"Vamos a ganar esta batalla, si Dios quiere", lanzó Nasralá en un discurso transmitido en directo por la cadena de televisión Al Manar, órgano de su partido.
"Es sólo una cuestión de tiempo", precisó el responsable.
El dirigente de Hezbolá reafirmó que, ante grupos yihadistas como el Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) o el Frente Al Nosra, que combaten en Siria, se trata de "una batalla decisiva, histórica (...) Y su horizonte es la victoria".
En abril de 2013, el partido chiita libanés reconoció públicamente que había enviado combatientes para ayudar al ejército sirio, un compromiso que divide profundamente al Líbano y que provoca la ira de los rebeldes sirios, en su mayoría sunitas.
Hezbolá afirma que defiende al Líbano de la amenaza "extremista", mientras que sus detractores lo acusan de sumergirse en el 'cenagal' sirio.
Los feudos de Hezbolá en Líbano han sido blanco de varios atentados sangrientos reivindicados por grupos yihadistas, opuestos a la implicación del partido chiita junto al régimen en el conflicto de Siria.