Los jefes de la diplomacia del P5+1 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, China, Francia y Alemania), y el iraní, Mohamad Javad Zarif, muy sonriente como es habitual en él, comenzaron por la tarde una reunión plenaria.
Este gran encuentro entre ministros fue precedido por la mañana por otro en el que participaron solamente los del P5+1, en el cual quedó clara la posición de éste en cuanto a presionar a Teherán, afirmando por turnos, en algo que parecía orquestado, que "el momento (de lograr un acuerdo) llegó", que "todas las cartas están sobre la mesa", y que hay que aprovechar "una ocasión única para poner punto final a doce años de conflicto".
El compromiso, basado en el acuerdo marco alcanzado en Suiza en abril, debería lograrse este martes como fecha límite, pero ninguno de los plazos anteriores fue respetado.
El programa nuclear iraní fue revelado a principio de los años 2000 y las negociaciones entre los europeos y Teherán comenzaron en 2003 para intentar desactivar uno de los temas más sensibles y complejos de las actuales relaciones internacionales.
No obstante, estas negociaciones no fueron plenamente relanzadas hasta 2012, con reuniones secretas entre diplomáticos estadounidenses e iraníes.
La República islámica niega que intente desarrollar el arma nuclear, y asegura que su programa es de naturaleza pacífica, para generar electricidad y tratar a pacientes con cáncer.
Este último acto en esta larga negociación comenzó en esta jornada, en una carrera contrarreloj para resolver las divergencias que impiden llegar a un acuerdo histórico, un día antes de la fecha límite del 7 de julio.
Los ministros de Exteriores del grupo 5+1 regresaron a Viena en el décimo día de conversaciones, si bien las partes advirtieron que el acuerdo aún no estaba garantizado.
"Ahora es el momento de ver si podemos llegar a un acuerdo", había recordado el domingo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para añadir este lunes que "en este punto, la negociación podría ir en los dos sentidos".
Los ministros de Exteriores francés, Laurent Fabius, y alemán, Frank-Walter Steinmeier, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, por su parte, volvieron a Viena el domingo por la noche.
"Tenemos una oportunidad fabulosa tras doce años de discusiones para resolver por fin este conflicto... esto enviará una señal a toda la región", consideró por su parte el jefe de la diplomacia alemana.
Sin embargo, este lunes un responsable diplomático alemán, durante un corte de las discusiones, señaló que "el fracaso (de las negociaciones) no está excluido".
Este lunes, un responsable iraní afirmó que Teherán había hecho "varias concesiones" y mostrado "mucha flexibilidad", por lo que solo faltaba que los ministros abordaran "unos pocos asuntos".
Pese a ello, admitió que algunos de ellos eran de peso y no habían sido resueltos en el plano experto ni de responsables ministeriales de menor rango, por lo que "no eran fáciles".
También estaban presentes este lunes el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y chino, Wang Yi, quien dijo el lunes que "un acuerdo completo estaba al alcance".
"Lo importante es que hoy y mañana, todas las partes, especialmente Estados Unidos e Irán, tomarán sus decisiones finales lo más rápido posible", aseguró Wang.
Los ministros deben resolver los últimos (e importantes) puntos de divergencia para deshacer los nudos más duros de estas negociaciones sin precedentes.
Estos son conocidos desde hace meses: la duración del acuerdo, las modalidades y amplitud de las inspecciones internacionales, y el ritmo al que se levantarán las sanciones.
Los iraníes reclaman rapidez en este último punto, mientras el grupo 5+1 insiste en que se trate de un proceso progresivo y reversible en caso de que Teherán no mantenga sus compromisos.
En cuanto a la comprobación de que no existe dimensión militar en el programa nuclear iraní, punto clave de la negociación, el presidente de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, que viajó el jueves a Teherán para entrevistarse con el presidente Hasan Rohani, afirmó que no hubo "avances" en las discusiones.
Está previsto que dos adjuntos de Amano viajen al país islámico para resolver las cuestiones que quedaron en suspenso.
"Todas las cartas están sobre la mesa. La cuestión principal es saber si los iraníes aceptarán adoptar compromisos claros", subrayó Fabius.
"El momento llegó", añadió en declaraciones a su llegada el domingo a la capital de Austria.
Expertos y diplomáticos trabajan noche y día sobre un texto de 20 páginas con 5 anexos, en total, entre 70 y 80 páginas" según el jefe negociador iraní, Abas Araghchi.
Este gran encuentro entre ministros fue precedido por la mañana por otro en el que participaron solamente los del P5+1, en el cual quedó clara la posición de éste en cuanto a presionar a Teherán, afirmando por turnos, en algo que parecía orquestado, que "el momento (de lograr un acuerdo) llegó", que "todas las cartas están sobre la mesa", y que hay que aprovechar "una ocasión única para poner punto final a doce años de conflicto".
El compromiso, basado en el acuerdo marco alcanzado en Suiza en abril, debería lograrse este martes como fecha límite, pero ninguno de los plazos anteriores fue respetado.
El programa nuclear iraní fue revelado a principio de los años 2000 y las negociaciones entre los europeos y Teherán comenzaron en 2003 para intentar desactivar uno de los temas más sensibles y complejos de las actuales relaciones internacionales.
No obstante, estas negociaciones no fueron plenamente relanzadas hasta 2012, con reuniones secretas entre diplomáticos estadounidenses e iraníes.
La República islámica niega que intente desarrollar el arma nuclear, y asegura que su programa es de naturaleza pacífica, para generar electricidad y tratar a pacientes con cáncer.
- Carrera contrarreloj -
Este último acto en esta larga negociación comenzó en esta jornada, en una carrera contrarreloj para resolver las divergencias que impiden llegar a un acuerdo histórico, un día antes de la fecha límite del 7 de julio.
Los ministros de Exteriores del grupo 5+1 regresaron a Viena en el décimo día de conversaciones, si bien las partes advirtieron que el acuerdo aún no estaba garantizado.
"Ahora es el momento de ver si podemos llegar a un acuerdo", había recordado el domingo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para añadir este lunes que "en este punto, la negociación podría ir en los dos sentidos".
Los ministros de Exteriores francés, Laurent Fabius, y alemán, Frank-Walter Steinmeier, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, por su parte, volvieron a Viena el domingo por la noche.
"Tenemos una oportunidad fabulosa tras doce años de discusiones para resolver por fin este conflicto... esto enviará una señal a toda la región", consideró por su parte el jefe de la diplomacia alemana.
Sin embargo, este lunes un responsable diplomático alemán, durante un corte de las discusiones, señaló que "el fracaso (de las negociaciones) no está excluido".
Este lunes, un responsable iraní afirmó que Teherán había hecho "varias concesiones" y mostrado "mucha flexibilidad", por lo que solo faltaba que los ministros abordaran "unos pocos asuntos".
Pese a ello, admitió que algunos de ellos eran de peso y no habían sido resueltos en el plano experto ni de responsables ministeriales de menor rango, por lo que "no eran fáciles".
También estaban presentes este lunes el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y chino, Wang Yi, quien dijo el lunes que "un acuerdo completo estaba al alcance".
"Lo importante es que hoy y mañana, todas las partes, especialmente Estados Unidos e Irán, tomarán sus decisiones finales lo más rápido posible", aseguró Wang.
- Aún hay 'puntos de divergencia' -
Los ministros deben resolver los últimos (e importantes) puntos de divergencia para deshacer los nudos más duros de estas negociaciones sin precedentes.
Estos son conocidos desde hace meses: la duración del acuerdo, las modalidades y amplitud de las inspecciones internacionales, y el ritmo al que se levantarán las sanciones.
Los iraníes reclaman rapidez en este último punto, mientras el grupo 5+1 insiste en que se trate de un proceso progresivo y reversible en caso de que Teherán no mantenga sus compromisos.
En cuanto a la comprobación de que no existe dimensión militar en el programa nuclear iraní, punto clave de la negociación, el presidente de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, que viajó el jueves a Teherán para entrevistarse con el presidente Hasan Rohani, afirmó que no hubo "avances" en las discusiones.
Está previsto que dos adjuntos de Amano viajen al país islámico para resolver las cuestiones que quedaron en suspenso.
"Todas las cartas están sobre la mesa. La cuestión principal es saber si los iraníes aceptarán adoptar compromisos claros", subrayó Fabius.
"El momento llegó", añadió en declaraciones a su llegada el domingo a la capital de Austria.
Expertos y diplomáticos trabajan noche y día sobre un texto de 20 páginas con 5 anexos, en total, entre 70 y 80 páginas" según el jefe negociador iraní, Abas Araghchi.