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El representante del ELN en Quito, Ecuador.
"Asistimos hoy a reunión con Gustavo Bell de @EquipoPazGob para determinar conjuntamente la fecha de inicio del 5° Ciclo de conversaciones de la agenda pactada el 30 de marzo del 2016 donde se trabajará en el Dialogo Nacional y un nuevo Cese al Fuego", escribió el ELN en Twitter.
El jefe negociador colombiano, Gustavo Bell, fue enviado de regreso a Quito por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, "para explorar la posibilidad de un nuevo cese al fuego que permita continuar la negociación de paz con el ELN", señaló éste el domingo en Twitter.
En tanto, la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, manifestó hoy su confianza "en que se alcance un nuevo cese al fuego entre el ELN y el Gobierno de Colombia y que, en consecuencia, pueda iniciarse de inmediato el quinto ciclo de diálogos para la paz”.
"Ecuador se muestra esperanzado en que las partes se sienten de nuevo a conversar sin tensiones", indicó la diplomática en un comunicado difundido por la cancillería.
El sábado, la agrupación guerrillera, que lleva 53 años operando en Colombia, publicó un comunicado en donde reiteró "la voluntad para acordar otro cese al fuego, y avanzar en el diseño y desarrollo de la participación de la sociedad, en el logro de un pacto de paz".
El quinto ciclo de conversaciones tenía que haberse reanudado el pasado 8 de enero, pero la agenda se aplazó por motivos logísticos y un día después, el 9 de enero, fecha en la que culminaba la tregua, el ELN atacó estructuras petroleras y lanzó una granada a un puesto militar, por lo que el presidente Santos suspendió los diálogos y pidió el regreso de la delegación gubernamental a Bogotá.
El alto el fuego, bilateral y temporal adoptado por el ELN y el Gobierno tuvo lugar desde el 1 de octubre de 2017 y el pasado 9 de enero de este año, un hecho histórico y sin precedentes con esta agrupación guerrillera.
Desde que expiró la tregua, la guerrilla ha atacado oleoductos de la estatal petrolera Ecopetrol y secuestró a uno de sus operarios en zona rural del Meta (centro). Así mismo, ha abierto fuego en contra de uniformados de la Policía y el Ejército.
Tras la reanudación de los ataques, el mandatario colombiano ordenó a sus tropas atacar "con contundencia" a esta guerrilla, la última que opera en el país, arrojando resultados como la captura del jefe del frente de guerra central de esta guerrilla y otros dos cabecillas.
En la madrugada de este domingo siete personas fueron asesinadas en un bar ubicado en el municipio de Yarumal, al noroeste del país, en una zona en donde opera el ELN y bandas delincuenciales.
Sin embargo, los hechos no han sido atribuidos oficialmente al grupo guerrillero, pues las autoridades aún se encuentran investigando la situación.
El comandante de la Policía en esa región, coronel Mauricio Sierra, dijo que "aún no se cuentan pruebas contundentes para atribuir los hechos a un grupo determinado" como el ELN o la banda criminal Clan del Golfo.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo reveló hoy que solamente en cuatro días -del 17 al 20 de enero- distintos hechos violentos protagonizados por el ELN, disidencias de la ex guerrilla de las FARC y bandas de crimen organizado como el Clan del Golfo hicieron que 1.000 colombianos se vieran obligados a dejar sus viviendas por miedo a la guerra.
De acuerdo con el comunicado publicado por la Defensoría, este desplazamiento forzado interno tuvo lugar en departamentos como Nariño (en el límite con Ecuador), Córdoba (norte), Antioquia (noroeste) y Boyacá (centro).
Con este pronunciamiento, la Defensoría instó a las autoridades a tomar medidas que garanticen los derechos de las víctimas del desplazamiento forzado y se active un protocolo de protección para evitar que la situación continúe.
El jefe negociador colombiano, Gustavo Bell, fue enviado de regreso a Quito por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, "para explorar la posibilidad de un nuevo cese al fuego que permita continuar la negociación de paz con el ELN", señaló éste el domingo en Twitter.
En tanto, la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, manifestó hoy su confianza "en que se alcance un nuevo cese al fuego entre el ELN y el Gobierno de Colombia y que, en consecuencia, pueda iniciarse de inmediato el quinto ciclo de diálogos para la paz”.
"Ecuador se muestra esperanzado en que las partes se sienten de nuevo a conversar sin tensiones", indicó la diplomática en un comunicado difundido por la cancillería.
El sábado, la agrupación guerrillera, que lleva 53 años operando en Colombia, publicó un comunicado en donde reiteró "la voluntad para acordar otro cese al fuego, y avanzar en el diseño y desarrollo de la participación de la sociedad, en el logro de un pacto de paz".
El quinto ciclo de conversaciones tenía que haberse reanudado el pasado 8 de enero, pero la agenda se aplazó por motivos logísticos y un día después, el 9 de enero, fecha en la que culminaba la tregua, el ELN atacó estructuras petroleras y lanzó una granada a un puesto militar, por lo que el presidente Santos suspendió los diálogos y pidió el regreso de la delegación gubernamental a Bogotá.
El alto el fuego, bilateral y temporal adoptado por el ELN y el Gobierno tuvo lugar desde el 1 de octubre de 2017 y el pasado 9 de enero de este año, un hecho histórico y sin precedentes con esta agrupación guerrillera.
Desde que expiró la tregua, la guerrilla ha atacado oleoductos de la estatal petrolera Ecopetrol y secuestró a uno de sus operarios en zona rural del Meta (centro). Así mismo, ha abierto fuego en contra de uniformados de la Policía y el Ejército.
Tras la reanudación de los ataques, el mandatario colombiano ordenó a sus tropas atacar "con contundencia" a esta guerrilla, la última que opera en el país, arrojando resultados como la captura del jefe del frente de guerra central de esta guerrilla y otros dos cabecillas.
En la madrugada de este domingo siete personas fueron asesinadas en un bar ubicado en el municipio de Yarumal, al noroeste del país, en una zona en donde opera el ELN y bandas delincuenciales.
Sin embargo, los hechos no han sido atribuidos oficialmente al grupo guerrillero, pues las autoridades aún se encuentran investigando la situación.
El comandante de la Policía en esa región, coronel Mauricio Sierra, dijo que "aún no se cuentan pruebas contundentes para atribuir los hechos a un grupo determinado" como el ELN o la banda criminal Clan del Golfo.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo reveló hoy que solamente en cuatro días -del 17 al 20 de enero- distintos hechos violentos protagonizados por el ELN, disidencias de la ex guerrilla de las FARC y bandas de crimen organizado como el Clan del Golfo hicieron que 1.000 colombianos se vieran obligados a dejar sus viviendas por miedo a la guerra.
De acuerdo con el comunicado publicado por la Defensoría, este desplazamiento forzado interno tuvo lugar en departamentos como Nariño (en el límite con Ecuador), Córdoba (norte), Antioquia (noroeste) y Boyacá (centro).
Con este pronunciamiento, la Defensoría instó a las autoridades a tomar medidas que garanticen los derechos de las víctimas del desplazamiento forzado y se active un protocolo de protección para evitar que la situación continúe.
