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"Esas actas fueron descubiertas por el jefe de la Fuerza Aérea, quien de inmediato me lo comunicó. Me permito pensar que el país tiene ahora Fuerzas Armadas con la vista en el futuro, que no precisan defender lo indefendible", dijo Rossi en entrevista con AFP en Washington.
Informar de inmediato el hallazgo de los documentos, afirmó Rossi, demostró que las actuales Fuerzas Armadas argentinas "no tienen ya ninguna obligación de mantener anclaje en el pasado" en su compromiso con la institucionalidad democrática.
Los documentos fueron hallados en noviembre del año pasado en un subsuelo del Edificio Cóndor, sede de la Fuerza Aérea argentina. El jefe de esa fuerza, el Brigadier General Mario Callejo, de inmediato comunicó a Rossi el descubrimiento.
Esas actas originales de 280 reuniones de la Junta (los jefes de las tres fuerzas) entre 1976 y 1983 constituyen para Argentina "un documento histórico de valor incalculable, porque era la máxima instancia de poder durante la dictadura", apuntó el ministro.
El régimen iniciado con el golpe de 1976 dejó un saldo de decenas de miles de detenidos-desaparecidos, bebés robados y distribuidos clandestinamente, además de un país en bancarrota.
El ministro valoró la entrega de esos documentos al destacar que los jefes militares "ni siquiera tenían que mentirme, porque jamás les habríamos preguntado. Si querían esconderlo, bastaba con no avisarme y dejar el armario trancado" con los invalorables archivos.
Las actas revelan detalles del delicado equilibrio existente en la junta militar, las divergencias internas o los esfuerzos por frenar las discusiones relativas a violaciones de los derechos humanos, y de esa forma arrojan una luz sin precedentes sobre el núcleo del poder en esos años.
"Casi no hay menciones al Mundial de Fútbol de 1978, y escasas referencias sobre la Guerra del Atlántico Sur (Malvinas), en 1982. Eso me hace pensar que en estos casos el núcleo de la discusión estaba en otro lugar", relató el ministro.
Sin embargo, hay abundante material sobre el diferendo limítrofe con Chile que casi condujo a un conflicto armado en 1978, así como discusiones ante la visita de una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a Buenos Aires en 1979.
En Washington, Rossi entregó una copia de las 280 actas a la CIDH. "Aquella visita de la CIDH fue un momento crucial por denunciar lo que estaba ocurriendo en el país. Por eso quise venir a entregar personalmente esas copias a la comisión", relató.
Los documentos también muestran la tentativa de la Junta de frenar las denuncias sobre personas desaparecidas en el país, lanzando el concepto de "personas con presunción de muerte".
En el año final de la dictadura, las actas muestran a los jefes castrenses preocupados en delinear lo que llamaron la Ley de Pacificación Nacional, un decreto de autoamnistía que fue derogado por el presidente Raúl Alfonsín en su primer día de gobierno (1983-89).
"Creo que Argentina está mostrando que la única forma de cerrar tu propia historia es mediante la verdad y la justicia, para que no se pierda la memoria", dijo Rossi.
Las actas fueron puestas a disposición de la Justicia argentina, y sus centenares de páginas pueden ser consultadas libremente en un sitio web específico, archivosabiertos.com.
