Pese a las acusaciones de las autoridades de transición de que quería dar un golpe de Estado, Haftar obtuvo nuevos apoyos a la ofensiva que lanzó, según él, contra los "grupos terroristas" en Libia.
El miércoles obtuvo el respaldo del ministro libio de Cultura, Habib Lamin, el primer miembro del gobierno que se declaró abiertamente a favor de la iniciativa de Haftar.
"El Consejo Superior de las Fuerzas Armadas" pide al CSM, la instancia jurídica de mayor jerarquía en el país, que "cree un Consejo Superior Presidencial, civil, cuya misión será formar un gobierno de urgencia y preparar elecciones legislativas", dijo Haftar en un comunicado leído el miércoles y difundido por varios canales de televisión libios.
Luego, el Consejo Presidencial entregará el poder al Parlamento electo, agregó Haftar, desde la ciudad de Al Abyar, en el este de Libia.
Dicho Consejo deberá, según Haftar, reemplazar al Congreso General Nacional (CGN, parlamento), la principal autoridad política y legislativa del país, elegido en julio de 2012.
Por el momento se ignora si el CSM responderá positivamente al pedido de este general.
Según Haftar, "el ejército" tomó estas decisiones después de la negativa del CGN de suspender su labor "como lo pide la población".
Según varios observadores, el Congreso es considerado como una de las causas de la crisis en Libia. Es criticado fundamentalmente por no haber sabido restablecer la seguridad en el país, víctima del caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi.
Ante el incremento de la violencia, alimentada por la tensión política, la Comisión Electoral anunció que el 25 de junio se elegirá un nuevo Parlamento para reemplazar al CGN.
Algunos analistas ponen en duda la capacidad de las autoridades para organizar esos comicios. Pero "la Comisión Electoral posee los medios logísticos y humanos necesarios para organizar esas elecciones en la fecha prevista", opinó un diplomático occidental.
- "Guarida de terroristas" -
Mientras tanto, el general retirado Haftar continuaba buscando apoyos. El martes por la noche, el jefe de estado mayor de la Defensa Aérea, el coronel Joma Al Abani, anunció en un canal privado de televisión que se unía a la operación llamada "Dignidad".
El viernes, Haftar lanzó una ofensiva contra los grupos radicales en Bengasi, a los que acusó de "terrorismo" y de los combates que dejaron decenas de muertos. La ofensiva fue suspendida para tener tiempo de reorganizar a las tropas, dijo, agregando que no tenía ningún deseo de tomar el poder.
"Libia se ha convertido en una guarida de terroristas que controlan los engranajes del Estado", añadió el miércoles al anochecer.
"Yo apoyo esta operación contra los grupos terroristas. El CGN, que protege a los terroristas, ya no me representa", declaró por su parte a la AFP el ministro de Cultura. Sin embargo, aclaró que conservaba su cargo de ministro hasta su "renuncia o destitución".
"Sí, nosotros apoyamos esta operación. Pero sus iniciadores deben darnos un objetivo bien determinado. La lucha contra el terrorismo no debe ser un instrumento para desembarazarse de sus rivales políticos", sostuvo Fawzi Abdelali, embajador y ex ministro del Interior.
Las autoridades libias condenaron un "intento de golpe de Estado".