El acuerdo interpalestino, un revés para el gobierno de EEUU


WASHINGTON, Lachlan Carmichael, (AFP) - El acuerdo de reconciliación entre los palestinos del Fatah y el movimiento islamista Hamas implica un retroceso en los esfuerzos del gobierno estadounidense para relanzar el proceso de paz con Israel, estiman expertos.



El acuerdo interpalestino, un revés para el gobierno de EEUU
El acuerdo, concluido el jueves entre el Hamas y el Fatah del presidente palestino Mahmud Abas para la formación de un gobierno, provocó la ira de Israel y llevó a Washington a amenazar con revisar su política de ayuda hacia la Autoridad Palestina.
El Hamas, que no reconoce el derecho a la existencia del Estado hebreo, es considerado como una organización terrorista por Israel, Estados Unidos, y la Unión Europea.
Al forzar a Abas a llegar a un acuerdo con sus rivales del Hamas, la presión popular fue más fuerte que la influencia de Washington, en declive en el mundo árabe.
Alentados por los movimientos democráticos que sacuden el Medio Oriente, los palestinos reclamaban desde hacía semanas una reconciliación entre el Fatah, que gobierna en Cisjordania, y el Hamas, que dirige la Franja de Gaza.
Este acuerdo revela que los palestinos ya no perciben a Washington como un actor en sus asuntos internos, estimó Aaron David Miller, un ex negociador estadounidense en Medio Oriente.
Sin considerar las consecuencias diplomáticas, el presidente de la Autoridad Palestina se comprometió a "ampliar y legitimar" el apoyo de la población para obtener el reconocimiento de un Estado palestino durante la Asamblea General de la ONU en septiembre, algo a lo que Estados Unidos se opone.
"Los palestinos han hecho algo que realmente hace nuestra posición insostenible. Es incluso cuestionable si seremos capaces de tratar con un gobierno en el que hay ministros del Hamas", dijo Miller a la AFP, ahora experto del Centro Woodrow Wilson.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Tommy Vietor, advirtió la semana pasada que cualquier gobierno de unidad palestina debe renunciar a la violencia, acatar los acuerdos de paz ya alcanzados, y reconocer el derecho de Israel a existir.
Hamas rechaza esos principios, impulsados por el cuarteto integrado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU.
Miller dijo que esta estrategia palestina otorga al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu "una victoria propagandística mayor", previo a su viaje a Washinton el mes que viene, en el que se dirigirá al Congreso.
Además, obstaculiza el margen de maniobra del gobierno del presidente Barack Obama, que relanzó las negociaciones de paz palestino-islaelíes en setiembre pasado, pero se suspendieron poco después con el fin de la moratoria para la colonización israelí en Cisjordnia.
Obama, que pronto pronunciará un discurso sobre la política estadounidense para Medio Oriente, deberá mostrarse cauteloso en proponer ideas, por ejemplo un acuerdo sobre fronteras, que puedan ser vistas como una recompensa a los palestinos.
Shibley Telhami, un experto en asuntos del Medio Oriente de la Universidad de Maryland, concuerda en que el acuerdo interpalestino fortalece a Netanyahu y "coloca al gobierno (de Obama) en un aprieto".
No obstante, estimó que los hechos aún están en desarrollo y que sería posible que un gobierno de unidad palestino siga negociando con Israel sobre la base de aceptar un Estado hebreo y renunciar al terrorismo.
Domingo, 1 de Mayo 2011
AFP (Agencia France-Presse)
           


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