"Cuando empecé esta novela quería contar una aventura de libros, de amistad", explica el escritor a los periodistas al día siguiente de la publicación en España de su nuevo libro.
"A medida que me adentraba en ella, me fui dando cuenta que entraba en el terreno oscuro, el terreno incómodo, que es en el calabozo (...). Me di cuenta que ahora esa historia valía también para el presente", agrega.
"No pude evitar mientras la escribía pensar en los fanatismos de ahora. No solamente hablo del islam radical sino de tantos fanatismos, nacionalismos radicales, en fin hay mil tipos de fanatismo", dice.
Pérez-Reverte, de 63 años, exreportero de guerra que publicó su primera novela en 1986 y habla como escribe, a toda velocidad, agrega: "La única certeza que tengo es que sin cultura estamos perdidos".
Y para ilustrar sus palabras, el prolífico autor de una treintena de libros, entre ellos la famosa saga de novelas de capa y espada protagonizada por el Capitán Alatriste, no deja títere con cabeza.
El gobierno conservador español de Mariano Rajoy, con su política de austeridad, "se ha cargado lo poco que había" de cultura en el país, denuncia.
"El anterior la frivolizó. Éste se ha cargado hasta esa. Para éste no existe. Ha hecho un desmantelamiento cultural enorme", lanza, antes de arremeter con América Latina, donde tiene mucho éxito.
"Mira Argentina, mira Venezuela... Cuando no tienes mecanismos de defensa culturales estás indefenso", asegura. "Te llega el demagogo de turno, te llega el Pinochet, o te llega el Castro, o como quieras llamarlo... quién sea, o el Zapatero o el Rajoy y te llevan al huerto", añade.
- Luz contra oscurantismo -
Después, vuelve a su nueva novela, de 582 páginas, editada en España por Alfaguara.
Con ella ha querido sumir al lector en la atmósfera de Madrid y París de finales del siglo XVIII, y dar cabida a la guerra de ideas que se inició en esa época y desembocó en el siglo de las luces.
La 'Encyclopédie' es el símbolo de toda una época en que las palabras podían valer la prisión o la muerte.
En ese "diccionario razonado de las ciencias de las artes y los oficios", el filósofo francés Denis Diderot alude al saber del pueblo y sortea la censura con un ingenioso sistema de referencias entre palabras, asociando por ejemplo 'eucaristía' y 'canibalismo'.
Fue "un chorro de luz sobre Europa, que todavía estaba oscura", afirma el escritor.
Los dos 'hombres buenos' de Pérez-Reverte, Don Hermógenes Molina y Don Pedro Zárate, parten así a la búsqueda de la enciclopedia de Diderot y D'Alembert, prohibida en España. En un París de cafés y salones literarios, libertino y políticamente explosivo, viven una sucesión de intrigas y aventuras.
El escritor quería "que el lector sienta que ha estado allí", explica. Que piense "me he paseado por el París revolucionario de la mano de los hombres buenos", agrega.
"España quedó descolgada de la modernidad a partir del siglo XVII", afirma, defendiendo la cultura de las luces y de la razón, del diálogo, por oposición a la España maniquea, aún muy real, fruto de ocho siglos de conflicto entre el islam y la cristiandad.
Por último, rinde homenaje a "ese territorio común", la lengua de Cervantes, que une a los hablantes del español. "Es la única patria que me emociona", dice Pérez-Reverte.
El autor, que para cada libro asegura investigar entre seis y ocho meses, siente que "escribir es una tortura".
"Yo no soy un artista, soy un escritor profesional que cuenta historias".