El lunes a última hora, el Tribunal Constitucional español avaló la mayor parte del nuevo estatuto de autonomía de Cataluña (noreste), aunque cambió algunos puntos polémicos, lo que provocó la "indignación" del presidente del gobierno regional, que convocó una manifestación "masiva".
Esta manifestación unitaria tendrá lugar el sábado 10 de julio por la tarde en el centro de Barcelona, convocada por los partidos favorables al Estatuto de autonomía, sindicatos y asociaciones culturales, indicaron sus promotores.
El pronunciamiento del Tribunal Constitucional abre "una crisis de Estado", llegó a advertir el presidente del parlamento regional catalán, Ernest Benach, y dijo que los grupos catalanes apoyan el llamamiento de protesta masivo hecho la víspera por el presidente regional, el socialista José Montilla, que gobierna en coalición con independentistas de izquierda y ecocomunistas.
El presidente del partido independentista de izquierda ERC, Joan Puigcercós, dijo que propondrá realizar un referéndum soberanista en el 2011 en esta próspera región del nordeste del país de fuerte reivindicación identitaria.
"España no quiere a Cataluña. No nos quieren como somos, nos quieren de otra manera, sometidos, acatando sus leyes", opinó Puigcercós en torno a la sentencia del TC.
El presidente del gran partido nacionalista catalán de centro derecha, Convergencia i Unio (CiU, oposición), Artur Mas, criticó una sentencia que ha puesto, dijo "unos límites rígidos cuando tenían que ser unos ámbitos muy flexibles", añadió.
"Se tiene que hacer respetar en que diga lo que diga el TC, Cataluña es una nación", enfatizó.
El Tribunal constitucional avaló el lunes lo esencial del controvertido estatuto de autonomía ampliado de Cataluña aprobado en el 2006 por el parlamento español y luego por los catalanes en un referéndum regional.
Pero invalidó o limitó algunos aspectos sensibles, destacando en particular que el término "nación" que define a la región en el preámbulo del estatuto carace de valor jurídico.
Invalidó además la referencia al carácter "preferente" de la lengua catalana, co-oficial en la región y retocó en gran medida los artículos que otorgaban una casi independencia al poder judicial regional.
Más allá de la tradicional reacción epidérmica a las "imposiciones" de "Madrid", una especie de subasta de los partidos catalanes se inscribe en la precampaña de las elecciones regionales previstas para el próximo otoño (boreal), que podrían devolver el poder a los nacionalistas de centro derecha.
Esta manifestación unitaria tendrá lugar el sábado 10 de julio por la tarde en el centro de Barcelona, convocada por los partidos favorables al Estatuto de autonomía, sindicatos y asociaciones culturales, indicaron sus promotores.
El pronunciamiento del Tribunal Constitucional abre "una crisis de Estado", llegó a advertir el presidente del parlamento regional catalán, Ernest Benach, y dijo que los grupos catalanes apoyan el llamamiento de protesta masivo hecho la víspera por el presidente regional, el socialista José Montilla, que gobierna en coalición con independentistas de izquierda y ecocomunistas.
El presidente del partido independentista de izquierda ERC, Joan Puigcercós, dijo que propondrá realizar un referéndum soberanista en el 2011 en esta próspera región del nordeste del país de fuerte reivindicación identitaria.
"España no quiere a Cataluña. No nos quieren como somos, nos quieren de otra manera, sometidos, acatando sus leyes", opinó Puigcercós en torno a la sentencia del TC.
El presidente del gran partido nacionalista catalán de centro derecha, Convergencia i Unio (CiU, oposición), Artur Mas, criticó una sentencia que ha puesto, dijo "unos límites rígidos cuando tenían que ser unos ámbitos muy flexibles", añadió.
"Se tiene que hacer respetar en que diga lo que diga el TC, Cataluña es una nación", enfatizó.
El Tribunal constitucional avaló el lunes lo esencial del controvertido estatuto de autonomía ampliado de Cataluña aprobado en el 2006 por el parlamento español y luego por los catalanes en un referéndum regional.
Pero invalidó o limitó algunos aspectos sensibles, destacando en particular que el término "nación" que define a la región en el preámbulo del estatuto carace de valor jurídico.
Invalidó además la referencia al carácter "preferente" de la lengua catalana, co-oficial en la región y retocó en gran medida los artículos que otorgaban una casi independencia al poder judicial regional.
Más allá de la tradicional reacción epidérmica a las "imposiciones" de "Madrid", una especie de subasta de los partidos catalanes se inscribe en la precampaña de las elecciones regionales previstas para el próximo otoño (boreal), que podrían devolver el poder a los nacionalistas de centro derecha.