Microsoft se ha comprometido a facilitar, a partir de marzo de 2010 y durante los próximos cinco años, una pantalla de inicio que permitirá a los usuarios de Windows XP, Windows Vista y Windows 7 instalar fácilmente, si así lo desean, rivales del Explorer, como el Firefox de Mozilla, el Chrome de Google o el Safari de Apple, establecer uno de ellos como predeterminado, e incluso desactivar el Explorer.
En esta pantalla de inicio se podrán ver los 12 navegadores más usados en la UE. Los navegadores aparecerán por orden aleatorio y no por orden alfabético como había propuesto inicialmente Microsoft para no favorecer a ninguna compañía. El formato también se ha cambiado respecto al plan original del gigante informático para minimizar los riesgos de que favorezca al Explorer.
También los fabricantes de ordenadores podrán instalar navegadores rivales del Explorer, establecerlos como predeterminados o desactivar el producto de Microsoft. «100 millones de consumidores europeos se beneficiarán de esta decisión al tener libertad para elegir qué navegador utilizan», ha resaltado la comisaria de Competencia, Neelie Kroes. El Ejecutivo comunitario considera que este sistema fomentará la competencia y facilitará la aparición de nuevos productos.
Sólo una marca de champú
Los compromisos asumidos por el gigante informático han sido convertidos por el Ejecutivo comunitario en jurídicamente vinculantes. Ello significa que si Microsoft los incumple, Bruselas podría imponer una multa de hasta el 10% del volumen de negocios de la compañía sin tener que demostrar que ha vulnerado las normas de competencia.
Los compromisos asumidos por el gigante informático han sido convertidos por el Ejecutivo comunitario en jurídicamente vinculantes. Ello significa que si Microsoft los incumple, Bruselas podría imponer una multa de hasta el 10% del volumen de negocios de la compañía sin tener que demostrar que ha vulnerado las normas de competencia.
Además, la Comisión revisará los compromisos en dos años y la empresa de Redmond deberá informarle regularmente sobre su aplicación, empezando dentro de seis meses. El Ejecutivo comunitario envió a Microsoft un pliego de cargos el 15 de enero de 2009 con las acusaciones de abuso de posición dominante por incluir el Explorer en el Windows. Bruselas consideró que ello perjudica a la competencia entre buscadores de Internet, socava la innovación y reduce las alternativas para los consumidores, ya que Windows está presente en el 95% de los ordenadores.
«Es como si en el supermercado sólo ofrecieran una marca de champú en las estanterías y el resto de marcas estuvieran escondidas en la parte de atrás y no todo el mundo las conociera. Lo que estamos diciendo hoy es que todas las marcas tienen que estar en la estantería», subrayó la comisaria de Competencia. «Espero que la decisión de hoy cierre un largo capítulo de relaciones difíciles de Microsoft con la Comisión y abra otro nuevo más positivo», ha indicado.
El Ejecutivo comunitario ha impuesto ya a Microsoft tres multas cuyo importe asciende a casi 1. 700 millones de euros. La primera, en marzo de 2004, por valor de 497 millones de euros por abuso de posición dominante; y la segunda, en julio de 2006, que ascendió a 280, 5 millones de euros, por no ofrecer a la competencia suficiente información sobre interoperabilidad.
En febrero de 2008 impuso una nueva sanción de 899 millones de euros, la más alta de la historia de la UE a una única empresa, por cobrar un precio excesivo por la información que suministra a sus rivales para que puedan fabricar productos compatibles con su sistema operativo Windows.
Satisfacción de los rivales
El vicepresidente de Microsoft y responsable de Asuntos Legales, Brad Smith, se felicitó de la decisión del Ejecutivo comunitario y aseguró que la compañía quiere mantener el «diálogo» y la «confianza» que ha logrado establecer con la Comisión tras años de disputas y extender su «liderazgo en la industria en materia de interoperabilidad».
El vicepresidente de Microsoft y responsable de Asuntos Legales, Brad Smith, se felicitó de la decisión del Ejecutivo comunitario y aseguró que la compañía quiere mantener el «diálogo» y la «confianza» que ha logrado establecer con la Comisión tras años de disputas y extender su «liderazgo en la industria en materia de interoperabilidad».
Por su parte, la empresa de software noruega Opera, cuya denuncia ante Bruselas desencadenó el caso de los navegadores, ha asegurado que los usuarios de la web «son los ganadores» de la decisión del Ejecutivo comunitario. «Se trata de una victoria para el futuro de la web. Esta decisión es también una celebración de los estándares abiertos para la web», ha dicho Opera en un comunicado.
Por su parte, la asociación ECIS, que agrupa a rivales de Microsoft como Adobe, IBM, Nokia, Opera, Oracle, RealNetworks o Sun Microsystems, ha celebrado también la decisión de la Comisión pero ha pedido que se mantenga la vigilancia para garantizar que el gigante informático la aplique correctamente.