Fuentes médicas indicaron por su parte que cuatro manifestantes murieron y al menos 40 resultaron heridos por los disparos de la policía en la dispersión de manifestaciones el viernes por la noche en Adén.
Pero los servicios de seguridad desmintieron haber disparado contra los manifestantes, afirmando que un soldado y otras dos personas habían muerto y atribuyeron su fallecimiento a "elementos separatistas" en esta provincia que se unió a Yemen en 1990.
Los jefes de dos de las más importantes tribus del país, con fuerte estructura de clan, la Hashed y la Baqil, anunciaron el sábado que se unían a la revuelta contra el presidente, en el poder desde hace 32 años, durante una reunión al norte de Saná, informaron fuentes tribales.
El presidente Saleh había dado el jueves instrucciones de moderación a las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones pacíficas, pero según testigos del barrio de Mala, las víctimas mortales fueron alcanzadas durante la dispersión de una manifestación tardía.
"Nuestro barrio vivió verdaderas escenas de guerra por parte de elementos de la guardia republicana (el cuerpo de élite del ejército yemení) que tenían como objetivo a jóvenes inocentes que querían manifestarse pacíficamente", declaró un habitante que no quiso revelar su identidad.
Un joven manifestante de 17 años, Mohamed Ahmed Saleh, herido el viernes por la tarde por los disparos de la policía, murió luego en el hospital y 30 personas resultaron heridas, según fuentes médicas.
Al conocerse esta muerte, la multitud enfurecida invadió varios barrios de la ciudad y algunos levantaron barricadas y otros trataron de atacar los puestos de la policía.
Un responsable de un hospital también confirmó durante la noche las declaraciones de testigos sobre la muerte de otro manifestante, que no fue identificado, durante la dispersión de una manifestación.
El cuerpo de otro muerto, Hail Walid, de 21 años, fue transportado al hospital Naqib, y una decena de heridos fueron admitidos, según un responsable del establecimiento.
Otra fuente médica del mismo hospital indicó que un responsable de la compañía eléctrica de Adén, Salem Bachatj, resultó mortalmente herido cuando estaba delante de su casa por el disparo de un tirador de élite.
Una fuente de los servicios de seguridad, citada por la página en internet del ministerio de Defensa 26sep.net, afirmó sin embargo que las víctimas se debían a que "un grupo de elementos separatistas armados dispararon de forma esporádica contra algunos edificios de Mala, apuntado a agentes de seguridad, funcionarios y ciudadanos".
Según la misma fuente, que confirmó la muerte de Bachatj y de otro civil, los disparos han matado a un soldado y herido a cuatro.
Estos fallecimientos llevan al menos a 15 el número de muertos en Adén desde el principio de la rebelión, el 27 de enero, contra el régimen del presidente Alí Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años.
Otras dos personas resultaron muertas en Saná y una tercera en Taez, una ciudad al sur de la capital.
Pero los servicios de seguridad desmintieron haber disparado contra los manifestantes, afirmando que un soldado y otras dos personas habían muerto y atribuyeron su fallecimiento a "elementos separatistas" en esta provincia que se unió a Yemen en 1990.
Los jefes de dos de las más importantes tribus del país, con fuerte estructura de clan, la Hashed y la Baqil, anunciaron el sábado que se unían a la revuelta contra el presidente, en el poder desde hace 32 años, durante una reunión al norte de Saná, informaron fuentes tribales.
El presidente Saleh había dado el jueves instrucciones de moderación a las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones pacíficas, pero según testigos del barrio de Mala, las víctimas mortales fueron alcanzadas durante la dispersión de una manifestación tardía.
"Nuestro barrio vivió verdaderas escenas de guerra por parte de elementos de la guardia republicana (el cuerpo de élite del ejército yemení) que tenían como objetivo a jóvenes inocentes que querían manifestarse pacíficamente", declaró un habitante que no quiso revelar su identidad.
Un joven manifestante de 17 años, Mohamed Ahmed Saleh, herido el viernes por la tarde por los disparos de la policía, murió luego en el hospital y 30 personas resultaron heridas, según fuentes médicas.
Al conocerse esta muerte, la multitud enfurecida invadió varios barrios de la ciudad y algunos levantaron barricadas y otros trataron de atacar los puestos de la policía.
Un responsable de un hospital también confirmó durante la noche las declaraciones de testigos sobre la muerte de otro manifestante, que no fue identificado, durante la dispersión de una manifestación.
El cuerpo de otro muerto, Hail Walid, de 21 años, fue transportado al hospital Naqib, y una decena de heridos fueron admitidos, según un responsable del establecimiento.
Otra fuente médica del mismo hospital indicó que un responsable de la compañía eléctrica de Adén, Salem Bachatj, resultó mortalmente herido cuando estaba delante de su casa por el disparo de un tirador de élite.
Una fuente de los servicios de seguridad, citada por la página en internet del ministerio de Defensa 26sep.net, afirmó sin embargo que las víctimas se debían a que "un grupo de elementos separatistas armados dispararon de forma esporádica contra algunos edificios de Mala, apuntado a agentes de seguridad, funcionarios y ciudadanos".
Según la misma fuente, que confirmó la muerte de Bachatj y de otro civil, los disparos han matado a un soldado y herido a cuatro.
Estos fallecimientos llevan al menos a 15 el número de muertos en Adén desde el principio de la rebelión, el 27 de enero, contra el régimen del presidente Alí Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años.
Otras dos personas resultaron muertas en Saná y una tercera en Taez, una ciudad al sur de la capital.