La Unión Democrática de Centro (UDC) obtiene 65 escaños (54 en 2011) en el Consejo Nacional, casi un tercio de la cámara baja del Parlamento suizo, que cuenta con 200 miembros. Supera así su mejor resultado histórico, de 62 escaños en 2007, cuando alcanzó a los 62 escaños.
En una proyección, la televisión pública RTS estimó que también el 29,5% de votos obtenido es un récord histórico para un partido suizo, además de superar su mejor resultado (28,9% en 2007).
La desproporción entre los votos obtenidos y la cantidad de diputados se explica por un complejo sistema de reparto en el que los electores pueden tachar nombres en las listas de los partidos, mezclar a los candidatos, y existen alianzas locales entre partidos.
La participación en la consulta de esta jornada apenas superó el 48%.
"La gente votó guiada por el miedo", según la candidata socialista Rebecca Ruiz, quien agregó que el tema de los refugiados y la inmigración, que favoreció a la UDC, "lamentablemente fue predominante durante la campaña".
El Partido Socialista (PS), segundo del país, pierde 3 escaños y se queda en 43, y el Partido de Liberales Radicales (PLR, derecha) obtiene tres más y suma 33 representantes.
Este vuelco a la derecha tuvo lugar en detrimento de los pequeños partidos de centro y de las dos principales formaciones ecologistas, que perderían en total 12 escaños.
En algunas comunas del Jura bernés, "hemos aumentado en 4, 8 o 10 puntos", se congratulaba Manfred Bühler, de la UDC.
En el cantón de los Grisones, la hija del carismático líder histórico de la UCD, Christoph Blocher, Magdalena Martullo Blocher, fue elegida en Lucerna, donde el partido populista destrona como primera fuerza a los moderados del PDC (Partido Demócrata Cristiano).
La UDC utilizó como eslogan "seguir libres".
En febrero de 2014 sorprendió por el éxito en su referéndum contra "la inmigración masiva", para imponer cuotas a los ciudadanos de la Unión Europea (UE), que cada vez son más numerosos en el mercado de trabajo helvético. La UE entonces amenazó con denunciar todos los acuerdos bilaterales con Berna si ésta suprimía la libre circulación de trabajadores. El gobierno tiene hasta 2017 para solucionar el problema.
El cartel más radical durante la campaña fue el de las juventudes de la UDC en el cantón de Vaud: una caricatura de un yihadista que porta un brazalete de la UE, sobre fondo de bandera azul estrellada comunitaria, y se apresta a decapitar a una joven rubia amordazada y vestida con la enseña suiza, con el llamado: "Mantengan la cabeza sobre los hombros", "voten la lista UDC".
En tanto Suiza ha estado al margen de la oleada de migrantes llegados a Europa últimamente, un sondeo del instituto gfs.bern, reveló que para casi la mitad de los suizos (48%) las cuestiones del asilo e inmigración constituyen la gran "prioridad", muy por delante de las relaciones con la UE.
"Nada de sobrecargar las finanzas públicas y el presupuesto social abriendo de par en par las fronteras, mientras muchos jóvenes aquí se quedan contra la ventana", resumió durante la campaña Roger Golay, elegido este domingo en tanto integrante del Movimiento de Ciudadanos Ginebrinos, una pequeña formación política de derecha populista que él mismo preside.
La UDC y el PLR, frecuentemente opuestos, tendrán que trabajar juntos en lo que viene, según el vicepresidente de la UDC, Luzi Stamm. Más evasivo, Christian Lüscher, del PRL, respondió: "haremos todo lo posible para preservar nuestra economía y nuestra prosperidad".
La UCD que sólo tiene un miembro en el Gobierno colegiado suizo, a diferencia del PS o PLR, demandó uno suplementario en las elecciones gubernamentales del 9 de diciembre.
La especificidad de la democracia suiza es el multipartidismo, que permite a siete formaciones tener representación en el parlamento, y a cinco en el gobierno integrado por siete miembros.
La presidenta del ultraderechista Frente Nacional francés, Marine Le Pen, tuiteó: "En toda Europa, los pueblos dicen no a la sumersión migratoria".
En una proyección, la televisión pública RTS estimó que también el 29,5% de votos obtenido es un récord histórico para un partido suizo, además de superar su mejor resultado (28,9% en 2007).
La desproporción entre los votos obtenidos y la cantidad de diputados se explica por un complejo sistema de reparto en el que los electores pueden tachar nombres en las listas de los partidos, mezclar a los candidatos, y existen alianzas locales entre partidos.
La participación en la consulta de esta jornada apenas superó el 48%.
"La gente votó guiada por el miedo", según la candidata socialista Rebecca Ruiz, quien agregó que el tema de los refugiados y la inmigración, que favoreció a la UDC, "lamentablemente fue predominante durante la campaña".
El Partido Socialista (PS), segundo del país, pierde 3 escaños y se queda en 43, y el Partido de Liberales Radicales (PLR, derecha) obtiene tres más y suma 33 representantes.
Este vuelco a la derecha tuvo lugar en detrimento de los pequeños partidos de centro y de las dos principales formaciones ecologistas, que perderían en total 12 escaños.
En algunas comunas del Jura bernés, "hemos aumentado en 4, 8 o 10 puntos", se congratulaba Manfred Bühler, de la UDC.
En el cantón de los Grisones, la hija del carismático líder histórico de la UCD, Christoph Blocher, Magdalena Martullo Blocher, fue elegida en Lucerna, donde el partido populista destrona como primera fuerza a los moderados del PDC (Partido Demócrata Cristiano).
- 'Immigración controlada' -
La UDC utilizó como eslogan "seguir libres".
En febrero de 2014 sorprendió por el éxito en su referéndum contra "la inmigración masiva", para imponer cuotas a los ciudadanos de la Unión Europea (UE), que cada vez son más numerosos en el mercado de trabajo helvético. La UE entonces amenazó con denunciar todos los acuerdos bilaterales con Berna si ésta suprimía la libre circulación de trabajadores. El gobierno tiene hasta 2017 para solucionar el problema.
El cartel más radical durante la campaña fue el de las juventudes de la UDC en el cantón de Vaud: una caricatura de un yihadista que porta un brazalete de la UE, sobre fondo de bandera azul estrellada comunitaria, y se apresta a decapitar a una joven rubia amordazada y vestida con la enseña suiza, con el llamado: "Mantengan la cabeza sobre los hombros", "voten la lista UDC".
En tanto Suiza ha estado al margen de la oleada de migrantes llegados a Europa últimamente, un sondeo del instituto gfs.bern, reveló que para casi la mitad de los suizos (48%) las cuestiones del asilo e inmigración constituyen la gran "prioridad", muy por delante de las relaciones con la UE.
"Nada de sobrecargar las finanzas públicas y el presupuesto social abriendo de par en par las fronteras, mientras muchos jóvenes aquí se quedan contra la ventana", resumió durante la campaña Roger Golay, elegido este domingo en tanto integrante del Movimiento de Ciudadanos Ginebrinos, una pequeña formación política de derecha populista que él mismo preside.
La UDC y el PLR, frecuentemente opuestos, tendrán que trabajar juntos en lo que viene, según el vicepresidente de la UDC, Luzi Stamm. Más evasivo, Christian Lüscher, del PRL, respondió: "haremos todo lo posible para preservar nuestra economía y nuestra prosperidad".
La UCD que sólo tiene un miembro en el Gobierno colegiado suizo, a diferencia del PS o PLR, demandó uno suplementario en las elecciones gubernamentales del 9 de diciembre.
La especificidad de la democracia suiza es el multipartidismo, que permite a siete formaciones tener representación en el parlamento, y a cinco en el gobierno integrado por siete miembros.
La presidenta del ultraderechista Frente Nacional francés, Marine Le Pen, tuiteó: "En toda Europa, los pueblos dicen no a la sumersión migratoria".