El régimen de Damasco ya pactó varias treguas puntuales con grupos rebeldes, pero la evacuación que comenzó este lunes es fruto de uno de los acuerdos más complejos en esta guerra que causó más de 250.000 muertos desde 2011.
El pacto conseguido en septiembre con la ayuda de la ONU, preveía una tregua en Zabadani, última ciudad en manos de los rebeldes en la frontera entre Siria y Líbano, que llevaba meses sitiada por las fuerzas del presidente Bashar al Asad.
A cambio, también se observaba un alto el fuego en Fua y Kafraya, los dos últimos pueblos chiitas que controla el ejército sirio en la provincia de Idleb (noroeste), dominada por los grupos rebeldes.
Las tres localidades debían recibir ayuda humanitaria antes de la evacuación de civiles y combatientes de este lunes.
Más de 120 combatientes y heridos abandonaron Zabadani para dirigirse a otras zonas rebeldes de Siria, tras pasar por Líbano y Turquía, anunció Rami Abdel Rahman, el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en Reino Unido que dispone de una amplia red de colaboradores en Siria.
El grupo cruzó el puesto fronterizo de Masna en un convoy formado por siete autobuses y 22 ambulancias, comprobó un periodista de la AFP. Se dirige hacia el aeropuerto de Beirut donde tomará un avión rumbo a Turquía.
Entretanto, 355 personas, incluidos civiles, salieron de Fua y Kafraya y entraron a Turquía por el puesto fronterizo de Bab al Hawa. Según Rahman, viajarán en avión hasta Beirut, antes de regresar a Damasco por vía terrestre.
Para Yaacoub Helou, el coordinador de la ONU en Siria, la operación se llevó a cabo con "éxito".
Al Manar, el canal de televisión del movimiento chiita libanés Hezbolá, aliado de Asad, difundió imágenes de decenas de combatientes rebeldes que se agolpaban delante de los autobuses que debían evacuarlos en Zabadani.
La cadena mostró imágenes similares de Fua y Kafraya, en las que se veían decenas de personas, entre ellas niños, que esperaban alrededor de autobuses y ambulancias.
La evacuación se hace bajo la supervisión de la ONU y la Cruz Roja.
Según el director del OSDH, el régimen pretende "proteger" las zonas cercanas a la capital mediante esos acuerdos de "reconciliación local".
El anterior intento de evacuación de civiles y rebeldes fracasó el domingo, un día después de la muerte del líder rebelde Zahran Allush, abatido por un bombardeo del régimen.
El acuerdo preveía que 4.000 civiles y yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra salieran el sábado de tres barrios del sur de Damasco.
En la ciudad de Homs, al menos 14 personas murieron este lunes y 132 resultaron heridas en atentados contra el barrio prorrégimen de Zahra, informó la televisión oficial siria.
Según la misma fuente, dos coches bomba explotaron y un kamikaze activó su cinturón de explosivos en ese barrio de mayoría alauita, la comunidad chiita a la que pertenece el presidente Asad.
El OSDH confirmó esos atentados y dio un balance de 32 fallecidos.
El barrio de Zahra ya sufrió un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) el pasado 12 de diciembre, en el que murieron 16 personas.
"Esos ataques terroristas cobardes son una reacción ante el espíritu de reconciliación nacional que se desarrolla en Siria", consideró el primer ministro sirio Wael al Halqi, según la agencia Sana.
En la ciudad norteña de Alepo, 11 personas murieron a causa de obuses lanzados por rebeldes, anunció la televisión oficial.
El pacto conseguido en septiembre con la ayuda de la ONU, preveía una tregua en Zabadani, última ciudad en manos de los rebeldes en la frontera entre Siria y Líbano, que llevaba meses sitiada por las fuerzas del presidente Bashar al Asad.
A cambio, también se observaba un alto el fuego en Fua y Kafraya, los dos últimos pueblos chiitas que controla el ejército sirio en la provincia de Idleb (noroeste), dominada por los grupos rebeldes.
Las tres localidades debían recibir ayuda humanitaria antes de la evacuación de civiles y combatientes de este lunes.
Más de 120 combatientes y heridos abandonaron Zabadani para dirigirse a otras zonas rebeldes de Siria, tras pasar por Líbano y Turquía, anunció Rami Abdel Rahman, el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en Reino Unido que dispone de una amplia red de colaboradores en Siria.
El grupo cruzó el puesto fronterizo de Masna en un convoy formado por siete autobuses y 22 ambulancias, comprobó un periodista de la AFP. Se dirige hacia el aeropuerto de Beirut donde tomará un avión rumbo a Turquía.
- 'Éxito' -
Entretanto, 355 personas, incluidos civiles, salieron de Fua y Kafraya y entraron a Turquía por el puesto fronterizo de Bab al Hawa. Según Rahman, viajarán en avión hasta Beirut, antes de regresar a Damasco por vía terrestre.
Para Yaacoub Helou, el coordinador de la ONU en Siria, la operación se llevó a cabo con "éxito".
Al Manar, el canal de televisión del movimiento chiita libanés Hezbolá, aliado de Asad, difundió imágenes de decenas de combatientes rebeldes que se agolpaban delante de los autobuses que debían evacuarlos en Zabadani.
La cadena mostró imágenes similares de Fua y Kafraya, en las que se veían decenas de personas, entre ellas niños, que esperaban alrededor de autobuses y ambulancias.
La evacuación se hace bajo la supervisión de la ONU y la Cruz Roja.
Según el director del OSDH, el régimen pretende "proteger" las zonas cercanas a la capital mediante esos acuerdos de "reconciliación local".
El anterior intento de evacuación de civiles y rebeldes fracasó el domingo, un día después de la muerte del líder rebelde Zahran Allush, abatido por un bombardeo del régimen.
El acuerdo preveía que 4.000 civiles y yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra salieran el sábado de tres barrios del sur de Damasco.
En la ciudad de Homs, al menos 14 personas murieron este lunes y 132 resultaron heridas en atentados contra el barrio prorrégimen de Zahra, informó la televisión oficial siria.
Según la misma fuente, dos coches bomba explotaron y un kamikaze activó su cinturón de explosivos en ese barrio de mayoría alauita, la comunidad chiita a la que pertenece el presidente Asad.
El OSDH confirmó esos atentados y dio un balance de 32 fallecidos.
El barrio de Zahra ya sufrió un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) el pasado 12 de diciembre, en el que murieron 16 personas.
"Esos ataques terroristas cobardes son una reacción ante el espíritu de reconciliación nacional que se desarrolla en Siria", consideró el primer ministro sirio Wael al Halqi, según la agencia Sana.
En la ciudad norteña de Alepo, 11 personas murieron a causa de obuses lanzados por rebeldes, anunció la televisión oficial.