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José Emilio Pacheco
MADRID, Elisa Santafé, (AFP) - En el primero de los actos que rodea la entrega del Cervantes, interrogado en varias ocasiones sobre por qué escribe poesía, respondió que es algo "absolutamente misterioso porque todo está en contra de que eso suceda", y añadió: "Yo escribo porque me ocurre algo y no pienso si eso cabe dentro de una definición o a qué escuela pertenece".
"La gente exige que uno sepa lo que va a hacer y eso le quita espontaneidad"; "es un milagro que se te ocurra algo y que te salga, como para ponerle etiquetas", comentó, e indicó que "no puede" definir qué es la poesía.
En una conferencia de prensa en Madrid junto a la ministra española de Cultura, Angeles González-Sinde, sí recordó la "cantidad de artículos" que tuvo que escribir en su vida "para sufragar la poesía", que "es como la cocaína", y en la que "un acierto es como un gol".
El escritor no quiso desvelar el contenido de su discurso del viernes --"llevo seis meses repitiendo las mismas cosas y si te cuento el discurso, no tiene sentido mañana"--, confesó que le "aterra" ponerse chaqué el viernes para recibir el premio de manos del rey Juan Carlos I.
Tampoco reveló qué legado depositará el miércoles, como han hecho los premiados en los últimos años, en la Caja de las Letras, situada en la sede del Instituto Cervantes, en Madrid.
Pero sí dijo que guardará los 125.000 euros (unos 169.000 dólares) del galardón para gastos de hospitales.
"Me da mucha pena tener que decirlo, pero tiene que ver con la cronología", reconoció el poeta, que a los 70 años camina ayudado con un bastón y dijo que va a "guardar ese dinero para gastos de clínica y hospitales".
El poeta y novelista, que dijo que "carece totalemente" de facilidad para hablar, se mostró muy agradecido por el premio: "Esto para mí es una gran fiesta que nunca había tenido (...) pero por otra parte es aterradora", confesó, en relación con la atención que despierta, "porque sobre todo yo no hice nada" para ello, aseguró.
Pero le parece "legítimo ganarse un premio sobre todo ahora que el pago por escribir casi ha desaparecido", apuntó.
Pacheco, que leyó varios de sus poemas durante su comparecencia --"La gota", "Contra los recitales", "Garabato" y "Conferencia"-- confesó que desde que le anunciaron el premio, en noviembre, ha dejado de escribir porque para ello necesita "cierta tranquilidad".
El multipremiado escritor, que el año pasado recibió el Reina Sofía de poesía iberoamericana, es miembro de la generación de los 50 junto a autores como Carlos Monsiváis --su amigo desde hace 50 años, a quien recordó por estar muy enfermo--, Sergio Pitol y Juan Vicente Melo.
Entre sus obras están los poemarios "Islas a la deriva", "Trabajos en el mar" y "Miro la tierra" y las novelas "Batallas en el desierto" y "El principio del placer", entre otras.
Sus libros más recientes son "La edad de las tinieblas" y "Como la lluvia", publicados el año pasado.
El mexicano fue galardonado por ser un "poeta excepcional de la vida cotidiana, con una profundidad y una libertad en sus pensamientos, una capacidad de crear un mundo propio y un uso lingüístico impecable", según el jurado.
El Cervantes se otorga tradicionalmente cada 23 de abril, coincidiendo con el aniversario de la muerte del maestro español Miguel de Cervantes Saavedra, en la universidad de Alcalá de Henares, localidad cercana a Madrid y cuna del creador de "El Quijote".
El Cervantes, entregado alternativamente a autores españoles y latinoamericanos, lo obtuvo el año pasado el español Juan Marsé y el anterior, el argentino Juan Gelman.
En ediciones anteriores lo ganaron Jorge Guillén, Alejo Carpentier, Gerardo Diego, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Octavio Paz, Ernesto Sábato, Dulce María Loynaz, Alvaro Mutis y Mario Vargas Llosa, entre otros.
"La gente exige que uno sepa lo que va a hacer y eso le quita espontaneidad"; "es un milagro que se te ocurra algo y que te salga, como para ponerle etiquetas", comentó, e indicó que "no puede" definir qué es la poesía.
En una conferencia de prensa en Madrid junto a la ministra española de Cultura, Angeles González-Sinde, sí recordó la "cantidad de artículos" que tuvo que escribir en su vida "para sufragar la poesía", que "es como la cocaína", y en la que "un acierto es como un gol".
El escritor no quiso desvelar el contenido de su discurso del viernes --"llevo seis meses repitiendo las mismas cosas y si te cuento el discurso, no tiene sentido mañana"--, confesó que le "aterra" ponerse chaqué el viernes para recibir el premio de manos del rey Juan Carlos I.
Tampoco reveló qué legado depositará el miércoles, como han hecho los premiados en los últimos años, en la Caja de las Letras, situada en la sede del Instituto Cervantes, en Madrid.
Pero sí dijo que guardará los 125.000 euros (unos 169.000 dólares) del galardón para gastos de hospitales.
"Me da mucha pena tener que decirlo, pero tiene que ver con la cronología", reconoció el poeta, que a los 70 años camina ayudado con un bastón y dijo que va a "guardar ese dinero para gastos de clínica y hospitales".
El poeta y novelista, que dijo que "carece totalemente" de facilidad para hablar, se mostró muy agradecido por el premio: "Esto para mí es una gran fiesta que nunca había tenido (...) pero por otra parte es aterradora", confesó, en relación con la atención que despierta, "porque sobre todo yo no hice nada" para ello, aseguró.
Pero le parece "legítimo ganarse un premio sobre todo ahora que el pago por escribir casi ha desaparecido", apuntó.
Pacheco, que leyó varios de sus poemas durante su comparecencia --"La gota", "Contra los recitales", "Garabato" y "Conferencia"-- confesó que desde que le anunciaron el premio, en noviembre, ha dejado de escribir porque para ello necesita "cierta tranquilidad".
El multipremiado escritor, que el año pasado recibió el Reina Sofía de poesía iberoamericana, es miembro de la generación de los 50 junto a autores como Carlos Monsiváis --su amigo desde hace 50 años, a quien recordó por estar muy enfermo--, Sergio Pitol y Juan Vicente Melo.
Entre sus obras están los poemarios "Islas a la deriva", "Trabajos en el mar" y "Miro la tierra" y las novelas "Batallas en el desierto" y "El principio del placer", entre otras.
Sus libros más recientes son "La edad de las tinieblas" y "Como la lluvia", publicados el año pasado.
El mexicano fue galardonado por ser un "poeta excepcional de la vida cotidiana, con una profundidad y una libertad en sus pensamientos, una capacidad de crear un mundo propio y un uso lingüístico impecable", según el jurado.
El Cervantes se otorga tradicionalmente cada 23 de abril, coincidiendo con el aniversario de la muerte del maestro español Miguel de Cervantes Saavedra, en la universidad de Alcalá de Henares, localidad cercana a Madrid y cuna del creador de "El Quijote".
El Cervantes, entregado alternativamente a autores españoles y latinoamericanos, lo obtuvo el año pasado el español Juan Marsé y el anterior, el argentino Juan Gelman.
En ediciones anteriores lo ganaron Jorge Guillén, Alejo Carpentier, Gerardo Diego, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Octavio Paz, Ernesto Sábato, Dulce María Loynaz, Alvaro Mutis y Mario Vargas Llosa, entre otros.
