El rabino Raziel Shevach, de 35 años y procedente del asentamiento de Havat Gilad, murió el 9 de enero tras recibir varios disparos cuando circulaba en su vehículo cerca de la ciudad palestina de Nablus.
Tras el asesinato, las fuerzas israelíes lanzaron una gran operativo para localidad a Ahmad Nasr Jarrar, de 26 años, a quien consideraban el cerebro de la célula que mató al rabino.
Jarrar fue asesinado la noche del lunes por las fuerzas israelíes en una redada en la ciudad de Yamoun, en Cisjordania, informaron los servicios de inteligencia interna, Shin Bet, que aseguraron que el palestino iba armado y portaba explosivos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, alabó la operación. "Las fuerzas de seguridad atraparán a todo el que intente atacar a ciudadanos israelíes", afirmó en un comunicado.
"La cuenta está saldada", afirmó el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, para quien era sólo "cuestión de tiempo" que Jarrar fuera abatido.
El grupo radical palestion Hamas calificó de martir a Jarrar y respondió a Lieberman: "La cuenta todavía está abierta y pagarán el precio por sus crímenes".
Varios palestinos resultaron heridos y al menos uno murió durante la operación lanzada por Israel para capturar a Jarrar. Lieberman explicó además que las fuerzas de seguridad también están buscando al asesino de Itamar Ben Gal, un colono israelí acuchillado el lunes.
Por otro lado, el Gobierno israelí votó el domingo a favor de oficializar el asentamiento de Havat Gilad, en el que vivía Shevach, como reacción a su muerte.
Unos 600.000 israelíes viven en más de 200 asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este, que los palestinos reclaman como parte de su futuro estado junto a la Franja de Gaza.
Tras el asesinato, las fuerzas israelíes lanzaron una gran operativo para localidad a Ahmad Nasr Jarrar, de 26 años, a quien consideraban el cerebro de la célula que mató al rabino.
Jarrar fue asesinado la noche del lunes por las fuerzas israelíes en una redada en la ciudad de Yamoun, en Cisjordania, informaron los servicios de inteligencia interna, Shin Bet, que aseguraron que el palestino iba armado y portaba explosivos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, alabó la operación. "Las fuerzas de seguridad atraparán a todo el que intente atacar a ciudadanos israelíes", afirmó en un comunicado.
"La cuenta está saldada", afirmó el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, para quien era sólo "cuestión de tiempo" que Jarrar fuera abatido.
El grupo radical palestion Hamas calificó de martir a Jarrar y respondió a Lieberman: "La cuenta todavía está abierta y pagarán el precio por sus crímenes".
Varios palestinos resultaron heridos y al menos uno murió durante la operación lanzada por Israel para capturar a Jarrar. Lieberman explicó además que las fuerzas de seguridad también están buscando al asesino de Itamar Ben Gal, un colono israelí acuchillado el lunes.
Por otro lado, el Gobierno israelí votó el domingo a favor de oficializar el asentamiento de Havat Gilad, en el que vivía Shevach, como reacción a su muerte.
Unos 600.000 israelíes viven en más de 200 asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este, que los palestinos reclaman como parte de su futuro estado junto a la Franja de Gaza.