El presidente griego, Giorgos Papandreu
ATENAS, Eve Szeftel, (AFP) - "La activación del mecanismo es una necesidad nacional, y por esa razón he ordenado al ministro de Finanzas (Giorgos Papaconstantinou) que haga todas las gestiones necesarias", declaró este viernes Giorgos Papandreou.
El primer ministro de Grecia añadió que "nuestros socios harán lo necesario para (...) enviar a los mercados el mensaje de que la Unión Europea no juega y está protegiendo el euro".
Poco después de su intervención, tanto la Comisión Europea como el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, declararon que responderán "rápidamente" a la demanda de Atenas.
Según el procedimiento previsto, la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE), a quienes el ministro de Finanzas griego pidió oficialmente la activación del mecanismo, evaluarán si la demanda está justificada.
En una segunda fase, los 16 ministros de Finanzas de los países de la Eurozona deben dar su acuerdo, lo que en principio será un mero trámite, puesto que ya consensuaron el mecanismo el pasado 11 de abril.
"Todo se hará rápidamente y de forma eficaz", aseguró el portavoz de la Comisión Amadeu Altafaj. "No prevemos ningún obstáculo", dijo.
El gobierno alemán, que será el principal contribuyente y que durante un tiempo fue reacio al plan de rescate, se dijo "dispuesto a actuar inmediatamente" en favor de Grecia, puntualizando que cumple con su solidaridad por deber y "por interés nacional".
El anuncio hecho por Papandreou tuvo un efecto inmediato sobre los intereses de los bonos griegos a diez años, que bajaron este viernes a 7,985%, tras pulverizar el jueves todos los récords, a más de 8,7%.
Por su lado, el ministro griego de Finanzas partirá este mismo viernes a Washington, para entrevistarse el sábado con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.
Una misión conjunta de la Comisión, el BCE y el FMI negocia desde este miércoles en Atenas las modalidades de la ayuda, prevista a lo largo de tres años. Para 2010 el plan prevé que la UE dé a Atenas, en forma de préstamos bilaterales, 30.000 millones de euros con un interés de alrededor del 5%. El FMI aportaría otros 15.000 millones de euros.
Grecia, cuya deuda pública se eleva al 115,1% del PIB, debe rembolsar 30.000 millones de euros de aquí a finales de año a sus acreedores.
La presión se incrementó fuertemente el jueves, después de que la oficina europea de estadísticas, Eurostat, revisara el déficit presupuestario griego de 2009 al alza, cifrándolo en el 13,6% del PIB. La moneda común, el euro, se vio también castigada y cayó a su nivel más bajo en un año.
Según Angelos Tsakanikas, jefe economista del think-tank patronal Iobe, el gobierno griego no podía esperar más, incluso teniendo en cuenta "lo difícil que era para Papandreou recurrir al FMI, que hasta ahora ha sido demonizado".
"Puede que el Estado no necesitara pedir prestado antes de fines de mayo, pero los bancos necesitan dinero todos los días. La incertidumbre perjudica a todo el mercado griego", agregó.
El primer ministro de Grecia añadió que "nuestros socios harán lo necesario para (...) enviar a los mercados el mensaje de que la Unión Europea no juega y está protegiendo el euro".
Poco después de su intervención, tanto la Comisión Europea como el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, declararon que responderán "rápidamente" a la demanda de Atenas.
Según el procedimiento previsto, la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE), a quienes el ministro de Finanzas griego pidió oficialmente la activación del mecanismo, evaluarán si la demanda está justificada.
En una segunda fase, los 16 ministros de Finanzas de los países de la Eurozona deben dar su acuerdo, lo que en principio será un mero trámite, puesto que ya consensuaron el mecanismo el pasado 11 de abril.
"Todo se hará rápidamente y de forma eficaz", aseguró el portavoz de la Comisión Amadeu Altafaj. "No prevemos ningún obstáculo", dijo.
El gobierno alemán, que será el principal contribuyente y que durante un tiempo fue reacio al plan de rescate, se dijo "dispuesto a actuar inmediatamente" en favor de Grecia, puntualizando que cumple con su solidaridad por deber y "por interés nacional".
El anuncio hecho por Papandreou tuvo un efecto inmediato sobre los intereses de los bonos griegos a diez años, que bajaron este viernes a 7,985%, tras pulverizar el jueves todos los récords, a más de 8,7%.
Por su lado, el ministro griego de Finanzas partirá este mismo viernes a Washington, para entrevistarse el sábado con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.
Una misión conjunta de la Comisión, el BCE y el FMI negocia desde este miércoles en Atenas las modalidades de la ayuda, prevista a lo largo de tres años. Para 2010 el plan prevé que la UE dé a Atenas, en forma de préstamos bilaterales, 30.000 millones de euros con un interés de alrededor del 5%. El FMI aportaría otros 15.000 millones de euros.
Grecia, cuya deuda pública se eleva al 115,1% del PIB, debe rembolsar 30.000 millones de euros de aquí a finales de año a sus acreedores.
La presión se incrementó fuertemente el jueves, después de que la oficina europea de estadísticas, Eurostat, revisara el déficit presupuestario griego de 2009 al alza, cifrándolo en el 13,6% del PIB. La moneda común, el euro, se vio también castigada y cayó a su nivel más bajo en un año.
Según Angelos Tsakanikas, jefe economista del think-tank patronal Iobe, el gobierno griego no podía esperar más, incluso teniendo en cuenta "lo difícil que era para Papandreou recurrir al FMI, que hasta ahora ha sido demonizado".
"Puede que el Estado no necesitara pedir prestado antes de fines de mayo, pero los bancos necesitan dinero todos los días. La incertidumbre perjudica a todo el mercado griego", agregó.