SANTIAGO, Paulina Abramovich, (AFP) - El terremoto tuvo su epicentro en el mar a 90 km de Concepción, ciudad de medio millón de habitantes unos 500 km al sur de Santiago, desatando el terror de la población, que a lo largo de la jornada ha soportado más de 60 réplicas superiores a los 4 grados, y de ellas 7 de más de 6 grados.
"El número de fallecidos es de 214", dijo el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma en la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), en un reporte hacia las 19H05 locales (22H05 GMT) sobre el sismo que sacudió a Chile a las 03H34 locales (06H34 GMT).
"Este es un cataclismo de proporciones inmensas", dijo el ministro.
La presidenta Michelle Bachelet sobrevoló Concepción y la vecina región del Maule en el sur de Chile, las zonas más afectadas por el terremoto.
Las imágenes televisivas de Concepción mostraban al gran puente sobre el río Biobío destruido, decenas de construcciones dañadas y calles obstruidas por escombros.
Sobre la destrucción "estamos hablando de una cifra preliminar de 1,5 millones de viviendas afectadas", de las cuales un tercio "probablemente no se pueden habitar más", dijo por su parte la ministra de Vivienda, Patricia Poblete.
El sismo derrumbó puentes en carreteras urbanas de Santiago, y parte importante de la infraestructura de pasajeros del aeropuerto internacional de la capital chilena, cerrado por al menos 24 horas.
El temblor sorprendió a la mayoría de los chilenos durmiendo y muchos de ellos salieron aterrorizados a las calles. Allí se mezclaban personas en pijamas que rehusaban regresar a sus viviendas y grupos de jóvenes que abandonaron discotecas y fiestas.
La confusión se vio agravada por el inmediato corte de luz que sobrevino y el colapso de las líneas telefónicas.
"Se cayeron los floreros, el televisor, todo se hizo añicos y quedó regado dentro de la casa", dijo a la AFP Aída, fuera de su vivienda del norte de Santiago.
Ante la caída de las comunicaciones, muchas personas se volcaron en las redes sociales de internet Twitter y Facebook para tratar de dar con sus familiares. El servidor Google puso en marcha un servicio de búsqueda de personas para facilitar los contactos.
"A las 3:34 AM desperté. Estaba temblando. Sin luz, con las líneas telefónicas cortadas, sin internet, ni televisión y ni una radio a pilas, mi única fuente de información fue Twitter", escribió Cony Stur.
"Si alguien puede llamar a mi casa y me dé señales de que están bien se lo agradecería", pide Carlos Jaque por Facebook.
Entretanto más de 200 reos se fugaron de la cárcel de Chillán, al sur de Santiago, luego de la caída de un muro.
El sismo alcanzó a toda la cuenca del Pacífico en forma de alertas de tusnami en Japón, Filipinas y Hawai, que todavía las mantienen, mientras algunos de los países más próximos al epicentro, como Ecuador, Perú, Costa Rica y Nicaragua las levantaban sucesivamente al pasar el peligro.
La isla chilena Juan Fernández -que inspiró al narrador inglés Daniel Defoe para escribir su novela "Robinson Crusoe"- se vio invadida por una serie de olas que siguieron tras el terremoto, y que provocaron la muerte de al menos cinco habitantes, mientras otros 10 están desaparecidos.
La pequeña isla, de unos 600 habitantes, fue arrasada por un tsunami, relató Fernando Avaria, piloto de avionetas que frecuentemente vuela a la isla. "Todo lo que había a tres kilómetros del mar desapareció", dijo.
La alerta de tsunami en el Pacífico "se detendrá cuando llegue al otro lado del Pacífico, en Asia", precisó Eric Law, del Servicio Nacional Meteorológico estadounidense (NWS, por sus siglas en inglés).
Los residentes de las áreas costeras de Hawai así como turistas recibieron órdenes de evacuación a través de sirenas de alertas.
En tanto, varios países se solidarizaron con Chile.
"EEUU está listo para aportar su ayuda a las operaciones de rescate y reconstrucción y tenemos recursos que pueden ser desplegados si el gobierno chileno solicita nuestra ayuda", dijo el presidente estadounidense Barack Obama en la Casa Blanca.
El canciller chileno, Mariano Fernández, pidió a los países que han ofrecido ayuda humanitaria que no la envíen hasta tanto los servicios de emergencias cuantifiquen las reales necesidades.
El sismo es el segundo más potente de los últimos 20 años, tras el de 9,1 grados en la escala de Richter registrado en diciembre de 2004 en las costas de Indonesia y que desencadenó el tsunami que mató a 220.000 personas.
Chile ya sufrió el terremoto más fuerte jamás registrado, de 9,5 grados Richter el 22 de mayo de 1960 en Valdivia, al sur de Santiago, que dejó más de 3.000 muertos.
"El número de fallecidos es de 214", dijo el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma en la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), en un reporte hacia las 19H05 locales (22H05 GMT) sobre el sismo que sacudió a Chile a las 03H34 locales (06H34 GMT).
"Este es un cataclismo de proporciones inmensas", dijo el ministro.
La presidenta Michelle Bachelet sobrevoló Concepción y la vecina región del Maule en el sur de Chile, las zonas más afectadas por el terremoto.
Las imágenes televisivas de Concepción mostraban al gran puente sobre el río Biobío destruido, decenas de construcciones dañadas y calles obstruidas por escombros.
Sobre la destrucción "estamos hablando de una cifra preliminar de 1,5 millones de viviendas afectadas", de las cuales un tercio "probablemente no se pueden habitar más", dijo por su parte la ministra de Vivienda, Patricia Poblete.
El sismo derrumbó puentes en carreteras urbanas de Santiago, y parte importante de la infraestructura de pasajeros del aeropuerto internacional de la capital chilena, cerrado por al menos 24 horas.
El temblor sorprendió a la mayoría de los chilenos durmiendo y muchos de ellos salieron aterrorizados a las calles. Allí se mezclaban personas en pijamas que rehusaban regresar a sus viviendas y grupos de jóvenes que abandonaron discotecas y fiestas.
La confusión se vio agravada por el inmediato corte de luz que sobrevino y el colapso de las líneas telefónicas.
"Se cayeron los floreros, el televisor, todo se hizo añicos y quedó regado dentro de la casa", dijo a la AFP Aída, fuera de su vivienda del norte de Santiago.
Ante la caída de las comunicaciones, muchas personas se volcaron en las redes sociales de internet Twitter y Facebook para tratar de dar con sus familiares. El servidor Google puso en marcha un servicio de búsqueda de personas para facilitar los contactos.
"A las 3:34 AM desperté. Estaba temblando. Sin luz, con las líneas telefónicas cortadas, sin internet, ni televisión y ni una radio a pilas, mi única fuente de información fue Twitter", escribió Cony Stur.
"Si alguien puede llamar a mi casa y me dé señales de que están bien se lo agradecería", pide Carlos Jaque por Facebook.
Entretanto más de 200 reos se fugaron de la cárcel de Chillán, al sur de Santiago, luego de la caída de un muro.
El sismo alcanzó a toda la cuenca del Pacífico en forma de alertas de tusnami en Japón, Filipinas y Hawai, que todavía las mantienen, mientras algunos de los países más próximos al epicentro, como Ecuador, Perú, Costa Rica y Nicaragua las levantaban sucesivamente al pasar el peligro.
La isla chilena Juan Fernández -que inspiró al narrador inglés Daniel Defoe para escribir su novela "Robinson Crusoe"- se vio invadida por una serie de olas que siguieron tras el terremoto, y que provocaron la muerte de al menos cinco habitantes, mientras otros 10 están desaparecidos.
La pequeña isla, de unos 600 habitantes, fue arrasada por un tsunami, relató Fernando Avaria, piloto de avionetas que frecuentemente vuela a la isla. "Todo lo que había a tres kilómetros del mar desapareció", dijo.
La alerta de tsunami en el Pacífico "se detendrá cuando llegue al otro lado del Pacífico, en Asia", precisó Eric Law, del Servicio Nacional Meteorológico estadounidense (NWS, por sus siglas en inglés).
Los residentes de las áreas costeras de Hawai así como turistas recibieron órdenes de evacuación a través de sirenas de alertas.
En tanto, varios países se solidarizaron con Chile.
"EEUU está listo para aportar su ayuda a las operaciones de rescate y reconstrucción y tenemos recursos que pueden ser desplegados si el gobierno chileno solicita nuestra ayuda", dijo el presidente estadounidense Barack Obama en la Casa Blanca.
El canciller chileno, Mariano Fernández, pidió a los países que han ofrecido ayuda humanitaria que no la envíen hasta tanto los servicios de emergencias cuantifiquen las reales necesidades.
El sismo es el segundo más potente de los últimos 20 años, tras el de 9,1 grados en la escala de Richter registrado en diciembre de 2004 en las costas de Indonesia y que desencadenó el tsunami que mató a 220.000 personas.
Chile ya sufrió el terremoto más fuerte jamás registrado, de 9,5 grados Richter el 22 de mayo de 1960 en Valdivia, al sur de Santiago, que dejó más de 3.000 muertos.