GAZA, Mai Yaghi, (AFP) - El movimiento islamista se dio por objetivo "liberar a toda Palestina", o sea destruir a Israel a largo plazo, al mismo tiempo que administrar la vida cotidiana de millón y medio de habitantes de Gaza, zona que controla desde su llegada al poder en junio de 2007.
Luego de la devastadora ofensiva israelí del invierno 2008-2009, el Hamas decretó una tregua unilateral de disparos de cohetes contra Israel.
Sin embargo, la continuación del bloqueo israelí ofreció un ambiente ideal para los grupos extremistas islámicos que no se consideran obligados a cumplir el cese al fuego.
Dos combatientes del Yihad islámico murieron el martes y otros dos resultaron heridos por disparos israelíes, aparentemente en un ataque abortado en la frontera entre Israel y el enclave palestino.
"El Hamas trata de detener los disparos de cohetes pues teme que una reacción israelí lo debilite, o lo elimine", explicó un analista político palestino Talal Awkal.
Según este último, pese a su retórica guerrera, "el objetivo prioritario del Hamas es conservar el control de Gaza".
Ministros israelíes amenazaron con "aniquilar" al Hamas, reprochando a sus predecesores de no ir hasta el fondo de la operación militar punitiva "Plomo endurecido" (más de 1.400 muertos palestinos).
La ofensiva del Tsahal tenía por principal objetivo detener los ataques con cohete contra el sur de Israel.
"El Hamas toma muy en serio las amenazas de Israel de una nueva guerra en Gaza", subrayó el politólogo Mukhaimer Abu Saada, de la universidad Al-Azhar de Gaza.
"Por eso está determinado a cesar los disparos (de cohetes) para evitar que la situación se degrade, pero sin decirlo en voz alta, pues eso equivaldría a dañar su imagen", subrayó.
En efecto, Hamas, que privilegia actualmente la lucha política, está forzado a tener en cuenta el desafío que representan los grupos armados más radicales.
A inicios de la semana, el Yihad islámico lo acusó de haber detenido brevemente a uno de sus comandos y confiscado sus armas para impedirles atacar a soldados israelíes.
Uno de sus cuadros aseguró que "no hay en absoluto tregua entre la Resistencia y el enemigo".
Otra organización, la Brigada Ansar al-Sunna, un grupúsculo salafista de Gaza considerado como cercano a Al-Qaida, reivindicó un ataque con cohete que mató el mes pasado a un obrero agrícola tailandés en el sur de Israel y anunció su intención de reincidir.
Si se esfuerza por detener los disparos de cohetes, el Hamas se abstiene de denunciarlo.
"No hay ninguna contradicción. El Hamas apoya el principio del derecho a la resistencia (a Israel), pero la táctica a seguir debe ser controlada y hay siempre discusiones en curso entre los diferentes grupos armados", declaró a la AFP Taher al-Nounou, portavoz del Hamas.
El Hamas dijo que logró -en nombre del "consenso nacional"- un acuerdo con otras organizaciones combatientes palestinas para respetar un cese al fuego temporal, al mismo tiempo que conserva el derecho de responder en caso de incursión israelí en Gaza.
Cerca de 80 cohetes y obuses de mortero fueron lanzados de Gaza contra Israel desde inicios de año, según un balance del ejército israelí.
Sin embargo, los disparos prácticamente cesaron desde inicios de abril tras enfrentamientos violentos que causaron cuatro muertos en la frontera entre Gaza e Israel, dos soldados israelíes y dos combatientes del Yihad islámico.
En este contexto, Hamas procedió este jueves a ejecutar a dos palestinos condenados a muerte por colaboración con Israel.
Luego de la devastadora ofensiva israelí del invierno 2008-2009, el Hamas decretó una tregua unilateral de disparos de cohetes contra Israel.
Sin embargo, la continuación del bloqueo israelí ofreció un ambiente ideal para los grupos extremistas islámicos que no se consideran obligados a cumplir el cese al fuego.
Dos combatientes del Yihad islámico murieron el martes y otros dos resultaron heridos por disparos israelíes, aparentemente en un ataque abortado en la frontera entre Israel y el enclave palestino.
"El Hamas trata de detener los disparos de cohetes pues teme que una reacción israelí lo debilite, o lo elimine", explicó un analista político palestino Talal Awkal.
Según este último, pese a su retórica guerrera, "el objetivo prioritario del Hamas es conservar el control de Gaza".
Ministros israelíes amenazaron con "aniquilar" al Hamas, reprochando a sus predecesores de no ir hasta el fondo de la operación militar punitiva "Plomo endurecido" (más de 1.400 muertos palestinos).
La ofensiva del Tsahal tenía por principal objetivo detener los ataques con cohete contra el sur de Israel.
"El Hamas toma muy en serio las amenazas de Israel de una nueva guerra en Gaza", subrayó el politólogo Mukhaimer Abu Saada, de la universidad Al-Azhar de Gaza.
"Por eso está determinado a cesar los disparos (de cohetes) para evitar que la situación se degrade, pero sin decirlo en voz alta, pues eso equivaldría a dañar su imagen", subrayó.
En efecto, Hamas, que privilegia actualmente la lucha política, está forzado a tener en cuenta el desafío que representan los grupos armados más radicales.
A inicios de la semana, el Yihad islámico lo acusó de haber detenido brevemente a uno de sus comandos y confiscado sus armas para impedirles atacar a soldados israelíes.
Uno de sus cuadros aseguró que "no hay en absoluto tregua entre la Resistencia y el enemigo".
Otra organización, la Brigada Ansar al-Sunna, un grupúsculo salafista de Gaza considerado como cercano a Al-Qaida, reivindicó un ataque con cohete que mató el mes pasado a un obrero agrícola tailandés en el sur de Israel y anunció su intención de reincidir.
Si se esfuerza por detener los disparos de cohetes, el Hamas se abstiene de denunciarlo.
"No hay ninguna contradicción. El Hamas apoya el principio del derecho a la resistencia (a Israel), pero la táctica a seguir debe ser controlada y hay siempre discusiones en curso entre los diferentes grupos armados", declaró a la AFP Taher al-Nounou, portavoz del Hamas.
El Hamas dijo que logró -en nombre del "consenso nacional"- un acuerdo con otras organizaciones combatientes palestinas para respetar un cese al fuego temporal, al mismo tiempo que conserva el derecho de responder en caso de incursión israelí en Gaza.
Cerca de 80 cohetes y obuses de mortero fueron lanzados de Gaza contra Israel desde inicios de año, según un balance del ejército israelí.
Sin embargo, los disparos prácticamente cesaron desde inicios de abril tras enfrentamientos violentos que causaron cuatro muertos en la frontera entre Gaza e Israel, dos soldados israelíes y dos combatientes del Yihad islámico.
En este contexto, Hamas procedió este jueves a ejecutar a dos palestinos condenados a muerte por colaboración con Israel.