Este galardón, dotado con 40.000 euros, está considerado como el más importante de la literatura española después del Premio Cervantes y se concede al conjunto de la obra literaria de un autor español, escrita en cualquiera de las lenguas cooficiales del país: castellano, gallego, catalán o vasco.
El jurado valoró este año la obra de Lledó por "su aportación de una vía filosófica propia en la que el saber antiguo ayuda al saber presente" y por su defensa del "valor estético y ético de la palabra", precisó el ministerio en un comunicado.
"Es un gran ensayista y divulgador de alto nivel", consideraron los miembros del jurado, subrayando que "entre los temas que trata destacan la defensa de la lectura, la felicidad, el silencio, la belleza y la verdad".
Miembro de la Real Academia de la lengua española desde hace 21 años, Lledó, nacido en Sevilla en 1927, estudió Filosofía y Letras en Madrid para doctorarse después en la universidad alemana de Heidelberg. Es catedrático en tres instituciones españolas.
Entre sus obras destacan "Filosofía y lenguaje" (1971), "Lenguaje e historia" (1978), "El epicureísmo" (1984), "El surco del tiempo" (1992), "Elogio de la infelicidad" (2005) y "Los libros y la libertad" (2013).
En 1992, ya había sido galardonado con el Premio Nacional de Ensayo por su obra "El silencio de la escritura", señaló el ministerio, que concede ambas recompensas.
El Premio Nacional de la Letras Españolas recayó el año pasado en el novelista Luis Goytisolo, autor de obras como la tetralogía "Antagonía", ambientada en la España de la transición democrática tras el fin de la dictadura franquista.