De izquierda a derecha, Mahmud Ahmadi Nijad, Bashar AlAsad y Hasan Nasrala
DAMASCO, (AFP) - El jeque Nasralá, que llegó acompañado por una importante delegación de su movimiento, cenó con el presidente sirio Bachar al Assad, agregó la agencia, sin dar más detalles.
Según Al Manar, la televisión del Hezbolá, Nasralá habló con Ahmadinejad sobre "los últimos acontecimientos en la región y las amenazas sionistas contra Líbano y Siria". El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki, asistió a esta reunión.
Desde el conflicto de 2006 (11 de julio al 14 de agosto) entre la organización chiita Hezbolá e Israel, que devastó Líbano y dejó más de mil muertos libaneses, las apariciones públicas de Nasralá son muy raras.
El jeque Nasralá, que ha sido amenazado de muerte por Israel, evita participar en conmemoraciones religiosas o mítines políticos y pronuncia sus discursos para la televisión desde un lugar secreto.
Siria e Irán apoyan al Hezbolá, el único movimiento que conservó su arsenal militar después de la guerra civil en Líbano (1975-1990).
El miércoles pasado, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, cuyo país inició un acercamiento con Siria, pidió a Damasco que "dejara de armar" al Hezbolá.
Recientemente, Israel y Siria se amenazaron mutuamente con represalias en caso de conflicto y Nasralá advirtió que su movimiento bombardearía las infraestructuras israelíes si el Estado hebreo atacaba a Líbano.
Israel no logró vencer al Hezbolá, a pesar de una violenta ofensiva lanzada después de que ese movimiento capturó a dos soldados israelíes, cuyos restos fueron luego entregados al Estado hebreo.
Según Al Manar, la televisión del Hezbolá, Nasralá habló con Ahmadinejad sobre "los últimos acontecimientos en la región y las amenazas sionistas contra Líbano y Siria". El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki, asistió a esta reunión.
Desde el conflicto de 2006 (11 de julio al 14 de agosto) entre la organización chiita Hezbolá e Israel, que devastó Líbano y dejó más de mil muertos libaneses, las apariciones públicas de Nasralá son muy raras.
El jeque Nasralá, que ha sido amenazado de muerte por Israel, evita participar en conmemoraciones religiosas o mítines políticos y pronuncia sus discursos para la televisión desde un lugar secreto.
Siria e Irán apoyan al Hezbolá, el único movimiento que conservó su arsenal militar después de la guerra civil en Líbano (1975-1990).
El miércoles pasado, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, cuyo país inició un acercamiento con Siria, pidió a Damasco que "dejara de armar" al Hezbolá.
Recientemente, Israel y Siria se amenazaron mutuamente con represalias en caso de conflicto y Nasralá advirtió que su movimiento bombardearía las infraestructuras israelíes si el Estado hebreo atacaba a Líbano.
Israel no logró vencer al Hezbolá, a pesar de una violenta ofensiva lanzada después de que ese movimiento capturó a dos soldados israelíes, cuyos restos fueron luego entregados al Estado hebreo.