La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, rindió homenaje a los "niños inocentes" que perdieron "su vida y su futuro" en la masacre, y manifestó su "repudio a este acto de violencia, contra niños indefensos".
"Es una tragedia sin precedentes en Brasil", subrayó el ministro brasileño de Educación Fernando Haddad desde Porto Alegre (sur).
En América Latina un caso similar ocurrió en Argentina el 28 de setiembre de 2004, cuando un alumno de 15 años mató a tres compañeros de clase e hirió a cinco a balazos en la ciudad de Carmen de Patagones, 920 km al sur de Buenos Aires.
El secretario de Salud del Estado de Rio de Janeiro, Sergio Cortes, precisó que son niñas la mayoría de los asesinados tras difundir el nuevo balance de muertos y heridos, en declaraciones a la oficial Agencia Brasil y a la cadena de TV Globo. Entre los heridos en tanto, habría funcionarios del colegio, según socorristas.
El ataque ocurrió a la hora de llegada de los estudiantes, en la escuela primaria municipal Tasso da Silveira, del barrio popular de Realengo, a la que asisten unos 400 alumnos de entre 9 y 14 años, edad hasta la que se extiende la enseñanza primaria en Brasil.
La policía acordonó el lugar para contener a una verdadera multitud de vecinos y padres de alumnos que buscan información sobre sus hijos, entre escenas desgarradoras de desesperación y desmayos.
Elizer, un funcionario de correos que vive cerca de la escuela, señaló que dos niños heridos tocaron a su puerta.
"Dos niños corrieron a mi casa, estaban disparando en todas las direcciones. Mi hija y mis dos sobrinos estaban allí. Pero están bien", contó a la AFP.
Eluzia, que vive enfrente del colegio, dijo a la AFP que su hijo de 10 años logró escapar del ataque.
"El miró por la ventana al escuchar los tiros, y aunque no vio nada, comenzó a correr hacia la puerta y gracias a Dios está bien", explicó.
"Vi mucha gente más corriendo, baleada, fue horrible", añadió visiblemente conmocionada. "Este barrio es muy tranquilo, nunca imaginé que pasaría algo así".
Los 18 heridos son atendidos en un hospital cercano, en donde solo los familiares, autoridades y socorristas pueden ingresar, constató un periodista de la AFP. Algunos fueron trasladados al lugar en helicópteros.
Los bomberos identificaron al atacante como Wellington Menezes de Oliveira, de 24 años, que según el alcalde de Realengo era un ex alumno que se suicidó tras enfrentarse con la policía y dejó una carta con un mensaje incongruente.
"Empleados de la escuela dijeron a los agentes que el joven llegó bien vestido, cargando una bolsa, y dijo que había sido llamado para conversar con alumnos, para una conferencia. Así logró tener acceso al tercer piso del edificio", donde se concentró el ataque, explicó el coronel Evandro Bezerra, portavoz del cuerpo de bomberos a la televisión local.
Menezes de Oliveira "vino a la escuela preparado para hacer eso. La carta que fue encontrada con él es algo que no puede salir de una cabeza normal. Era el texto de un alucinado, de frases incomprensibles, de alguien que no tiene amor a la vida", resumió el bombero.
Según el coronel Djalma Beltrame, de la Policía Militar, "un agente que llegó a la escuela logró herirlo (al atacante) en el intercambio de disparos, pero el hombre se mató de un disparo en la cabeza".
El joven "dejó una carta mostrando que su objetivo era matarse luego de cumplir con lo que se proponía. Es una carta que no tiene sentido, no tiene lógica", enfatizó.
Según Beltrame, agentes de policía hacían un operativo de rutina en las proximadades de la escuela cuando fueron alertados por alumnos heridos y el ruidos de los disparos.
"Si los policías no llegan tan rápido la tragedia habría sido todavía mayor, porque el hombre tenía mucha munición, y cargaba dos armas", dijo.
"Es una tragedia sin precedentes en Brasil", subrayó el ministro brasileño de Educación Fernando Haddad desde Porto Alegre (sur).
En América Latina un caso similar ocurrió en Argentina el 28 de setiembre de 2004, cuando un alumno de 15 años mató a tres compañeros de clase e hirió a cinco a balazos en la ciudad de Carmen de Patagones, 920 km al sur de Buenos Aires.
El secretario de Salud del Estado de Rio de Janeiro, Sergio Cortes, precisó que son niñas la mayoría de los asesinados tras difundir el nuevo balance de muertos y heridos, en declaraciones a la oficial Agencia Brasil y a la cadena de TV Globo. Entre los heridos en tanto, habría funcionarios del colegio, según socorristas.
El ataque ocurrió a la hora de llegada de los estudiantes, en la escuela primaria municipal Tasso da Silveira, del barrio popular de Realengo, a la que asisten unos 400 alumnos de entre 9 y 14 años, edad hasta la que se extiende la enseñanza primaria en Brasil.
La policía acordonó el lugar para contener a una verdadera multitud de vecinos y padres de alumnos que buscan información sobre sus hijos, entre escenas desgarradoras de desesperación y desmayos.
Elizer, un funcionario de correos que vive cerca de la escuela, señaló que dos niños heridos tocaron a su puerta.
"Dos niños corrieron a mi casa, estaban disparando en todas las direcciones. Mi hija y mis dos sobrinos estaban allí. Pero están bien", contó a la AFP.
Eluzia, que vive enfrente del colegio, dijo a la AFP que su hijo de 10 años logró escapar del ataque.
"El miró por la ventana al escuchar los tiros, y aunque no vio nada, comenzó a correr hacia la puerta y gracias a Dios está bien", explicó.
"Vi mucha gente más corriendo, baleada, fue horrible", añadió visiblemente conmocionada. "Este barrio es muy tranquilo, nunca imaginé que pasaría algo así".
Los 18 heridos son atendidos en un hospital cercano, en donde solo los familiares, autoridades y socorristas pueden ingresar, constató un periodista de la AFP. Algunos fueron trasladados al lugar en helicópteros.
Los bomberos identificaron al atacante como Wellington Menezes de Oliveira, de 24 años, que según el alcalde de Realengo era un ex alumno que se suicidó tras enfrentarse con la policía y dejó una carta con un mensaje incongruente.
"Empleados de la escuela dijeron a los agentes que el joven llegó bien vestido, cargando una bolsa, y dijo que había sido llamado para conversar con alumnos, para una conferencia. Así logró tener acceso al tercer piso del edificio", donde se concentró el ataque, explicó el coronel Evandro Bezerra, portavoz del cuerpo de bomberos a la televisión local.
Menezes de Oliveira "vino a la escuela preparado para hacer eso. La carta que fue encontrada con él es algo que no puede salir de una cabeza normal. Era el texto de un alucinado, de frases incomprensibles, de alguien que no tiene amor a la vida", resumió el bombero.
Según el coronel Djalma Beltrame, de la Policía Militar, "un agente que llegó a la escuela logró herirlo (al atacante) en el intercambio de disparos, pero el hombre se mató de un disparo en la cabeza".
El joven "dejó una carta mostrando que su objetivo era matarse luego de cumplir con lo que se proponía. Es una carta que no tiene sentido, no tiene lógica", enfatizó.
Según Beltrame, agentes de policía hacían un operativo de rutina en las proximadades de la escuela cuando fueron alertados por alumnos heridos y el ruidos de los disparos.
"Si los policías no llegan tan rápido la tragedia habría sido todavía mayor, porque el hombre tenía mucha munición, y cargaba dos armas", dijo.