Miles de personas se manifestaron al concluir la tarde del viernes en Budaya, 4 km al oeste de Manama, gritando "Abajo la dictadura", "Revuelta hasta la victoria". Algunos llevaban camisetas que decían "Listos a morir por Bahréin", según testigos.
Las manifestaciones repetidas, convocadas por la oposición chiita que pide reformas constitucionales en este reino dirigido por una dinastía sunita, obligaron a reforzar la seguridad del circuito de Sakhir, cerca de Manama.
Muchos vehículos de policía estaban desplegados alrededor de Manama, con un blindado al borde de la carretera principal de acceso al circuito, y en las entradas del público se revisan estrictamente los bolsos, según periodistas.
La escudería Force India decidió no participar en la segunda sesión de ensayos libres del viernes, pues el miércoles por la noche un cóctel Molotov explotó sin causar heridos cerca del auto en el que iban cuatro miembros del equipo, que regresaban al hotel.
"Les dijimos que podían tener una escolta especial de seguridad si lo desean, no tengo todavía respuesta. Estoy incluso dispuesto a ir con ellos a su hotel, en el mismo auto", dijo el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone.
Por su parte, el príncipe heredero de Bahréin descartó el viernes la anulación del Gran Premio de Fórmula 1 y dijo que "anularlo favorecería a los extremistas".
Interrogado por periodistas, cuando estaba prevista una nueva manifestación en Karana (noroeste de Manama), el príncipe Salman Ben Hamad Al Jalifa reconoció que hay problemas de seguridad, pero "garantizó" que los problemas no están "dirigidos contra la Fórmula 1".
"El ataque que ocurrió cerca del vehículo de Force India era contra la policía (...) En ningún momento alguien de la F1 estuvo en peligro", aseguró el príncipe heredero.
Decenas de manifestantes que protestaban contra el GP de Bahréin se enfrentaron a la policía la noche del jueves en pueblos chiitas distantes del circuito de Sakhir, donde los ensayos comenzaron el viernes.
Según testigos, decenas de manifestantes que actuaban en nombre del movimiento de los "Jóvenes del 14 de febrero", se enfrentaron a las fuerzas de seguridad en varios barrios chiitas que rodean Manama.
La oposición reclama reformas constitucionales en este pequeño reino del Golfo gobernado por una dinastía sunita y cuya mayoría chiita se queja de discriminación.
Las fuerzas de seguridad lanzaron granadas lacrimógenas y ensordecedoras, según testigos. Algunos manifestantes respondieron lanzando cócteles Molotov.
Los jóvenes gritaban "el pueblo quiere la caída del régimen", "Abajo Hamad" bin Isa Al Jalifa, rey de Bahréin, y agitaron retratos del militante chiita encarcelado Abdel Hadi al Jauadja, en huelga de hambre desde el 8 de febrero.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos habían criticado la celebración de la carrera en plena crisis política en este pequeño reino, vecino de las ricas monarquías petroleras del Golfo.
Las autoridades de Bahréin detuvieron a decenas de líderes de las protestas en una operación preventiva antes del Gran Premio.
El año pasado, la carrera se anuló por la protesta que sacudió al reino de mediados de febrero a mediados de marzo y cuya represión dejó 35 muertos, según una comisión independiente.
Amnistía Internacional estima por su parte que 60 personas murieron desde el inicio de la protesta en febrero de 2011 en este reino, única monarquía del Golfo en la que los chiitas son mayoritarios.
Las manifestaciones repetidas, convocadas por la oposición chiita que pide reformas constitucionales en este reino dirigido por una dinastía sunita, obligaron a reforzar la seguridad del circuito de Sakhir, cerca de Manama.
Muchos vehículos de policía estaban desplegados alrededor de Manama, con un blindado al borde de la carretera principal de acceso al circuito, y en las entradas del público se revisan estrictamente los bolsos, según periodistas.
La escudería Force India decidió no participar en la segunda sesión de ensayos libres del viernes, pues el miércoles por la noche un cóctel Molotov explotó sin causar heridos cerca del auto en el que iban cuatro miembros del equipo, que regresaban al hotel.
"Les dijimos que podían tener una escolta especial de seguridad si lo desean, no tengo todavía respuesta. Estoy incluso dispuesto a ir con ellos a su hotel, en el mismo auto", dijo el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone.
Por su parte, el príncipe heredero de Bahréin descartó el viernes la anulación del Gran Premio de Fórmula 1 y dijo que "anularlo favorecería a los extremistas".
Interrogado por periodistas, cuando estaba prevista una nueva manifestación en Karana (noroeste de Manama), el príncipe Salman Ben Hamad Al Jalifa reconoció que hay problemas de seguridad, pero "garantizó" que los problemas no están "dirigidos contra la Fórmula 1".
"El ataque que ocurrió cerca del vehículo de Force India era contra la policía (...) En ningún momento alguien de la F1 estuvo en peligro", aseguró el príncipe heredero.
Decenas de manifestantes que protestaban contra el GP de Bahréin se enfrentaron a la policía la noche del jueves en pueblos chiitas distantes del circuito de Sakhir, donde los ensayos comenzaron el viernes.
Según testigos, decenas de manifestantes que actuaban en nombre del movimiento de los "Jóvenes del 14 de febrero", se enfrentaron a las fuerzas de seguridad en varios barrios chiitas que rodean Manama.
La oposición reclama reformas constitucionales en este pequeño reino del Golfo gobernado por una dinastía sunita y cuya mayoría chiita se queja de discriminación.
Las fuerzas de seguridad lanzaron granadas lacrimógenas y ensordecedoras, según testigos. Algunos manifestantes respondieron lanzando cócteles Molotov.
Los jóvenes gritaban "el pueblo quiere la caída del régimen", "Abajo Hamad" bin Isa Al Jalifa, rey de Bahréin, y agitaron retratos del militante chiita encarcelado Abdel Hadi al Jauadja, en huelga de hambre desde el 8 de febrero.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos habían criticado la celebración de la carrera en plena crisis política en este pequeño reino, vecino de las ricas monarquías petroleras del Golfo.
Las autoridades de Bahréin detuvieron a decenas de líderes de las protestas en una operación preventiva antes del Gran Premio.
El año pasado, la carrera se anuló por la protesta que sacudió al reino de mediados de febrero a mediados de marzo y cuya represión dejó 35 muertos, según una comisión independiente.
Amnistía Internacional estima por su parte que 60 personas murieron desde el inicio de la protesta en febrero de 2011 en este reino, única monarquía del Golfo en la que los chiitas son mayoritarios.