Partiendo desde la obra del célebre Rubén Darío y llegando hasta las creaciones recientes de autores como Gioconda Belli, se editó en España la primera antología, en ese país europeo, de la poesía nicaragüense del siglo XX.
El volumen, titulado La poesía del siglo XX en Nicaragua, forma parte de la colección La estafeta del viento que la editorial Visor dedica a la poesía del siglo XX de cada país hispanoamericano.
Este aparte para la poesía del país centroamericano fue preparado por el poeta de Granada (sur de España) Daniel Rodríguez Moya, especialista en literatura nicaragüense.
En las más de 500 páginas de este trabajo, Rodríguez Moya ha mostrado la trayectoria de la poesía nicaragüense, "una de las más singulares y ricas" de la literatura en español", según sus palabras.
Rubén Darío es el faro que alumbra todo el siglo, un faro que para el antólogo, "ha sido una luz inmensa, pero también ha dejado en zona de sombra a autores muy importantes".
El prólogo de la antología, un extenso recorrido histórico por los momentos más interesantes de la poesía nicaragüense, presta especial interés al movimiento de Vanguardia, que durante los años treinta del siglo XX marcó la brecha definitiva con el Modernismodariano y ofreció voces destacadas como Pablo Antonio Cuadra, José Coronel Urtecho o Joaquín Pasos.
Otros poetas a los que se dedica un espacio significativo en esta selección son Claribel Alegría y Ernesto Cardenal, de los que se recogen algunos de sus principales poemas.
De Alegría, Rodríguez Moya señala la "singularidad" de su doble condición de poeta nicaragüense y salvadoreña, "un referente primordial para ambas literaturas", mientras que de Cardenal señala que "es uno de los exponentes más destacados de la poesía realmente comprometida y de calidad".
Carlos Martínez Rivas también aparece en las páginas de este estudio, un autor "que si se conociera más sorprendería a muchos por su intensidad lírica apabullante", según el antólogo.
De la Revolución Sandinista y los poetas que se sumaron a ella, la antología recoge los poemas de Leonel Rugama (1949-1970), autor cuyas palabras más conocidas, «¡Que se rinda tu madre!», no pertenecen a su obra poética sino a su lucha política como guerrillero, cuando estaba a punto de morir acorralado por la Guardia Nacional de la dictadura.
Una de las voces más reconocidas de la poesía nicaragüense actual es la de la escritora Gioconda Belli, una autora que, según ha apuntado Rodríguez Moya, "ha sabido tejer una voz propia conjugando sabiamente el erotismo y el compromiso político y social".
A Belli "le debe la literatura nicaragüense que sea la mejor embajadora de la poesía nacional en el extranjero, junto a Ernesto Cardenal", ha asegurado el poeta granadino para añadir que "en cualquier foro literario del resto del mundo su nombre es la referencia y gracias a ella el ostracismo que sufre en parte la producción poética del país ha tenido una digna excepción".
La antología concluye con una muestra de autores de la denominada Generación del desasosiego, como Francisco Ruiz Udiel o Carlos Fonseca, este último ganador del Premio Loewe Joven en 2007.