EL CAIRO, 19 noviembre 2009 (AFP) -
Egipto llamó a su embajador después de haber condenado las "agresiones sufridas" por los egipcios que viajaron a Jartum, en Sudán, a presenciar el partido de desempate en el que los "Verdes" argelinos derrotaron 1-0 a los "Faraones" egipcios.
El embajador en Egipto, Abdelkader Hadjar, fue convocado el jueves al ministerio de Relaciones Exteriores para ser notificado de la "extrema indignación de Egipto".
Hadja ya había sido convocado una primera vez el lunes pasado a raíz de los ataques sufridos por las empresas egipcias en Argel.
Se le recordó al diplomático argelino que "su gobierno es responsable de la protección de la presencia egipcia en Argelia", indicó el ministerio de Relaciones Exteriores.
El presidente egipcio hizo saber que seguía el asunto personalmente.
En las últimas semanas, y particularmente en los últimos días, la tensión aumentó considerablemente entre Argelia y Egipto, países para los que la clasificación al Mundial de Sudáfrica ponía en juego su prestigio interno e internacional.
Los medios de comunicación argelinos y egipcios se acusaron mutuamente de haber hecho subir la presión, lo que se tradujo en ataques de tono nacionalista en internet.
El jueves 12 de noviembre pasado, tres jugadores argelinos resultaron heridos cuando el autobús que transportaba a la selección argelina en El Cairo, donde se disputó el último partido del grupo, fue atacado a pedradas.
El sábado 14 de noviembre, después del partido ganado por Egipto 2-0 en El Cairo, se produjeron violentos incidentes en El Cairo.
En represalia, en Argelia hubo ataques contra los locales de las empresas egipcias, en particular los de la compañía aérea Egypt Air y los de la filial del grupo de telecomunicaciones Orscom.
En los últimos días, Egipto redobló los pedidos de protección de sus ciudadanos residentes en Argelia.
Por su parte, el jueves, el gobierno sudanés convocó al embajador de Egipto en Jartum para expresarle su descontento por las "falsas informaciones" de la prensa egipcia sobre los enfrentamientos de la noche del miércoles después del partido.
La prensa egipcia dio cuenta de al menos un muerto en esos incidentes, afirmación desmentida por el ministerio egipcio de Relaciones Exteriores.
Aficionados egipcios dijeron a la AFP que los autobuses que iban de Omdurman, suburbio de Jartum, al aeropuerto habían sido apedreados.
Un vocero de la policía de Jartum, Abdel Majid Al Tayeb, afirmó por su parte que cuatro personas habín sido levemente heridas después del partido.
En declaraciones a la televisión pública egipcia, el ministro egipcio de la Salud, Hatem El Gabali, indicó que 21 egipcios habían sido heridos en Sudán, precisando que se trataba de "heridas leves".
Egipto llamó a su embajador después de haber condenado las "agresiones sufridas" por los egipcios que viajaron a Jartum, en Sudán, a presenciar el partido de desempate en el que los "Verdes" argelinos derrotaron 1-0 a los "Faraones" egipcios.
El embajador en Egipto, Abdelkader Hadjar, fue convocado el jueves al ministerio de Relaciones Exteriores para ser notificado de la "extrema indignación de Egipto".
Hadja ya había sido convocado una primera vez el lunes pasado a raíz de los ataques sufridos por las empresas egipcias en Argel.
Se le recordó al diplomático argelino que "su gobierno es responsable de la protección de la presencia egipcia en Argelia", indicó el ministerio de Relaciones Exteriores.
El presidente egipcio hizo saber que seguía el asunto personalmente.
En las últimas semanas, y particularmente en los últimos días, la tensión aumentó considerablemente entre Argelia y Egipto, países para los que la clasificación al Mundial de Sudáfrica ponía en juego su prestigio interno e internacional.
Los medios de comunicación argelinos y egipcios se acusaron mutuamente de haber hecho subir la presión, lo que se tradujo en ataques de tono nacionalista en internet.
El jueves 12 de noviembre pasado, tres jugadores argelinos resultaron heridos cuando el autobús que transportaba a la selección argelina en El Cairo, donde se disputó el último partido del grupo, fue atacado a pedradas.
El sábado 14 de noviembre, después del partido ganado por Egipto 2-0 en El Cairo, se produjeron violentos incidentes en El Cairo.
En represalia, en Argelia hubo ataques contra los locales de las empresas egipcias, en particular los de la compañía aérea Egypt Air y los de la filial del grupo de telecomunicaciones Orscom.
En los últimos días, Egipto redobló los pedidos de protección de sus ciudadanos residentes en Argelia.
Por su parte, el jueves, el gobierno sudanés convocó al embajador de Egipto en Jartum para expresarle su descontento por las "falsas informaciones" de la prensa egipcia sobre los enfrentamientos de la noche del miércoles después del partido.
La prensa egipcia dio cuenta de al menos un muerto en esos incidentes, afirmación desmentida por el ministerio egipcio de Relaciones Exteriores.
Aficionados egipcios dijeron a la AFP que los autobuses que iban de Omdurman, suburbio de Jartum, al aeropuerto habían sido apedreados.
Un vocero de la policía de Jartum, Abdel Majid Al Tayeb, afirmó por su parte que cuatro personas habín sido levemente heridas después del partido.
En declaraciones a la televisión pública egipcia, el ministro egipcio de la Salud, Hatem El Gabali, indicó que 21 egipcios habían sido heridos en Sudán, precisando que se trataba de "heridas leves".