"El 17 de febrero por la noche, un ataque suicida fue llevado a cabo en las calles de Ankara por un guerrero kamikaze contra un convoy de soldados de la república turca fascista", afirmó en una declaración publicada en su página web este grupo, que ya había reivindicado en diciembre un ataque mortal contra el aeropuerto de Estambul.
"Esta acción fue realizada para vengar a las personas vulnerables muertas en el subsuelo de Cizre y a nuestros civiles heridos", agregó la declaración, haciendo referencia a la ciudad del sureste de Turquía, de mayoría kurda, donde el ejército y la policía despliegan desde hace más de dos meses una operación mortífera contra los partidarios del PKK.
En su texto, los TAK difundieron la fotografía de Zinar Raperin, un hombre nacido en 1989 en Van (este), presentado como el autor del ataque de Ankara.
El grupo también advirtió a los turistas extranjeros de los peligros de viajar a Turquía.
"El turismo (...) es un objetivo que queremos destruir. Aconsejamos a los turistas extranjeros y turcos que no vayan a las zonas turísticas en Turquía", agregó el grupo en una declaración en inglés en su página web.
No seremos "responsables de los que mueran en los ataques en estos sectores", sentenció.
El jueves, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y su primer ministro Ahmet Davutoglu habían afirmado que el atentado fue perpetrado por los combatientes kurdos sirios de las Unidades de la Protección del Pueblo (YPG), con el apoyo del PKK.
Davutoglu también había indicado que el kamikaze era un sirio de 23 años, Salih Necar, presentado como cercano al YPG.
Varios periódicos turcos afirmaron que había sido identificado gracias a las huelgas dactilares, registradas cuando llegó a Turquía como refugiado.
El jefe del Partido de la Unión Democrática (PYD), cuyo brazo armado es el YPG, Saleh Muslim, y uno de los responsables del PKK, Cemil Bayik, habían negado las acusaciones.
Los TAK ya habían reivindicado una ataque mortal contra el aeropuerto Sabiha Gökçen de Estambul el 23 de diciembre. El atentado dejó un muerto.