
Advirtió que el Hezbolá sabía donde golpear y que habría "decenas de miles de muertos y no solo 300 o 500 muertos".
El movimiento chiita armado es el enemigo jurado de Israel contra el que se comprometió en una guerra destructora en 2006 en el Líbano.
El jefe del Hezbolá afirmó que si Irán, principal apoyo del partido chiita, "era atacado por Israel, la respuesta será enorme".
Estas declaraciones del jefe del Hezbolá ocurrieron cuando los medios de comunicación israelíes mencionaron en los últimos días la inminencia de un ataque israelí contra las instalaciones nucleares iraníes.
El ministro israelí saliente de Defensa pasiva, Matan Vilnai, había afirmado el miércoles que Israel había preparado su población a un eventual conflicto que podría durar 30 días en varios frentes simultáneos y "causar unos 500 muertos" de lado israelí.