Durante un sermón en Teherán, en una mezquita con fuertes medidas de seguridad, Jatami pidió que no haya compasión con quienes participan en las protestas. Lanzó así la amenaza más dura desde la cúpula iraní contra los manifestantes, que la noche del jueves volvieron a marchar en algunas ciudades.
El influyente ayatolá pidió la pena de muerte para un joven que durante los primeros días de las protestas quemó una bandera de la República Islámica y que se encuentra encarcelado.
Jatami es miembro de la Asamblea de Expertos, encargada de elegir al líder supremo -actualmente el ayatolá Ali Jamenei- y de supervisar su desempeño.
El clérigo de línea dura también arremetió hoy contra la política reformista del presidente Hassan Rohani, a quien también hizo responsable de las protestas. "Si vuelve a haber disturbios como estos, la gente reaccionará (contra Rohani)", advirtió.
"No es justo acusar de todos los problemas al Gobierno", respondió a través de Twitter uno de los más estrechos asesores de Rohani, Hamid Abutalebi. También advirtió en contra de aplicar la pena de muerte contra manifestantes, como pidió Jatami. "Algunas cosas no pueden repararse fácilmente", dijo Abutalebi.
A Jatami se le considera uno de los mayores enemigos del presidente Rohani. Muchos analistas iraníes apuntan que las primeras protestas, contra la elevada inflación, fueron organizadas por la línea dura de la cúpula iraní y los enemigos de Rohani, que pretendían debilitarle. Sin embargo, las manifestaciones se extendieron rápidamente contra toda la cúpula del país, en el que el clero juega un papel fundamental.
El clérigo reiteró además la teoría de que las protestas están organizadas desde el extranjero, algo que ya defendió hace días el líder máximo, el ayatolá Jamenei. Según Jatami, las protestas son obra de una conspiración israelí-estadounidense y no tienen nada que ver con el pueblo iraní, dijo Jatami en Teherán.
Las exigencias del pueblo tienen que ser escuchadas y sus problemas deben ser resueltos, siempre que vengan del pueblo, señaló. "Pero las voces por encargo de (el presidente estadounidense Donald) Trump y (el primer ministro israelí Benjamin) Netanyahu son inaceptables y serán asfixiadas (silenciadas) por el pueblo", advirtió.
Para mostrar que la cúpula sigue gozando del apoyo del pueblo, poco después del rezo del viernes comenzaron en Teherán multitudinarias manifestaciones convocadas por los líderes iraníes, similares a las que en los últimos días sacaron a cientos de miles de personas a la calle en varias ciudades del país.
Algunas de esas manifestaciones de apoyo a la cúpula se convirtieron rápidamente en protestas contra el presidente Rohani, con eslóganes contra el mandatario y los reformistas. "Abajo con quienes aceptan compromisos", gritaban unos, mientras que otros pedían la muerte de todos los manifestantes críticos encarcelados. Se temía que hubiese enfrentamientos entre seguidores y críticos de los líderes, aunque finalmente no ocurrió.
A pesar de las detenciones y amenazas contra los manifestantes, la noche del jueves volvieron a celebrarse protestas contra el sistema político.
Los videos y las informaciones que circulan en las redes sociales mostraban manifestaciones en ciudades como Isfahan, Sarrin Shahr, Desful y Aligudars. Algunas de ellas parecían sentadas en las que se cantaba, otras eran marchas con cientos de participantes.
Estas informaciones no se pudieron contrastar de forma independiente. Los medios estatales no informan sobre las protestas críticas con el sistema político del país y, a menudo, las informaciones que proceden de las fuentes próximas a los manifestantes son reprimidas.
Durante su sermón, el ayatolá Jatami también se refirió a Internet y a las redes sociales que los manifestantes utilizan como medio de comunicación. El religioso cree que debe suprimirse Internet por completo e introducir una red controlada por el Estado, un proyecto sobre el que se discute desde hace años en el país.
Las protestas, iniciadas el jueves pasado sobre todo en zonas rurales del norte del país, dejaron hasta ahora 19 muertos. En ellas fueron arrestadas más de mil personas, entre ellas un ciudadano de la Unión Europea al que se acusa de haber sido enviado por servicios secretos extranjeros para instigar las manifestaciones.
Según el Ministerio de Interior, hasta el miércoles participaron en las protestas críticas con el sistema unas 42.000 personas, mientras que cientos de miles salieron a la calle a apoyar a la cúpula del país. Sin embargo, en los últimos cuatro años los candidatos cercanos al clero perdieron importantes elecciones frente a los reformistas.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará hoy a las 20:00 GMT una reunión de urgencia sobre la situación en Irán, a petición de Estados Unidos.
El influyente ayatolá pidió la pena de muerte para un joven que durante los primeros días de las protestas quemó una bandera de la República Islámica y que se encuentra encarcelado.
Jatami es miembro de la Asamblea de Expertos, encargada de elegir al líder supremo -actualmente el ayatolá Ali Jamenei- y de supervisar su desempeño.
El clérigo de línea dura también arremetió hoy contra la política reformista del presidente Hassan Rohani, a quien también hizo responsable de las protestas. "Si vuelve a haber disturbios como estos, la gente reaccionará (contra Rohani)", advirtió.
"No es justo acusar de todos los problemas al Gobierno", respondió a través de Twitter uno de los más estrechos asesores de Rohani, Hamid Abutalebi. También advirtió en contra de aplicar la pena de muerte contra manifestantes, como pidió Jatami. "Algunas cosas no pueden repararse fácilmente", dijo Abutalebi.
A Jatami se le considera uno de los mayores enemigos del presidente Rohani. Muchos analistas iraníes apuntan que las primeras protestas, contra la elevada inflación, fueron organizadas por la línea dura de la cúpula iraní y los enemigos de Rohani, que pretendían debilitarle. Sin embargo, las manifestaciones se extendieron rápidamente contra toda la cúpula del país, en el que el clero juega un papel fundamental.
El clérigo reiteró además la teoría de que las protestas están organizadas desde el extranjero, algo que ya defendió hace días el líder máximo, el ayatolá Jamenei. Según Jatami, las protestas son obra de una conspiración israelí-estadounidense y no tienen nada que ver con el pueblo iraní, dijo Jatami en Teherán.
Las exigencias del pueblo tienen que ser escuchadas y sus problemas deben ser resueltos, siempre que vengan del pueblo, señaló. "Pero las voces por encargo de (el presidente estadounidense Donald) Trump y (el primer ministro israelí Benjamin) Netanyahu son inaceptables y serán asfixiadas (silenciadas) por el pueblo", advirtió.
Para mostrar que la cúpula sigue gozando del apoyo del pueblo, poco después del rezo del viernes comenzaron en Teherán multitudinarias manifestaciones convocadas por los líderes iraníes, similares a las que en los últimos días sacaron a cientos de miles de personas a la calle en varias ciudades del país.
Algunas de esas manifestaciones de apoyo a la cúpula se convirtieron rápidamente en protestas contra el presidente Rohani, con eslóganes contra el mandatario y los reformistas. "Abajo con quienes aceptan compromisos", gritaban unos, mientras que otros pedían la muerte de todos los manifestantes críticos encarcelados. Se temía que hubiese enfrentamientos entre seguidores y críticos de los líderes, aunque finalmente no ocurrió.
A pesar de las detenciones y amenazas contra los manifestantes, la noche del jueves volvieron a celebrarse protestas contra el sistema político.
Los videos y las informaciones que circulan en las redes sociales mostraban manifestaciones en ciudades como Isfahan, Sarrin Shahr, Desful y Aligudars. Algunas de ellas parecían sentadas en las que se cantaba, otras eran marchas con cientos de participantes.
Estas informaciones no se pudieron contrastar de forma independiente. Los medios estatales no informan sobre las protestas críticas con el sistema político del país y, a menudo, las informaciones que proceden de las fuentes próximas a los manifestantes son reprimidas.
Durante su sermón, el ayatolá Jatami también se refirió a Internet y a las redes sociales que los manifestantes utilizan como medio de comunicación. El religioso cree que debe suprimirse Internet por completo e introducir una red controlada por el Estado, un proyecto sobre el que se discute desde hace años en el país.
Las protestas, iniciadas el jueves pasado sobre todo en zonas rurales del norte del país, dejaron hasta ahora 19 muertos. En ellas fueron arrestadas más de mil personas, entre ellas un ciudadano de la Unión Europea al que se acusa de haber sido enviado por servicios secretos extranjeros para instigar las manifestaciones.
Según el Ministerio de Interior, hasta el miércoles participaron en las protestas críticas con el sistema unas 42.000 personas, mientras que cientos de miles salieron a la calle a apoyar a la cúpula del país. Sin embargo, en los últimos cuatro años los candidatos cercanos al clero perdieron importantes elecciones frente a los reformistas.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará hoy a las 20:00 GMT una reunión de urgencia sobre la situación en Irán, a petición de Estados Unidos.