El último viaje de Miguel Hernández


MADRID. - La herencia de Miguel Hernández ya prepara las maletas para su último viaje. Desde la caja fuerte de un conocido banco catalán el legado del poeta se mudará a Quesada, una pequeña localidad de Jaén de apenas 6.000 habitantes donde nació Josefina Manresa, la mujer del poeta.



Miguel Hernández, durante la guerra civil.
Miguel Hernández, durante la guerra civil.

Las negociaciones entre el Ayuntamiento jiennense, los herederos de Hernández y la Diputación están muy avanzadas y sólo faltan por concretar algunos aspectos del régimen económico y el visto bueno final de la Junta de Andalucía. “Es el mejor destino para la memoria de Miguel. Está claro que no puede seguir como está ahora y ésta es la salida más segura”, explica Lucía Izquierdo, nuera de Miguel Hernández, a Público.

La búsqueda de un nuevo destino para la memoria del poeta comenzó el pasado 17 de octubre cuando el Ayuntamiento de Elche (Alicante), gobernado por el Partido Popular, rompió de manera unilateral el convenio que unía el legado a la ciudad desde hacía más de 20 años  . La alcaldesa ilicitana, Mercedes Alonso, esgrimió la crisis económica como causa de la ruptura y acusó a la familia de recibir tres millones de euros de las arcas municipales. “A Miguel Hernández la derecha lo mató una vez y ahora lo ha vuelto a asesinar. Detrás de la decisión del Ayuntamiento no hay más que motivos ideológicos y el resto son acusaciones falsas. Nos sentimos humillados, ofendidos y traicionados”  , confesó Lucía Izquierdo a este diario el pasado octubre.  El convenio económico, al que tuvo acceso Público, incluía la cantidad de tres millones de euros, pero no para la familia, sino para la fundación que debía gestionar el legado durante un período de 20 años.  
 

La decisión del Consistorio ilicitano, más allá de propiciar una demanda por parte de los herederos del poeta por denigrar la imagen de la familia y de Miguel Hernández, desencadenó una pugna por hacerse con el legado del poeta. El primero en mover ficha fue el Ayuntamiento de Orihuela, localidad natal del poeta. “Tenemos la voluntad y la intención de hacer volver al escritor a su tierra natal, donde siempre debió estar”, señaló en octubre a este periódico Pedro Mancebo, portavoz del equipo de Gobierno oriolano. Las negociaciones entre la Corporación oriolana y los herederos no llegaron, sin embargo, a buen puerto. “Hemos intentado comprar el legado, pero la familia se negó a vender. Ellos sólo quieren cederlo”, explica Montserrate Guillén, alcalde de Orihuela.

La oferta del Consistorio oriolano contemplaba una propuesta económica “cuantiosa” —que fuentes cercanas a la negociación estiman en más de 6.000 euros mensuales— para los herederos del poeta a cambio de la propiedad del legado. La propuesta de la ciudad natal, no obstante, fue descartada por los herederos. “Nunca venderemos el legado de Miguel. Es algo que pertenece a nuestra familia y que siempre tiene que estar con nosotros”, asevera Lucía Izquierdo. El proyecto de difusión cultural del Ayuntamiento de Orihuela también fue considerado insuficiente por parte de la familia, según fuentes cercanas a la negociación. “En la coyuntura económica actual no podemos dar más de lo ofrecido. Estamos en un ajuste de presupuesto y no podíamos poner en marcha un gran proyecto cultural, aunque creemos que estos tiempos pasarán y mantenemos la ilusión de que el legado de Miguel Hernández esté en su tierra”, argumenta Guillén.
El Ministerio de Cultura, con Ángeles González-Sinde al frente, también mostró su interés, aunque no llegó a establecer ninguna negociación concreta. De la misma manera, la Fundación Pablo Iglesias contactó con la familia para conocer de primera mano la situación del legado y aunque no llegó a concretar negociaciones, sí parece haber mostrado su conformidad con el más que presumible destino final del legado: Quesada (Jaén).
 

Tras varios caminos que no llegaron a buen puerto, el legado de Miguel Hernández se encamina hacia Andalucía. Los herederos de Miguel Hernández visitaron la capital jiennense el pasado febrero para reunirse con la Diputación con dos asuntos en el tema del día. Por un lado, acordaron que el poema Andaluces de Jaén se convertirá en el himno oficial de la provincia. Por otro lado, se produjo el primer contacto entre la familia y el Ayuntamiento de Quesada, quien manifestó a los herederos su disposición total a alcanzar un acuerdo para lograr que el legado del poeta se establezca en la ciudad.

 La parte más ilusionante para la familia del poeta es la inclusión del museo en la ruta de poetas andaluces creada por la Junta que recorre, entre otras ciudades, Córdoba, que conmemora a Góngora; Sevilla, con Luis Cernuda; o Granada, con Federico García Lorca. “Miguel no es andaluz, pero su obra está muy ligada a esta tierra desde que conoció a Josefina”, explica Lucía Izquierdo.


“Sabemos que es difícil conseguir el acuerdo, pero la familia está ayudando mucho en las negociaciones y creemos en la posibilidad de tener el legado en Quesada. Es una oportunidad histórica por la que debemos trabajar”, subrayó el alcalde de Quesada, Manuel Vallejo (PSOE), a Público durante el inicio de las negociaciones. Actualmente, el acuerdo entre las partes está más cerca que nunca, aunque cualquier trato debe ser aprobado y ratificado por la Junta de Andalucía.

El Ayuntamiento de Quesada pagará a la familia en concepto de cesión del legado y el uso del nombre, la firma y la imagen del poeta alrededor de 7.000 euros mensuales. Además, la familia conservará los derechos de autor que la obra del poeta genere en otras editoriales no gestionadas por la Fundación o Patronato y el 50% de los derechos de autor que generen las publicaciones que sean fruto del propio convenio. No obstante, la familia ya ha adelantado su intención de renunciar a estos derechos de autor durante un periodo de tiempo de alrededor de dos años para garantizar que el proyecto tenga viabilidad económica.

“Lo más importante para nosotros es que la obra de Miguel llegue al mayor número de gente. Que los estudiosos la analicen, que los jóvenes lo lean y su nombre permanezca en la memoria. Hay políticos que han intentado silenciar su memoria, pero su obra es inmortal. Pablo Neruda, premio Nobel de Literatura en 1971 y amigo del poeta, escribió tras su muerte: “Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor”.  

Los detalles del nuevo convenio con Quesada
 

El convenio, tal y como está formulado hasta ahora, prevé la creación del Museo Miguel Hernández, donde será expuesto parte del legado, que contiene más de 5.000 documentos con poemas propios de Miguel Hernández, correspondencia con su mujer durante la Guerra Civil, con el poeta chileno Pablo Neruda y con su amigo y escritor Ramón Sijé, cuya muerte en 1935 dio lugar a la creación de una de las obras más conocidas del poeta Miguel Hernández:Elegía. También incluye correspondencia de la viuda del poeta con el premio Nobel de Literatura en 1977, Vicente Aleixandre.

El centro se instalará junto al Museo Rafael Zalabeta, pintor natal de Quesada. Además, el proyecto planteará las bases suficientes para una importante difusión cultural de la obra de Miguel Hernández y la habilitación de espacios para que los investigadores puedan continuar el análisis de la vida y obra del escritor a través del legado, que actualmente está interrumpido. “Es fundamental para nosotros que se estudie y se haga el mayor esfuerzo posible para difundir la vida y obra de Miguel”, precisa Lucía Izquierdo. La entidad que se encargará de gestionar todo el aparato cultural será la Fundación o Patronato (aún por decidir) Josefina Manresa & Miguel Hernández.

La cantidad económica con la que estará dotada la entidad aún está por determinar. No obstante, fuentes cercanas a la negociación no creen que esta cantidad pueda alcanzar los 150.000 euros por año como los que establecía el antiguo convenio con la ciudad de Elche. Además, estas mismas fuentes señalan que hay una voluntad por no establecer una cantidad fija de manera que el presupuesto pueda ser adaptable a la situación económica y al propio éxito de los proyectos y actividades culturales. Los fondos procederían de las subvenciones que las instituciones públicas pudieran aportar, los ingresos por taquilla del museo o de las diversas actividades culturales que se organizarían y el 50% de los derechos de autor que genere la venta de publicaciones con la obra de Miguel Hernández.

Domingo, 24 de Junio 2012
Publico.es
           


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