El ejército sirio anunció que se había apoderado el martes de la localidad de Qara, en la región de Qalamun, en la carretera estratégica entre Damasco y Homs, en un nuevo revés para los rebeldes.
El coronel Abdel Yabar al Okaidi, uno de los principales artífices de la victoria rebelde en Alepo en julio de 2012, estimó que "a Irán, el Hezbolá (chiita libanés) y las milicias (chiitas iraquíes) Abul Fadel al Abas, los anima la misma convicción y la misma fe".
Estos combatientes chiitas, que apoyan a los alauitas, la confesión de Asad, "son capaces de resistir mucho tiempo. Además, tienen experiencia de la guerra urbana, están bien entrenados y tienen nuevas armas nunca vistas anteriormente", explicó el oficial rebelde.
No obstante, para David Hartwell, especialista de Medio Oriente en IHS-Janes, "la discordia que reina entre los rebeldes, en particular entre el Ejército Sirio Libre (ESL) y el Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL), es el principal factor" de las derrotas militares de los rebeldes.
El ESL "acusa a los yihadistas de tener más interés por combatir contra los otros grupos rebeldes en Alepo que contra el ejército" de Asad, agregó.
Así, los yihadistas del EIIL ejecutaron a un comandante rebelde y a dos miembros de su brigada en Idleb (noroeste), acusándolos de corrupción y posesión de una botella de Arak, una bebida alcohólica destilada. Se trata de un procedimiento usado habitualmente por este grupo para sacarse de encima a sus adversarios, acusándolos de violar la ley musulmana.
"La principal razón del avance del régimen es la desunión de los rebeldes y la falta de armas, en particular de grueso calibre", explicó a la AFP Matar Ismail, un opositor damasceno.
"El régimen ha agotado" a los rebeldes y establecido "un sitio que ahoga las zonas controladas por la oposición, cortando todas las rutas de abastecimiento", confirmó Mohamad Said, otro opositor de la capital.
Desde hace meses, el ejército regular está usando una táctica que data de la Antigüedad: sitiar al enemigo. "Cuando el ejército toma el control de una región, impide toda posibilidad de que entren refuerzos o armas", explicó a la AFP un alto funcionario militar sirio. Además, "vamos sacándoles territorios a nuestros enemigos : lleva tiempo pero es mucho más eficaz", agregó.
Para un experto sirio en Damasco, "el cambio brusco de Estados Unidos, que, pese a sus amenazas, no bombardeó a Siria en septiembre, desanimó a los rebeldes. Esperaban que esos bombardeos destruyeran la infraestructura militar del régimen y les permitiera entrar en Damasco", agregó.
Thomas Pierret, profesor en el departamento de Islam contemporáneo de la Universidad de Edimburgo, consideró "obvio que el actual avance (del ejército) oficialista está relacionado con la perspectiva de (la conferencia de paz de) Ginebra-2".
"Si la coalición (opositora) concurre, estará en una posición más débil en el terreno y a nivel diplomático, ya que la actitud estadounidense se parece a un abandono" de los rebeldes.
"La renuncia de Asad no se contempla en este momento, ya que los rusos y los estadounidenses no la desean", agregó.