Una estatua de Eros
Una nueva exhibición del Museo de arte Metropolitano, "La cambiante imagen de Eros, el dios del amor en la antigua Grecia, desde la Antigüedad hasta el Renacimiento", demuestra que el amor tal y cómo lo entendemos no sólo dura para siempre sino que ha estado ahí en la misma forma desde siempre.
La pieza central de la muestra, que se inauguró la semana pasada y que estará abierta hasta el 23 de junio, es una gran escultura de tamaño real de bronce de Eros en la que se le presenta como un bebé dormido.
De manera inusual para el arte griego, los ojos del dios están cerrados, su boca abierta y su mano izquierda yace flácida, después de haber dejado caer su famosa flecha.
"Se encuentra en una pausa en sus tareas y está durmiendo una siesta", dijo a la AFP el curador Sean Hemingway al describir la escultura.
Esas labores, según la tradición, se parecían mucho a como la imaginan actualmente los adolescentes enamorados: Eros disparando flechas de amor.
Mucho menos sabido es que Eros tenía dos flechas, una con la punta de oro y otra con plomo, señaló Hemingway.
"La de oro daba un deseo ardiente. La de plomo provocaba un rechazo de ese deseo", explicó.
La imagen de Eros capturada en la estatua, que data de los siglos II o III antes de Cristo y viene de la isla de Rodas, inicia una notable dinastía de semejanzas que se observa en el Cupido del arte romano, los querubines alados de las pinturas del Renacimiento y nuestra cultura popular actual.
Pero Eros no siempre fue tan adorable. Antes de que los niños alados llegasen con sus flechas de pasión, el dios era descrito en la poesía arcaica griega como "un ser poderoso, a menudo cruel y caprichoso", indica la muestra.
La versión del niño significa que el amor "fue traído a la tierra y desarmado".
"La idea del amor es un concepto universal", indicó Hemingway, arqueólogo y nieto del escritor Ernest Hemingway.
"Para los griegos era un dios importante y continuamos pensando en amor, si bien no como en un dios, sí como en algo importante. El día de San Valentín se acerca, por lo que es un buen momento de recordarlo", agregó.
Hemingway describió a la estatua como una "obra maestra" que siempre lo ha fascinado.
Ciertamente la imagen fascinó a los romanos, que la copiaron en grandes cantidades, y los artistas del Renacimiento, cuyo redescubrimiento del arte clásico inspiró la explosión cultural europea tras la Edad Media.
El Día de San Valentín se celebra el 14 de febrero, y si bien ha sido tradicionalmente el Día de los Enamorados en los países anglosajones, desde hace años la costumbre se ha extendido a otros países de Europa y América Latina.
La pieza central de la muestra, que se inauguró la semana pasada y que estará abierta hasta el 23 de junio, es una gran escultura de tamaño real de bronce de Eros en la que se le presenta como un bebé dormido.
De manera inusual para el arte griego, los ojos del dios están cerrados, su boca abierta y su mano izquierda yace flácida, después de haber dejado caer su famosa flecha.
"Se encuentra en una pausa en sus tareas y está durmiendo una siesta", dijo a la AFP el curador Sean Hemingway al describir la escultura.
Esas labores, según la tradición, se parecían mucho a como la imaginan actualmente los adolescentes enamorados: Eros disparando flechas de amor.
Mucho menos sabido es que Eros tenía dos flechas, una con la punta de oro y otra con plomo, señaló Hemingway.
"La de oro daba un deseo ardiente. La de plomo provocaba un rechazo de ese deseo", explicó.
La imagen de Eros capturada en la estatua, que data de los siglos II o III antes de Cristo y viene de la isla de Rodas, inicia una notable dinastía de semejanzas que se observa en el Cupido del arte romano, los querubines alados de las pinturas del Renacimiento y nuestra cultura popular actual.
Pero Eros no siempre fue tan adorable. Antes de que los niños alados llegasen con sus flechas de pasión, el dios era descrito en la poesía arcaica griega como "un ser poderoso, a menudo cruel y caprichoso", indica la muestra.
La versión del niño significa que el amor "fue traído a la tierra y desarmado".
"La idea del amor es un concepto universal", indicó Hemingway, arqueólogo y nieto del escritor Ernest Hemingway.
"Para los griegos era un dios importante y continuamos pensando en amor, si bien no como en un dios, sí como en algo importante. El día de San Valentín se acerca, por lo que es un buen momento de recordarlo", agregó.
Hemingway describió a la estatua como una "obra maestra" que siempre lo ha fascinado.
Ciertamente la imagen fascinó a los romanos, que la copiaron en grandes cantidades, y los artistas del Renacimiento, cuyo redescubrimiento del arte clásico inspiró la explosión cultural europea tras la Edad Media.
El Día de San Valentín se celebra el 14 de febrero, y si bien ha sido tradicionalmente el Día de los Enamorados en los países anglosajones, desde hace años la costumbre se ha extendido a otros países de Europa y América Latina.