El expresidente sirio Hafez Al Asad-izquierda-y el expresidente egipcio Hosni Mubarak en los años 90
El Cairo puede haber comenzado este viraje colocando un punto final sobre el tipo de relaciones que se habían mantenido encubiertos durante los últimos años, dejándolos en el ámbito de la especulación a causa de la fuerte polarización regional y árabe y el sometimiento de El Cairo a presiones cada vez que se planteaba el tema sirio. Funcionarios de alto nivel en Damasco, comentan sobre la puesta en marcha de esta etapa, señalando que se cosechan los frutos de cinco años de concienzuda labor realizada con tacto y calma, con un pilar fundamental en el mundo árabe; un pilar percibido por muchos nacionalistas árabes como la otra ala que junto con siria hace posible el vuelo; quizá en ese sentido Damasco se esmeró siempre buscando en lo posible mantener abiertos canales secretos con El Cairo, hasta en la etapa más crítica del aislamiento que el eje del Golfo intentó imponer a Siria a través de la Liga Árabe, privando al mismo tiempo a Egipto de su seguridad nacional.
El mayor general Mamlouk, una importante personalidad en el campo de la seguridad, manejó expedientes esenciales que permitieron restablecer el tejido de las relaciones con países regionales importantes; es probable que haya realizado una visita anterior a El Cairo hace un año, junto el equipo que lo rodea de funcionarios sirios en el campo de seguridad, quienes a su vez habían visitado la capital egipcia en muchas ocasiones; pero el mayor general Mamlouk es a la vez una figura política; lo que sugiere que estas reuniones no se limitaron solo a la cooperación en el campo de seguridad y la lucha contra el terrorismo a pesar de su importancia; sino que al mismo tiempo se conversaba sobre la forma de volver a activar la coordinación política con la más importante de las capitales árabes; esto ratifica el retorno de El Cairo a Damasco, a pesar de los intentos de separar el levante árabe de su importante dimensión nacional; por el otro lado, El Cairo optó a pesar de la mengua de su rendimiento en cuanto a los expedientes de la región, por inclinarse hacia el punto de vista sirio que establece que la solución política es el camino para salir de la crisis; esto fue lo que enfatizó el presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi en repetidas ocasiones, así como insistió en que la supervivencia del Estado sirio es una garantía para la seguridad nacional egipcia.
No se ha filtrado oficialmente nada sobre la visita, pero fuentes de alto nivel le informaron a al Mayadeen que “la visita es el inicio del retorno de Egipto a la línea nacionalista árabe con el fin de ejercer su influencia sobre los asuntos y eventos de la región”; la visita plantea temas políticos y de seguridad, que abarcan muchos aspectos, entre los que destacan el combate contra el terrorismo y la coordinación entre ambas partes en ese sentido; asimismo, el anuncio mismo de la visita en coordinación entre ambas partes es de por sí un “mensaje político”.
No es la primera visita de un funcionario de seguridad de Siria; las visitas y la coordinación en el campo de seguridad entre las dos partes no se han detenido desde el inicio de la crisis de Siria.
En efecto existen muchos denominadores comunes en el campo de la seguridad regional entre ambas partes, a la que se le añade el elemento del acercamiento ruso - egipcio en su dimensión política, como lo demuestra la exigencia de Rusia sobre la participación de Egipto en la reunión de Lausana y también como lo demuestra la votación egipcia sobre la resolución de Rusia en el Consejo de Seguridad. El Cairo puede percibir que su gran apuesta al tener una voz moderada en el trato con el tema sirio, probablemente arroja el peso egipcio sobre las relaciones entre árabes; porque Siria, que había apostado a una presencia más activa de los egipcios para aliviar los excesos del eje del Golfo en su contra, logró conseguir una cooperación abierta en el campo de seguridad que pronto se reflejara en el marco de los entendimientos políticos, tal vez tarde si no se consigue pronto.
Dima Nassif
El mayor general Mamlouk, una importante personalidad en el campo de la seguridad, manejó expedientes esenciales que permitieron restablecer el tejido de las relaciones con países regionales importantes; es probable que haya realizado una visita anterior a El Cairo hace un año, junto el equipo que lo rodea de funcionarios sirios en el campo de seguridad, quienes a su vez habían visitado la capital egipcia en muchas ocasiones; pero el mayor general Mamlouk es a la vez una figura política; lo que sugiere que estas reuniones no se limitaron solo a la cooperación en el campo de seguridad y la lucha contra el terrorismo a pesar de su importancia; sino que al mismo tiempo se conversaba sobre la forma de volver a activar la coordinación política con la más importante de las capitales árabes; esto ratifica el retorno de El Cairo a Damasco, a pesar de los intentos de separar el levante árabe de su importante dimensión nacional; por el otro lado, El Cairo optó a pesar de la mengua de su rendimiento en cuanto a los expedientes de la región, por inclinarse hacia el punto de vista sirio que establece que la solución política es el camino para salir de la crisis; esto fue lo que enfatizó el presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi en repetidas ocasiones, así como insistió en que la supervivencia del Estado sirio es una garantía para la seguridad nacional egipcia.
No se ha filtrado oficialmente nada sobre la visita, pero fuentes de alto nivel le informaron a al Mayadeen que “la visita es el inicio del retorno de Egipto a la línea nacionalista árabe con el fin de ejercer su influencia sobre los asuntos y eventos de la región”; la visita plantea temas políticos y de seguridad, que abarcan muchos aspectos, entre los que destacan el combate contra el terrorismo y la coordinación entre ambas partes en ese sentido; asimismo, el anuncio mismo de la visita en coordinación entre ambas partes es de por sí un “mensaje político”.
No es la primera visita de un funcionario de seguridad de Siria; las visitas y la coordinación en el campo de seguridad entre las dos partes no se han detenido desde el inicio de la crisis de Siria.
En efecto existen muchos denominadores comunes en el campo de la seguridad regional entre ambas partes, a la que se le añade el elemento del acercamiento ruso - egipcio en su dimensión política, como lo demuestra la exigencia de Rusia sobre la participación de Egipto en la reunión de Lausana y también como lo demuestra la votación egipcia sobre la resolución de Rusia en el Consejo de Seguridad. El Cairo puede percibir que su gran apuesta al tener una voz moderada en el trato con el tema sirio, probablemente arroja el peso egipcio sobre las relaciones entre árabes; porque Siria, que había apostado a una presencia más activa de los egipcios para aliviar los excesos del eje del Golfo en su contra, logró conseguir una cooperación abierta en el campo de seguridad que pronto se reflejara en el marco de los entendimientos políticos, tal vez tarde si no se consigue pronto.
Dima Nassif