En 1830, tras cuatro siglos de dominación otomana, Grecia se convirtió en un Estado soberano pero bajo la tutela de tres grandes potencias (Francia, Gran Bretaña y Rusia), que "impusieron un rey alemán y absoluto", explica a la AFP el historiador Olivier Delorme.
Se trata del futuro Otón I, "que no sabía nada de Grecia y llegó rodeado de bávaros que administraron el país tratando a los griegos como si fueran sus criados", explica.
Durante los primeros años de la independencia de Grecia, en la corte se hablaba alemán, el periódico oficial se editaba en alemán y los arquitectos alemanes construían Atenas.
Los ministros no tenían ningún poder y "sólo estaban para aplicar lo que les dictaban los bávaros", un sistema que más tarde fue llamado por los griegos "bavarocracia", recuerda el historiador.
La situación actual de Grecia ha devuelto a la memoria este episodio. Desde hace cinco años, los griegos se manifiestan contra los recortes en la plaza Syntagma de Atenas, frente al Parlamento, un edificio neoclásico diseñado precisamente como palacio real por el arquitecto oficial de la corte de Baviera.
"Con la crisis se ha reactivado la memoria de la bavarocracia", explica Delorme, autor de un libro sobre Grecia y los Balcanes. "Cuando miran lo que hoy hace la troika [supervisora de las reformas económicas a cambio de dos planes de rescate] lo ven como una réplica", asegura.
El rey Otón I fue expulsado en 1862 y sus últimas palabras antes de morir, de nuevo en Baviera, fueron "Grecia, Grecia, mi querida Grecia". En otro eco a la situación actual, en 1898 Grecia quebró y tuvo que pedir ayuda a acreedores internacionales.
- El traumatismo de la ocupación nazi -
La ocupación nazi de Grecia, entre 1941 y 1944, es otro de los traumatismos en la relación bilateral, porque para los griegos supuso "una ola de salvajismo", según el historiador francés.
Los nazis arrasaron y saquearon el país, provocando una inmensa hambruna, recuerda por su parte el historiador grecoalemán Hagen Fleischer.
"Durante el primer invierno, al menos 100.000 griegos murieron de hambre", explica Fleischer, y más de 50.000 judíos griegos fueron deportados a los campos de la muerte.
"Se hacía pan con hierba, sopa con la paja de las escobas", recuerda Delorme. "Cuando hoy las políticas de austeridad llevan a muchas personas a los bancos de alimentos se reactiva el recuerdo de todo aquello", asegura.
Los nazis también cometieron masacres, como la del pueblo de Distomo, el 20 de junio de 1944, donde murieron 218 personas.
Alemania nunca pagó compensaciones por los crímenes cometidos durante la guerra, y el gobierno de Alexis Tsipras sigue reclamándolas porque lo considera "un deber" con la historia del país.
Esta historia común entre ambas naciones ha dejado una mala imagen de Alemania en Grecia, como demuestran las fotos de la canciller Angel Merkel con bigote de Hitler que se han visto en las manifestaciones. Sin embargo Alemania es también tierra de acogida para los griegos, donde hay actualmente más de 300.000.