El expresidente Pujol presenta un libro sobre los 23 años de CiU


Visiblemente seducido por el hecho de que una italiana centrara su atención en Catalunya, y de que se expresara en catalán --en un catalán impecable--, Pujol habló durante más de media hora sobre su libro. "El argumento del libro lo conozco. De memoria. La autora explica cosas que ha visto desde fuera. Las puedo explicar desde dentro. No desde dentro del Govern, desde dentro de mí mismo".
"La Generalitat no era nada. No tenía nada. Ni dinero ni funcionarios".



El expresidente Pujol presenta un libro sobre los 23 años de CiU
TONI SUST
BARCELONA
Jordi Pujol llegó ayer a la Facultad de Historia de la Universitat de Barcelona, se encontró con la historiadora italiana Paola Lo Cascio, autora de Nacionalisme i Autogovern. Catalunya 1980-2003, y la puso a leer.
Faltaban minutos para que empezara la presentación del libro, en el que Lo Cascio analiza la gestión de CiU en sus 23 años en el Gobierno catalán. Pujol y Lo Cascio se sentaron. Él repasó partes de la obra. Ella, aplicada, leía un artículo de prensa que el primero le había suministrado con gesto enérgico.

De centro, de misa
Visiblemente seducido por el hecho de que una italiana centrara su atención en Catalunya, y de que se expresara en catalán --en un catalán impecable--, Pujol habló durante más de media hora sobre su libro. "El argumento del libro lo conozco. De memoria. La autora explica cosas que ha visto desde fuera. Las puedo explicar desde dentro. No desde dentro del Govern, desde dentro de mí mismo".
"La Generalitat no era nada. No tenía nada. Ni dinero ni funcionarios". Entonces, en 1980, CiU se topó con la sorpresa de dirigir el país cuando no mucho antes todo apuntaba a que la coalición sería una tercera pata, "más de centro, más de misa", en la que se apoyarían dos partidos de izquierda, el PSC y el PSUC. Recordó el ejemplo del presidente de la Mancomunitat, Enric Prat de la Riba, y del president, Josep Tarradellas, que apenas tenían poder, pero sí una cosa vital: "Papel de carta y un sello". Una institución que defender, aunque con pocos elementos sólidos detrás.
De Tarradellas salvó, aunque sin compartirla, su oposición al Estatut del 1979 --que recuerda a la de Pujol ante la discusión del texto actual-- y citó sus palabras: "Los catalanes pensamos que siempre tenemos razón y que nos la darán fácilmente". El exlíder de CiU matizó que los nacionalistas lograran la hegemonía y subrayó que siempre tuvieron en contra al mundo intelectual, "no digamos ya al mediático". Mundos que combatieron sus tesis. "A veces, incluso TV-3", remachó.
Citó como éxitos de su gestión la propia TV-3, Catalunya Ràdio, la inmersión lingüística --"Sin ella, la situación sería catastrófica", opinó--, el modelo sanitario, la gestión de Mas Colell en Universitats...
Y se despidió pujoleando: "Lo Cascio es un apellido...Ah, siciliano...¿Su padre es siciliano? ¿Quién es su padre?". Y el padre, orgulloso, se levantó del asiento.
Martes, 10 de Febrero 2009
El Periódico de Catalunya
           


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