La muestra forma parte de los eventos planificados por las autoridades peruanas de cara al bicentenario de la independencia del Perú de España, en julio de 2021, que busca recuperar y poner en valor lugares vinculados a las principales figuras de su historia.
La exposición "La Quinta de los Libertadores" recrea los amplios ambientes de la casona de quincha y adobe de 600 metros cuadrados que sirvió de residencia y de despacho de gobierno a San Martín, entre 1821 y 1822, y a Bolívar de 1823 a 1826.
"Lo destacable de la muestra es que se ha recreado por primera vez los interiores de la casona en base a un guión museográfico, recurriendo al inventario de bienes que dejó Bolívar", dijo a la AFP la historiadora y curadora de la exposición Scarlett O'Phelan.
- Personalidad reflejada en los objetos -
Construida en 1818 por el penúltimo virrey español, Joaquín de la Pezuela, bajo el nombre de Palacio de la Magdalena -por el barrio donde se ubica-, la propiedad fue expropiada por San Martín a la corona española luego de la independencia y éste se convirtió de inmediato en su principal inquilino por su clima y cercanía al mar.
Los ambientes personales de los dos inquilinos más célebres de aquella casona resultan reveladores sobre la personalidad de los libertadores: en el caso de San Martín los objetos enfatizan su vinculación con las primeras leyes de la independencia, como la abolición parcial de la esclavitud, omitiendo todo detalle de su vida privada. Con Bolívar sucede todo lo contrario.
La cama de plaza y media de Bolívar, con dosel y cortina, la escupidera y bacinica, cómoda, tetera, un retrato al óleo de Napoleón Bonaparte, sofás hechos a base de crines de caballo y una lujosa vajilla forman parte de los objetos distribuidos en los ambientes dedicados a Bolívar.
"La mayoría de objetos no son originales sino copias que se adquirieron", admite la curadora pero asegura que el inventario de objetos que dejó el patriota venezolano al dejar la casona en 1826 sirvió de pauta para recrear su modo de vida.
En el tiempo que vivió en la casona, Bolívar compartió sus años como gobernante del Perú con su amante ecuatoriana Manuela Saénz, refiere la curadora e historiadora.
Entre los escasos objetos personales de San Martín, se encuentra una réplica del sable corvo que utilizó.
- El Protector y el Dictador del Perú -
Para evitar reavivar un viejo debate histórico que dividió al Perú entre sanmartinianos y bolivarianos, la exposición ha dividido en partes iguales los ambientes dedicados a cada Libertador. De un total de 10 habitaciones de la casona, cuatro han sido asignadas a cada uno y las dos restantes a áreas comunes que sirvieron de salones de recepciones.
"Hemos hecho la distribución con un sentido de equilibrio sin dar preferencia a uno u otro", responde la curadora resaltando el papel central que ambos jugaron en la independencia.
La pugna académica entre partidarios de San Martín y de Bolívar se reproduce incluso a nivel botánico: en el huerto de la casona existe una higuera que se atribuye haber sido sembrada por el propio libertador venezolano. En respuesta, una leyenda señala que el único ombú existente cerca a la casona lo sembró el libertador argentino.
Una estatua de bronce a tamaño natural, que reproduce un abrazo imaginario en el pórtico de la casona entre Bolívar y San Martín, busca apagar ese debate.
San Martín declaró la independencia del Perú un 28 de julio de 1821, pero sería recién con Bolívar, quien lideró los ejércitos patriotas en las batallas de Junín y de Ayacucho, en 1824, que Perú expulsaría definitivamente a las fuerzas realistas españolas consolidando su independencia.
Las desavenencias entre los dos libertadores se resolvieron en julio de 1822, en Guayaquil, cuando se reunieron y se decidió que San Martín se retiraría de Perú dejando a Bolívar la tarea de concluir la independencia.
Las diferencias giraban sobre la forma de gobierno para Perú: San Martín apostaba por una monarquía constitucional, Bolívar por una confederación de Estados bajo su mando.