Efraín Ríos Montt
"Es en consideración de las medidas de prueba e investigación presentadas por el Ministerio Público (Fiscalía) y por el daño a la integridad física y mental de la población que este tribunal procesa al acusado, el señor Ríos Montt, por genocidio" y crímenes contra la humanidad, dijo la jueza.
Ríos Montt, de 86 años, llegó a la audiencia en traje formal azul y se declaró inocente. "Hay temas y autoridades bajo las cuales funcioné. Es bajo la ley custodial del Ejército, señora juez, que me declaro inocente", manifestó.
Flores, jueza Primera A de Mayor Riesgo, horas antes había denegado el recurso presentado por la defensa del general retirado, que buscaba el traslado del proceso penal a un juzgado ordinario.
Según el sistema judicial guatemalteco, luego que la jueza vinculó a Ríos Montt al proceso, la fiscalía tiene tres meses para presentar las pruebas y la jueza deberá programar una audiencia para determinar si el general retirado enfrenta o no juicio como acusado.
La Fiscalía atribuye a Ríos Montt responsabilidad en la operación militar en la cual murieron 201 campesinos de la aldea Dos Erres, en Petén, unos 600 km al norte de la capital, perpetrada durante su régimen (1982-1983) como parte de la política de "tierra arrasada" que se ejecutó en la guerra civil guatemalteca (1960-1996).
El ex dictador permanece en prisión domiciliaria desde el 27 de enero a la espera de que la Justicia defina si es llevado a juicio en un primer proceso por genocidio, en hechos ocurridos en el departamento de Quiché, la región más golpeada durante la guerra.
En la audiencia del lunes, Ríos Montt debió pagar una fianza de unos 65.000 dólares para no ir a una cárcel y permanecer en prisión domiciliaria, en la capital guatemalteca.
Si se le abre juicio, el ex jefe de facto sería el primer golpista de Guatemala en sentarse en el banquillo de los acusados por genocidio cometido en el marco de la guerra interna, que dejó 200.000 muertos o desaparecidos en Guatemala, según un informe avalado por la ONU.
Por la masacre del poblado de las Dos Erres, perpetrada entre el 6 y 8 de diciembre de 1982, cinco ex militares fueron condenados -cuatro el año pasado y uno este año- a 6.060 años de prisión cada uno, sentencias simbólicas pues la pena máxima de prisión en Guatemala es de 50 años.
Los militares fueron condenados por asesinato y delitos contra la humanidad, en la primera condena contra ex militares que se dicta en este país centroamericano, donde la impunidad alcanza un 98% de los casos que llegan a tribunales, según las Naciones Unidas.
Bajo el régimen de Ríos Montt se ejecutaron los planes contrainsurgentes "Victoria 82", "Firmeza 83" y "Sofía", como consecuencia de los cuales hubo 1.771 indígenas mayas ejecutados, entre ellos mujeres y niños, 54 comunidades arrasadas y 29.000 desplazados en el Quiché.
En enero, la resolución de avanzar en un posible juicio contra el ex dictador fue recibida con beneplácito por organizaciones humanitarias, pero hasta ahora una serie de recursos de la defensa han impedido la audiencia en la que se debe determinar si será juzgado.
Ríos Montt, de 86 años, llegó a la audiencia en traje formal azul y se declaró inocente. "Hay temas y autoridades bajo las cuales funcioné. Es bajo la ley custodial del Ejército, señora juez, que me declaro inocente", manifestó.
Flores, jueza Primera A de Mayor Riesgo, horas antes había denegado el recurso presentado por la defensa del general retirado, que buscaba el traslado del proceso penal a un juzgado ordinario.
Según el sistema judicial guatemalteco, luego que la jueza vinculó a Ríos Montt al proceso, la fiscalía tiene tres meses para presentar las pruebas y la jueza deberá programar una audiencia para determinar si el general retirado enfrenta o no juicio como acusado.
La Fiscalía atribuye a Ríos Montt responsabilidad en la operación militar en la cual murieron 201 campesinos de la aldea Dos Erres, en Petén, unos 600 km al norte de la capital, perpetrada durante su régimen (1982-1983) como parte de la política de "tierra arrasada" que se ejecutó en la guerra civil guatemalteca (1960-1996).
El ex dictador permanece en prisión domiciliaria desde el 27 de enero a la espera de que la Justicia defina si es llevado a juicio en un primer proceso por genocidio, en hechos ocurridos en el departamento de Quiché, la región más golpeada durante la guerra.
En la audiencia del lunes, Ríos Montt debió pagar una fianza de unos 65.000 dólares para no ir a una cárcel y permanecer en prisión domiciliaria, en la capital guatemalteca.
Si se le abre juicio, el ex jefe de facto sería el primer golpista de Guatemala en sentarse en el banquillo de los acusados por genocidio cometido en el marco de la guerra interna, que dejó 200.000 muertos o desaparecidos en Guatemala, según un informe avalado por la ONU.
Por la masacre del poblado de las Dos Erres, perpetrada entre el 6 y 8 de diciembre de 1982, cinco ex militares fueron condenados -cuatro el año pasado y uno este año- a 6.060 años de prisión cada uno, sentencias simbólicas pues la pena máxima de prisión en Guatemala es de 50 años.
Los militares fueron condenados por asesinato y delitos contra la humanidad, en la primera condena contra ex militares que se dicta en este país centroamericano, donde la impunidad alcanza un 98% de los casos que llegan a tribunales, según las Naciones Unidas.
Bajo el régimen de Ríos Montt se ejecutaron los planes contrainsurgentes "Victoria 82", "Firmeza 83" y "Sofía", como consecuencia de los cuales hubo 1.771 indígenas mayas ejecutados, entre ellos mujeres y niños, 54 comunidades arrasadas y 29.000 desplazados en el Quiché.
En enero, la resolución de avanzar en un posible juicio contra el ex dictador fue recibida con beneplácito por organizaciones humanitarias, pero hasta ahora una serie de recursos de la defensa han impedido la audiencia en la que se debe determinar si será juzgado.