"La pérdida de una aldea o de una ciudad no constituye un cambio radical en la batalla en Siria (...) Las regiones que aún están bajo control del régimen son las más grandes y la mayoría del pueblo sirio está aún de parte del Estado", subrayó Nasralá en la primera entrevista concedida a la cadena oficial siria Ikhbariya desde el inicio de la rebelión, hace cuatro años.
En el noroeste de Siria, la rama local de Al Qaida y rebeldes islamistas se hicieron el 28 de marzo con el control de la ciudad de Idleb, perdiendo el poder su segunda capital provincial.
En el sur, el régimen había perdido tres días antes la ciudad antigua de Bosra Al Sham, y el 1 de abril, el último puesto fronterizo con Jordania aún bajo control de Damasco, eliminando de facto su presencia en esta frontera.
Según el especialista Fabrice Balanche, el régimen controla actualmente en torno al 40% del territorio, en el que vive el 60% de la población.
Nasralá, cuya organización está íntimamente ligada a Teherán, minimizó por otra parte la importancia militar de Irán en Siria: "No hay tropas iraníes en Siria, solo oficiales y asesores, presentes desde hace años con el acuerdo del Estado sirio. Su número ha comenzado a disminuir y es menor que antes", aseguró.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los Guardias de la Revolución, el ejército de élite de la república islámica, combaten junto al Hezbolá y al ejército sirio, principalmente en el sur del país.
"Las decisiones tanto domésticas como en materia de política exterior competen al Estado sirio y la dirección iraní las respeta", aseguró Nasralá, negando que Teherán esté imponiendo decisiones a Damasco.
En la misma línea, también restó importancia a la capacidad de decisión de su movimiento. "Nosotros nos limitamos a ofrecer asistencia (...) Los comandantes militares sirios pueden pedirnos consejo, porque nosotros tenemos mucha experiencia en materia de guerrilla urbana, pero la decisión es suya", aseveró.
Varios miles de combatientes de Hezbolá se encuentran en Siria, donde han jugado un papel decisivo en las victorias del régimen contra la rebelión.