El lunes, en un intento de resolver la crisis, el presidente iraquí, Fuad Masum, pidió al diputado chiita Haidar al Abadi que forme un gobierno y remplace al primer ministro saliente Nuri al Maliki, quien la víspera amenazó con querellarse con el jefe de Estado.
Washington, por primera vez desde la retirada de sus tropas del país a finales de 2011, empezó a intervenir directamente en Irak con bombardeos contra las posiciones yihadistas en el norte y el lunes afirmó que también entrega armas a los kurdos.
"Colaboramos con el gobierno iraquí para enviar armas a los kurdos, que las necesitan bastante (...) les proporcionamos armas de nuestros arsenales", dijo a la CNN Marie Harf, una portavoz de la diplomacia estadounidense.
Harf reveló que esta cooperación empezó la semana pasada pero no precisó qué ministerio u organismo estadounidense se encarga de la entrega ni cuántas armas o qué tipo de armamento ha sido enviado.
La Unión Europea por su parte convocó una reunión extraordinaria de sus embajadores en Bruselas el martes para examinar las formas de frenar la ofensiva yihadista.
Francia pidió durante la mañana a la UE que se "movilice" ante el pedido de armas de los kurdos en Irak.
El ejército iraquí lleva dos meses en apuros ante la ofensiva yihadista que se ha hecho con amplias partes del territorio sin enfrentar mucha resistencia.
En el norte del país, las fuerzas kurdas han sido durante un tiempo las únicas en frenar a los yihadistas. Reputadas por su eficacia y organización, los peshmergas incluso sacaron provecho de la retirada del ejército para hacerse con nuevos territorios.
Pero presionados financieramente y hundidos por el peso que representa garantizar la seguridad en un territorio ampliado en un 40%, han perdido terreno. Los yihadistas se han acercado a una cuarentena de km de Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, y a hacerse con la represa de Mosul, la mayor del país.
Las dificultades de los peshmergas han pesado en la decisión de Washington de llevar a cabo ataques aéreos contra los yihadistas. Desde el jueves, las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo "con éxito múltiples bombardeos" para "defender a las fuerzas kurdas cerca de Erbil", según responsables.
Ha permitido a los peshmergas retomar la ventaja en algunas ciudades, como Majmur y Gwer. Pero perdieron la ciudad de Jalawla, a 130 km al noreste de Bagdad, tras dos días de intensos combates.
- Nuevo primer ministro -
En Bagdad, meses después de las legislativas del 30 de abril, el presidente Fuad Masum encargó a Haidar al Abadi que forme un nuevo gobierno en una breve ceremonia transmitida en vivo por la televisión.
"El país está ahora en sus manos", le dijo Masum a Al Abadi.
Poco antes, el bloque parlamentario del partido chiita Alianza Nacional había presentado la candidatura de Al Abadi, actual vicepresidente del parlamento, para remplazar al primer ministro Nuri al Maliki.
Nacido en 1952 en Bagdad, Al Abadi tiene un doctorado de la Universidad de Manchester.
La constitución iraquí estipula que el presidente iraquí debe encargar formar gobierno al candidato del principal bloque del parlamento, pero la disputa jurídica consistía en determinar si este bloque es la coalición Estado de Derecho de Maliki o la más amplia Alianza Nacional.
El domingo por la noche, Maliki había anunciado su intención de interponer querella contra el presidente por violación de la Constitución.
El anunció provocó la ira de Estados Unidos que exhortó a Maliki a no sumar una crisis política a la actual situación de emergencia militar y humanitaria.
En el terreno, la situación humanitaria sigue siendo catastrófica en el norte de Irak, con cientos de miles de personas desplazadas por el avance yihadista. Entre los refugiados hay numerosos cristianos que huyeron de Mosul, segunda ciudad del país en manos de los yihadistas desde junio, y la localidad cristiana de Qaraqosh, tomada por el EI la semana pasada.
La minoría kurdohablante y no musulmana de los yazidíes está también amenazada desde la toma de Sinjar, uno de sus bastiones. Atrapados en las áridas montañas de sus alrededores, miles de yazidíes tratan de sobrevivir al hambre y a los yihadistas.
La Liga Árabe acusó el lunes a los yihadistas de perpetrar "crímenes de lesa Humanidad" al perseguir a los yazidíes.