En total, 265 piezas -- pertenecientes a varias culturas ancestrales de Ecuador -- integran la muestra "Chamanes y Divinidades del Ecuador precolombino" de este museo francés dedicado las artes y civilizaciones de Africa, Asia, Oceanía y América Latina.
"Es la mayor exposición de este tipo organizada fuera de Ecuador en los últimos años, posiblemente en toda su historia", declaró ante la prensa el presidente del museo, Stéphane Martin, antes de la ceremonia inaugural, a la que asistió el ministro de Cultura de Ecuador, Guillaume Long.
"Lo que aspiramos con esta muestra es hacer descubrir las costumbres, los valores y los conocimientos del chamanismo, que integran una cultura milenaria que sobrevive hasta ahora", explicó a la AFP el curador de la exposición, Santiago Ontaneda-Luciano.
En las culturas prehispánicas el chamán era considerado como un ser excepcional, al que se le atribuía la capacidad de curar enfermos y comunicarse con el más allá.
Los chamanes eran escogidos desde niños y luego seguían una larga etapa de estudio y experimentación. Por lo general heredaban la sabiduría milenaria de sus padres, aunque ocasionalmente se manifestaba como una vocación tras un sueño o visión.
Se preparaban a sus funciones durante años mediante largos períodos de ayuno, de abstinencia sexual rigurosa y aislamiento prolongado en los bosques y selvas, todo esto con el objetivo de afinar sus sentidos.
- "Piezas únicas" -
Las obras, de una calidad estética excepcional, provienen principalmente de cuatro culturas de la costa ecuatoriana (Chorrera, Bahía, Jama-Coaque y Tolita) y de una de la Alta Amazonía (Mayo Chinchipe-Marañon).
En los yacimientos arqueológicos de esta última cultura, de más de 5.000 años de antigüedad, se encontraron en recientes excavaciones los restos más antiguos del chamanismo.
"El proceso de selección de estas piezas únicas, procedentes de varios museos ecuatorianos, tomó más de cinco años", cuenta a la AFP Francisco Valdés, consejero científico de la exposición.
La muestra está dispuesta de tal forma que parece invitar al público a participar en una ceremonia ritual chamánica, mientras se escucha a lo lejos una música proveniente de instrumentos de viento precolombinos.
Destaca entre las piezas una figura que representa a un chamán con rasgos de felino, serpiente y águila de arpía, una combinación de tres animales sagrados que simboliza al hombre que ha accedido a un estado de consciencia plena.
"El chamanismo está estrechamente vinculado con la naturaleza y los animales, que ocupan un lugar primordial en las creencias de los pueblos ancestrales", explica el curador de la muestra.
Los chamanes creían que si trataban a la naturaleza con respeto, ésta les proporcionaría todos los elementos necesarios a su supervivencia.
"Con esta exposición queremos mostrar que existen otros valores y sobre todo otros principios éticos íntimamente vinculados con la naturaleza", explica Ontaneda.
"El mundo occidental le ha dado la espalda a la naturaleza. Vamos a tener problemas muy graves si no comenzamos a ver a la naturaleza", advierte este arqueólogo.
Además de las piezas de cerámica y piedra, máscaras de oro, narigueras, clavos faciales y pendientes de oro o concha, completan la muestra.
Paralelamente a la exhibición, se expondrá una selección de 24 impresiones originales y negativos que documentan la actividad misionera de los sacerdotes salesianos en las sociedades aborígenes Shuar entre 1900 y 1930.
Este patrimonio fue inscrito en 2015 en el registro internacional de la memoria del mundo de la UNESCO.