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Antes del inicio de las negociaciones, el ministro malí de Relaciones Exteriores, Abdoulaye Diop, que encabeza la delegación oficial, dijo que el gobierno estaba dispuesto a ir "todo lo lejos posible" para alcanzar un acuerdo "lo más rápido posible".
Asimismo, Diop subrayó las líneas rojas gubernamentales en estas conversaciones: "el respeto de la unidad territorial, de la unidad del pueblo de Malí y la organización republicana del Estado malí".
Las negociaciones debían tener lugar entre los seis grupos armados al mismo tiempo, pero rechazaron estar juntos.
Así, los movimientos firmantes de la declaración de Argel del 9 de junio -el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), el Alto Consejo para la Unidad del Azawad (ACUA) y el Movimiento Árabe del Azawad (MAA)- entraron en la sala para la sesión plenaria y salieron a los 20 minutos.
Otra rama del Movimiento Árabe del Azawad (MAA, disidentes), la Coordinación para el Pueblo del Azawad (CPA) y la Coordinación de los Movimientos y Frentes Patrióticos de Resistencia (CM-FPR) entraron a su vez para una sesión plenaria.
Los negociadores intentarán "encontrar un consenso para el reparto del poder" entre "los movimientos que quieren una autonomía en el norte de Malí" (el Azawad) y del otro, un "gobierno abierto a cualquier idea que no sea la independencia", explicó el martes una fuente diplomática argelina.
En un gesto de buena voluntad antes de las negociaciones, los diferentes bandos intercambiaron el martes por la tarde en Bamako 86 prisioneros: 45 militares y policías de un lado, y 41 tuaregs del otro.
