Las negociaciones han sido anunciadas provisionalmente para el 14 de junio. El anuncio fue realizado a la AFP por Ezedin al Isbahi, ministro de la Información del gobierno exiliado en Riad y por Daifalá al Shami, miembro de la oficina política del movimiento Ansarualá, al que afirman pertenecer los hutíes.
"El gobierno aceptó participar en las negociaciones de Ginebra", declaró Isbahi, añadiendo que se trata de "consultas para la aplicación de la resolución 2216" del Consejo de Seguridad de la ONU que prevé la retirada de los hutíes de los territorios que conquistaron desde el comienzo de su ofensiva el año pasado.
Daifalá al Shami indicó, por su parte, que la rebelión había "aceptado la invitación de la ONU para ir a la mesa de diálogo en Ginebra sin condiciones previas".
Yemen es escenario de acciones violentas desde que los hutíes, apoyados por Irán, entraron en septiembre en la capital, Saná, y avanzaron hacia Adén (sur) en su lucha contra las fuerzas leales al presidente Abd Rabo Mansur Hadi, apoyado por Arabia Saudí y Estados Unidos, quien se vio obligado a huir en marzo a Arabia Saudita.
Riad dirige desde hace más de dos meses una coalición árabe que bombardea casi a diario a los hutíes y sus aliados en Yemen.
El conflicto ha causado casi 2.000 muertos y obligado a más de 545.000 personas a abandonar sus hogares, según la ONU.
"El gobierno aceptó participar en las negociaciones de Ginebra", declaró Isbahi, añadiendo que se trata de "consultas para la aplicación de la resolución 2216" del Consejo de Seguridad de la ONU que prevé la retirada de los hutíes de los territorios que conquistaron desde el comienzo de su ofensiva el año pasado.
Daifalá al Shami indicó, por su parte, que la rebelión había "aceptado la invitación de la ONU para ir a la mesa de diálogo en Ginebra sin condiciones previas".
Yemen es escenario de acciones violentas desde que los hutíes, apoyados por Irán, entraron en septiembre en la capital, Saná, y avanzaron hacia Adén (sur) en su lucha contra las fuerzas leales al presidente Abd Rabo Mansur Hadi, apoyado por Arabia Saudí y Estados Unidos, quien se vio obligado a huir en marzo a Arabia Saudita.
Riad dirige desde hace más de dos meses una coalición árabe que bombardea casi a diario a los hutíes y sus aliados en Yemen.
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