Fe y razón, posibilidades de un diálogo


Santiago de Chile. - Motivado por el debate acerca de la tensión en que viven el método científico y la fe religiosa, acometí la lectura de "Carta al Papa. Consideraciones sobre la fe", que contiene el texto de Jürgen Habermas sobre "La conciencia de lo que falta".



Jürgen Habermas-izquierda-y Joseph Ratzinger.
Jürgen Habermas-izquierda-y Joseph Ratzinger.
Para mantener el diálogo entre razón y fe hay que preservar la distinción entre ésta y aquélla, sin omitir la fe en nombre de la razón, como intentan las formas más rudas de ateísmo, y sin hacer de la fe un asunto de razón, como pretenden algunos teólogos. Para que exista diálogo tiene que haber por lo menos dos contradictores distintos que hablen entre sí en busca de mutua comprensión y, eventualmente, de acuerdo, avenencia que bien puede consistir en una mejor y más leal delimitación del tipo y grado de desacuerdo en que se encuentren las posiciones dialogantes. Hombres de fe y hombres de razón deben tomarse mutuamente en serio, lo cual significa -como indica Habermas- que tengan que hablar "unos con otros y no unos sobre los otros".
Dicho diálogo, para resultar ordenado y fecundo, tiene que ser precedido por la plática al interior de la propia fe, es decir, por la conversación entre las distintas religiones y entre las diversas iglesias que adscriben a una misma religión. El diálogo interreligioso e intereclesial es un presupuesto del que deben sostener fe y razón. Pero lo que uno observa es que en ese doble diálogo al interior de la fe se han hecho progresos muy limitados, de manera que cuando un individuo no religioso ni fiel de ninguna iglesia pretende dialogar con la fe, lo que encuentra ante sí es una pluralidad religiosa y eclesial nada armónica, agravada por la multiplicación de devociones en pugna soterrada al interior de una misma iglesia e, incluso, por esa suerte de individuación de las formas religiosas -la cual se expresa en la habitual frase "Soy católico a mi manera"-, sin olvidar las blandas y acomodaticias espiritualidades new age que propagan embaucadores esotéricos de los más diversos tipos. Lo que quiero decir es que si religiones e iglesias quieren dialogar con el mundo secular y llegar a algún acuerdo o comprensión, deberían preocuparse de hacer mayores avances en el diálogo que unas y otras mantienen entre sí y ceder en las pretensiones de cada cual por constituir la religión o la iglesia verdaderas.
A propósito de un recurrente argumento a favor de las religiones, hay que admitir que éstas tienen un potencial moral, en cuanto brindan orientaciones éticas positivas tanto a los individuos como a las sociedades que buscan consensos en el plano moral y jurídico. Pero también es del caso reconocer que ese potencial se extravía a veces en proposiciones y acciones negativas desde un punto de vista moral. Las religiones contienen moralmente a los individuos y a los colectivos que éstos forman, pero también los desbarrancan. Así quedó demostrado con los terroristas islámicos que al momento de estrellarse contra las Torres Gemelas pronunciaron el nombre de Alá, y luego con el Presidente Bush y sus aliados cristianos cuando utilizaron el nombre de Dios para justificar el desastre político y militar, pero sobre todo moral, de la invasión a Irak.
Dado el aspecto positivo del potencial moral que tienen las religiones, ellas -se dice- deberían ser defendidas incluso por no creyentes interesados en un mundo mejor. Pero no se ve por qué la humanidad tendría que renunciar a la búsqueda de una moral laica, esto es, sin Dios, temerosa no de la divinidad, sino de la propia conciencia, liberando de ese modo a la moral no de la influencia de la religión, pero sí de la dependencia de ésta.
Si por motivos morales la religión es necesaria para muchos, mientras que la razón es suficiente para unos pocos, nada debería impedir que, andando el tiempo, la proporción continúe modificándose en favor de los segundos.
Viernes, 18 de Marzo 2011
El Mercurio, Chile
           


Nuevo comentario:

Noticias | Política | Ideas | Personalidades | Doctrinas | Cultura | Patrimonio cultural | Libros | Diálogo | Investigación | Literatura | Artes | Educación | Comunicación | Ciencia | Entretenimiento | Turismo | Sociedad | Deporte