"Congelaremos los bienes de los ministros de Justicia e Interior estadounidenses en Turquía, si tienen", anunció hoy en un discurso retransmitido por la televisión durante un congreso de la sección femenina del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
El Gobierno estadounidense aprobó el miércoles sanciones contra los ministros turcos de Interior, Süleyman Soylu, y de Justicia, Abdülhamit Gül, por su papel esencial en el caso Brunson. Con ello se congelan todos sus bienes en Estados Unidos al tiempo que se prohíbe hacer cualquier negocio con ellos.
No está claro sin embargo a quiénes se refiere exactamente Erdogan porque en Estados Unidos, el secretario del Interior tiene otras competencias que en el resto del país y el Departamento que en realidad tiene la competencia de las seguridad interna es el de Seguridad Nacional.
Erdogan dijo que Washington hace uso de un lenguaje "de amenazas y sanciones tontas" y declaró que el presidente Donald Trump, está siendo engañado por círculos "evangélicos, sionistas" en Estados Unidos. Además añadió que Ankara espera poder llegar a una solución rápida. "Los canales diplomáticos trabajan muy intensamente", aseguró y destacó que espera que Estados Unidos entre en razón lo antes posible.
Brunson fue encarcelado en octubre de 2016 y fue acusado de cargos de terrorismo y espionaje en diciembre de ese mismo año. La Fiscalía pide hasta 35 años de cárcel. La semana pasado fue trasladado a arresto domiciliario y no puede salir de su casa en Esmirna, en el oeste del país. Trump ha exigido personalmente en varias ocasiones la puesta en libertad del sacerdote cristiano de 50 años.
Turquía acusa al estadounidense de tener vínculos con el movimiento del clérigo Fethullah Gülen, autoexiliado en Estados Unidos, a quien Ankara acusa de estar detrás del fallido golpe de Estado perpetrado por una facción del Ejército en julio de 2016.
El pasado septiembre, Erdogan había insinuado a Washington la entrega del preso a cambio de la extradición de Gülen.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, mantuvo un encuentro hoy en Singapur en el marco del foro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean). Ambas partes calificaron la conversación de constructiva. Sin embargo, Brunson no es el único punto de disputa en las cada vez más tensas relaciones entre los socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Turquía acordó con Rusia la compra de sistemas de misiles S-400 para la defensa antiaérea. Al mismo tiempo, Ankara quiere adquirir aviones de combate F-35 de Estados Unidos, contra los que en teoría se podría emplear el sistema S-400. En Washington temen que Ankara pueda pasar informaciones a Moscú, ya que en los últimos años, Erdogan ha intensificado las relaciones con el presidente Vladimir Putin.
El Senado estadounidense ha bloqueado el negocio de los F-35 por el caso Brunson y exige sanciones contra Turquía si Ankara compra el sistema S-400. Además, La Cámara de Representantes exige congelar grandes envíos de armas hasta que se haga un informe sobre las relaciones de Estados Unidos con Turquía.
El Gobierno estadounidense aprobó el miércoles sanciones contra los ministros turcos de Interior, Süleyman Soylu, y de Justicia, Abdülhamit Gül, por su papel esencial en el caso Brunson. Con ello se congelan todos sus bienes en Estados Unidos al tiempo que se prohíbe hacer cualquier negocio con ellos.
No está claro sin embargo a quiénes se refiere exactamente Erdogan porque en Estados Unidos, el secretario del Interior tiene otras competencias que en el resto del país y el Departamento que en realidad tiene la competencia de las seguridad interna es el de Seguridad Nacional.
Erdogan dijo que Washington hace uso de un lenguaje "de amenazas y sanciones tontas" y declaró que el presidente Donald Trump, está siendo engañado por círculos "evangélicos, sionistas" en Estados Unidos. Además añadió que Ankara espera poder llegar a una solución rápida. "Los canales diplomáticos trabajan muy intensamente", aseguró y destacó que espera que Estados Unidos entre en razón lo antes posible.
Brunson fue encarcelado en octubre de 2016 y fue acusado de cargos de terrorismo y espionaje en diciembre de ese mismo año. La Fiscalía pide hasta 35 años de cárcel. La semana pasado fue trasladado a arresto domiciliario y no puede salir de su casa en Esmirna, en el oeste del país. Trump ha exigido personalmente en varias ocasiones la puesta en libertad del sacerdote cristiano de 50 años.
Turquía acusa al estadounidense de tener vínculos con el movimiento del clérigo Fethullah Gülen, autoexiliado en Estados Unidos, a quien Ankara acusa de estar detrás del fallido golpe de Estado perpetrado por una facción del Ejército en julio de 2016.
El pasado septiembre, Erdogan había insinuado a Washington la entrega del preso a cambio de la extradición de Gülen.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, mantuvo un encuentro hoy en Singapur en el marco del foro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean). Ambas partes calificaron la conversación de constructiva. Sin embargo, Brunson no es el único punto de disputa en las cada vez más tensas relaciones entre los socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Turquía acordó con Rusia la compra de sistemas de misiles S-400 para la defensa antiaérea. Al mismo tiempo, Ankara quiere adquirir aviones de combate F-35 de Estados Unidos, contra los que en teoría se podría emplear el sistema S-400. En Washington temen que Ankara pueda pasar informaciones a Moscú, ya que en los últimos años, Erdogan ha intensificado las relaciones con el presidente Vladimir Putin.
El Senado estadounidense ha bloqueado el negocio de los F-35 por el caso Brunson y exige sanciones contra Turquía si Ankara compra el sistema S-400. Además, La Cámara de Representantes exige congelar grandes envíos de armas hasta que se haga un informe sobre las relaciones de Estados Unidos con Turquía.