de la alta costura", explicó el Instituto de Costura del Metropolitan.
También se recoge el impacto que tuvo una película satírica de 1966 sobre el mundo de la moda, "Qui êtes-vous, Polly Maggoo?", del francés William Klein y protagonizada por una habitual de las portadas de Vogue, Dorothy McGowan.
En ella se veían los vestidos metálicos creados por los hermanos Bernard y François Baschet, así como los diseños de modistas que como Rabanne, Cardin, Courrèges o Gernreich introdujeron aires más juveniles en el diseño, de la mano de sus musas, las supermodelos Jean Shrimpton, Peggy Moffitt, Veruschka o Twiggy.
La década de los setenta aportó nuevos cambios en el ideal estético femenino, con el predominio de las más atléticas modelos estadounidenses como Lisa Taylor o Jerry Hall, y el inicio de otra tendencia, el de las bellezas étnicas como Mounia o Kirat, elegidas por Yves Saint Laurent para mostrar sus colecciones.
Las salas del Metropolitan muestran fotografías en blanco y negro de otro ramillete de bellezas, las llamadas "trinidad" de la belleza que en los ochenta representaron Naomi Campbell, Linda Evangelista, y Christy Turlington, que aparecían en campañas globales de marcas y que se identificaban como el sello del diseñador.
"Esas modelos podían transformarse en una persona diferente con cada foto que se les tomaba y transmitir en cada una de ellas su distinción única", dijeron los organizadores de la muestra.
Los últimos años que refleja la exposición, la década de los noventa, llevan la marca del "chic rebelde y glamouroso" que supuso la aparición de la británica Kate Moss, y del estilo minimalista y perfeccionista de creadores como Donna Karan, Helmut Lang o Prada.
Para festejar a las modelos el Metropolitan celebró el pasado lunes una glamourosa fiesta a la que asistieron Kate Moss, Tyra Banks, Claudia Schiffer, Helena Christiansen, Cindy Crawford, Iman o Gisele Bundchen, entre otras musas de la moda.
La exposición, patrocinada por el diseñador estadounidense Marc Jacobs, muestra los ideales estéticos que las modelos de pasarela representaron para la sociedad desde 1947 hasta 1997.
En ella se pueden contemplar algunos de los diseños más famosos de Giorgio Armani, Cristóbal Balenciaga, Pierre Cardin, Karl Lagerfeld, André Courrèges, Christian Dior, John Galliano, Marc Jacobs, Donna Karan, Calvin Klein, Helmut Lang, Ralph Lauren, Prada, Paco Rabanne, Yves Saint Laurent o Gianni Versace.
El comisario de la muestra, Harold Koda, explicó a la prensa que con ella se ve "el poder del vestido, de la fotografía de moda y de la modelo que se proyecta como el talante de una época". "Con un mero gesto, una verdadera modelo estrella puede representar la actitud de su época y convertirse no solo en una musa para diseñadores y fotógrafos, sino también para toda una generación", agregó Koda.
También se refleja en la exhibición el cambio cultural que la fotografía introdujo en la presentación de las creaciones de moda, ya que en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial las maniquíes, como entonces se les llamaba, eran apenas conocidas del gran público y solo se las veía en los salones de las casas de costura. Se daba entonces, señalaron los expertos, más importancia a su exquisito porte que a su fotogenia.
El cambio se produjo tras el lanzamiento que en los años cincuenta hizo la casa Dior, mostrando un nuevo "look" de la mujer, unido al nacimiento de las agencias de modelos, al resurgimiento de la industria de la moda estadounidense y el sector de la publicidad.
Los expertos del Metropolitan recordaron también que con ese cambio "surgieron destacadas personalidades", como la de la sueca Lisa Fonssagrives, acreditada por ser la primera supermodelo.
Retratadas en posados glamourosos como el nuevo ideal femenino por fotógrafos como Irving Penn, Richard Avedon o Cecil Beaton, "personificaron la edad de oro de la alta costura", explicó el Instituto de Costura del Metropolitan.
También se recoge el impacto que tuvo una película satírica de 1966 sobre el mundo de la moda, "Qui êtes-vous, Polly Maggoo?", del francés William Klein y protagonizada por una habitual de las portadas de Vogue, Dorothy McGowan.
En ella se veían los vestidos metálicos creados por los hermanos Bernard y François Baschet, así como los diseños de modistas que como Rabanne, Cardin, Courrèges o Gernreich introdujeron aires más juveniles en el diseño, de la mano de sus musas, las supermodelos Jean Shrimpton, Peggy Moffitt, Veruschka o Twiggy.
La década de los setenta aportó nuevos cambios en el ideal estético femenino, con el predominio de las más atléticas modelos estadounidenses como Lisa Taylor o Jerry Hall, y el inicio de otra tendencia, el de las bellezas étnicas como Mounia o Kirat, elegidas por Yves Saint Laurent para mostrar sus colecciones.
Las salas del Metropolitan muestran fotografías en blanco y negro de otro ramillete de bellezas, las llamadas "trinidad" de la belleza que en los ochenta representaron Naomi Campbell, Linda Evangelista, y Christy Turlington, que aparecían en campañas globales de marcas y que se identificaban como el sello del diseñador.
"Esas modelos podían transformarse en una persona diferente con cada foto que se les tomaba y transmitir en cada una de ellas su distinción única", dijeron los organizadores de la muestra.
Los últimos años que refleja la exposición, la década de los noventa, llevan la marca del "chic rebelde y glamouroso" que supuso la aparición de la británica Kate Moss, y del estilo minimalista y perfeccionista de creadores como Donna Karan, Helmut Lang o Prada.
Para festejar a las modelos el Metropolitan celebró el pasado lunes una glamourosa fiesta a la que asistieron Kate Moss, Tyra Banks, Claudia Schiffer, Helena Christiansen, Cindy Crawford, Iman o Gisele Bundchen, entre otras musas de la moda.