El ex presidente derechista "Alvaro Uribe está detrás de esto" y él "es el enemigo público número uno de la paz en Colombia", dijo a la prensa en La Habana Iván Márquez, jefe negociador de las FARC en las conversaciones de paz.
"Aquí no solamente se está espiando desde Colombia a la delegación de paz del gobierno nacional, sino especialmente a la delegación de paz de las FARC", agregó Márquez, quien afirmó que "esto que está sucediendo, que es realmente grave, debe responderlo (aclararlo) el gobierno de Colombia".
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo este miércoles que fijó un plazo de 10 días para que dé resultados la investigación interna del Ejército sobre las presuntas escuchas ilegales al equipo negociador del gobierno con la guerrilla de las FARC.
"Le he dado instrucciones precisas al inspector del Ejército para que esa investigación produzca resultados a más tardar a finales de la semana entrante", dijo Santos en un acto oficial.
"Es una investigación que no debe ser difícil de realizar porque lo que tienen que verificar es si la inteligencia que estaban haciendo (los militares) era una inteligencia normal, lo cual hay que proteger, o si aprovecharon e hicieron inteligencia ilícita", explicó el mandatario.
Las presuntas escuchas fueron denunciadas por la revista colombiana Semana. La publicación informó que miembros del Ejército habrían instalado en 2012 una oficina para interceptar ilegalmente comunicaciones de diversas personalidades de Colombia, incluidos los negociadores de paz Humberto de la Calle (jefe del equipo), Sergio Jaramillo y Alejandro Eder.
Santos afirmó que la situación era "totalmente inaceptable" y que buscaba frustrar los diálogos de La Habana, que intentan poner fin a una guerra interna de medio siglo, el último conflicto armado en América Latina.
Gente sectaria
"Este episodio demuestra que en los sectores institucionales aún hay gente sectaria e ideologizada. No son sectores grandes dentro de la fuerza pública, pero están bien posicionados", dijo a la AFP en Bogotá el analista Ariel Avila, de la Fundación Paz y Desarrollo, especializada en el conflicto colombiano.
Sin embargo, Ávila dijo que las escuchas "no ponen en peligro el proceso de paz, pero pueden causar daño".
Tanto las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como Santos estimaron que las escuchas buscan hacer fracasar el proceso de paz, iniciado el 19 de noviembre de 2012.
Santos, quien buscará la reelección en las presidenciales de mayo, acusó por las escuchas a "fuerzas oscuras que están intentando sabotear procesos, como el proceso de paz".
Dos jefes de inteligencia militar fueron relevados de sus cargos el martes por este caso, según anunció el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien informó también que habrá investigaciones dentro del Ejército, aparte de una pesquisa abierta por la Fiscalía.
Paralelamente, un grupo de dirigentes de izquierda, entre ellos el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y activistas de derechos humanos denunciaron haber recibido amenazas de muerte del grupo delictivo Águilas Negras, integrado en parte por exparamilitares de derecha.
Entre los dirigentes amenazados figura el candidato al Congreso del izquierdista Polo Democrático Alternativo Iván Cepeda, quien dijo a la AFP que esas amenazas forman parte de "una campaña que busca desestabilizar el país y sembrar zozobra para sabotear el proceso de paz en La Habana".
Uribe bien informado
"Es claro que Uribe está recibiendo información de las fuerzas militares, sigue teniendo un gran acceso. Pero de allí a afirmar que lo auspicia o lo financia, ya no me atrevería a decirlo", dijo Avila sobre la acusación de las FARC.
Iván Márquez afirmó que "ese es un tema que el gobierno tendrá que responderle al país" y "actuar de tal manera que realmente no deje dudas acerca del origen y de la intención de este tipo de actividades, que pareciera disparan contra un propósito superior, que es el de la paz de Colombia".
La delegación del gobierno en las pláticas de paz ha guardado silencio ante la prensa desde que Semana destapó el caso.
El martes, un dirigente de las FARC en La Habana declaró a la AFP que el grupo de militares involucrado en las escuchas estaba "vinculado al Uribismo", en alusión al sector de Uribe, un fuerte crítico del proceso de paz, quien durante sus dos mandatos entre 2002 y 2010 llevó adelante una guerra sin cuartel contra la guerrilla, asestándole duros golpes.
Este dirigente, que pidió no ser identificado, afirmó además que era de Perogrullo que las delegaciones de paz eran espiadas y a esa causa atribuyó la filtración en noviembre de una foto por parte de un grupo vinculado a Uribe, que mostraba a delegados de la guerrilla -incluido Iván Márquez- navegando apaciblemente en un yate por aguas cubanas.
Las delegaciones del gobierno y la guerrilla han consensuado hasta ahora los temas de desarrollo rural y participación política, y actualmente debaten sobre drogas ilícitas. En la agenda figuran también los puntos de reparación a las víctimas y abandono de las armas, así como el mecanismo para refrendar el eventual acuerdo de paz.
Santos disolvió en noviembre de 2011 el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la agencia de inteligencia de Colombia creada en la década de 1950, que en los últimos años se vio envuelta en graves casos de interceptaciones ilegales y hostigamientos a magistrados, opositores y periodistas.